lunes, 24 de septiembre de 2012

382 Historia (Mundial)


Año II – Primera Edición – Editorial: 00000382 [1]

 

El Cisne Negro [2]
El Diario Digital de la Historia y de la Geopolítica
Lunes 24 de Septiembre de 2.012.






El Dinero V
Por Rubén Vicente 

A lo largo del siglo dieciocho (el siglo de las luces) se fue imponiendo gradualmente el patrón plata – libra esterlina, mientras la santa sede, el sacro imperio, los tesoros nacionales de Portugal, de España y hasta de Francia iban perdiendo peso monetario, financiero y económico, siempre gracias a la maldita emisión de billetes sin realdo en metálico (léase: la inflación), y a su concecuencia, que era el aumento constante y exponencial de los precios, los salarios, las tarifas, los cánones, los tributos y las multas (léase: la carestía), que causaba la cesación de pagos, la cesación del crédito, la quiebra industrial, el default financiero y el colapso político (léase: la bancarrota nacional).
 
Eso no ocurría en Gran Bretaña, y esa era la razón fundamental por la cual la libra esterlina británica fue la moneda del comercio mundial a lo largo de todo el siglo diecinueve (el siglo de la industria). 

Y además, el mundo entero (orbis) pagaba el libras esterlinas británicas los productos industriales británicos, basados en la alta tecnología británica, haciendo que la humanidad comprendiera que esta viviendo en un mundo británico (de mundis britanensis). 

Todos lo entendieron, y por eso todos trataron de hacer exactamente lo mismo que Gran Bretaña, en todos los órdenes materiales (léase: monetario, financiero y económico), y por eso, fueron surgiendo competidores, como fueron Japón, Rusia, Alemania y los EEUU. 

Fue entonces cuando se encontró oro en California, que fue a parar a los bancos privados estaduales, que se unieron para conformar bancos privados interestaduales de alcance regional, en número de doce (12), que se unieron para formar un banco central estadounidense, conocido con el nombre de El Sistema de la Reserva Federal (léase: La Fed). 

La Fed fue creada en 1913. Los doce presidentes que componen La Junta de Gobernadores de la Fed (12), le proponen una terna formada por ellos mismos al presidente de los EEUU, que nombra a El Presidente de la Junta de Gobernadores de la Fed. 

O sea que La Fed es un banco central privado, pero cuyo presidente es  elegido por el jefe del estado norteamericano. Ah, y a además, el oro del pueblo estadounidense lo tine el gobierno, guardado en Fort Knox, y no en La Fed, ojo. 

Y otra cosa más. El oro de Fort Knox respalda el valor de la moneda nacional estadounidense (el dólar), que es es fabricado por cinco concesionarias privadas del gobierno de Washington DC, que reparten los billetes, justamente, en doce series (12), cada una con una letra identificatoria del banco regional dependiente de La Fed que los pondrá en circulación. 

Y lo último. La Fed tiene poder para modificar las tasas, activas y pasivas, de descuento y de redescuento, pero las nuevas emisiones de dólares billete y la fijación del tipo de cambio entre el dólar y las monedas extranjeras las fija el congreso de los EEUU. 

Todo eso, sumado la responsabilidad fiscal, a la libertad de mercado a ulranza y a la alta tecnología norteamericana, que después de La Gran Guerra Mundial (1914-1918) ya había superado a la británica em cantidad, calidad y precio, y a todas, fueron los factores que hicieron que, luego de La Segunda Guerra Mundial (1939-1945), el patrón plata – libra esterlina, fuera reemplazado por el nuevo patrón oro – dolár estadounidenese. 

Y la libra esterlina británica de plata, que pesaba cuatrocientos sesenta y seis gramos cada una (1 £ = 466 grs. c/u), fue sustituída por la onza troy, de sólo treinta y uno, coma un gramos cada una (1 OT = 31, 1 grs. c/u), estableciéndose una paridad entre el metal amarillo y el billete verde de treinta y cinco dólares por cada onza troy (1 OT = U$S 1,00). 

¿Y las gemas? Bien gracias, porque quedaron siendo piezas de colección para las mujeres de los magnates y para la artesanía de la orfebrería. 

De esa manera, desde 1945, el mundo entero (orbis) ya no es un mundo británico (de mundis britanensis), sino más bien, un nuevo mundo estadounidense (de novus mundis americanensis). 

Y si me dijeran que estoy muy equivocado, respondería que veremos, veremos y pronto lo sabremos.


[1] La libre expresión y la segura circulación de la información contenida en el presente documento se halla jurídicamente garantizada por la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 (Art. 19), la Constitución Nacional de la República Argentina de 1995 (Art. 14),  la Ley Nacional N° 26.032 de 2005 y el Código Penal de la Nación (Arts. 153 y 155).
 
[2] Para uno de Los Siete Grandes Sabios de Grecia (Solón) El Cisne Negro es la alegoría de un hecho que es teóricamente posible, pero que todos creen que es prácticamente improbable, pues si ocurriera sería catastrófico.

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