domingo, 16 de septiembre de 2012

374 Geopolítica (Lejano Oriente)


Año II – Primera Edición – Editorial: 00000374 [1]

 

El Cisne Negro [2]
El Diario Digital de la Historia y de la Geopolítica
Domingo 16 de Septiembre de 2.012.





La Isla de Morondanga
Por Rubén Vicente 

Luego de La Batalla de Kosovo (1385), El Gran Imperio Tártaro (La Gran Tartataria), con capital en la ciudad hoy uzbekistaní de Samarcanda, gobernado por la dinastía alawita de Los Khan abarcaba, literalmente, el mundo entero (orbis), expcepto cuatro perisféricas (4), que eran América, Oceanía, El Africa Subsariana y La Europa Cristiana (léase: El Sacro Imperio). 

Ese descomunal giga estado tártaro estaba dividido en grandes khanatos, entre los que figuraba el de La China, con capital en la ciudad de Cambalic (léase: Pekín = Beijing). De ese gran khanato de La China dependía el khanato de Corea, con capital en la ciudad de Seul, gobernado por la dinastía yavista-budista de Los Cohen. [3] 

En 1654 sobrevino la extinción de La Gran Tartaria, que fue sucedida por El Imperio Tártaro del Oriente (léase: La Gran Mongolia), con capital en la ciudad de Ulam Bator, gobernado por la dinastía alawita convertida al budismo de Los Khan; y por El Imperio Tártaro Oriental (léase: La Gran Turquía), con capital en la ciudad de Istambul (léase: Estambul), gobernado por la dinastía sunnita de Los Otmánidas (léase: Los Otomanos). En ese contexto, el khanto de Corea quedó formando parte del gran khanto mongol de La China. 

En 1842 concluyó La Guerra del Opio, durante la cual sobrevino la disolución de La Gran Mongolia, que fue sucedida por los imperios de La India, de La China y de El Japón, con capitales en las ciudades de Calcuta, de Pekín y de Kyoto, respectivamente. En ese contexto, Corea ascendió geopolíticamente al rango de gran reino del imperio chino. 

En 1910, las fuerzas armadas del Japón llevaron a cabo a conquista de la porción meridional del gran reino chino de Corea (léase: Corea del Sur), y en 1931, Japón llevó a cabo la conquista de la porción septentrional del gran reino chino de Corea (léase: Corea del Norte), conquistando también el gran reino chino de Manchuria. 

Desde entonces (1931), Corea del Sur, Corea del Norte y Manchuria se convirtieron en los tres reinos integrantes de El Gran Reino Japonés de Manchukúo, con capital en la ciudad de Pekín, gobernado por su magestad, el Mcl. ECh ® Dr. Puyí I Qing (a) El Último Emperador (26). 

Durante La Segunda Guerra Mundial (1939-1945), en el marco específico de La Guerra Civil China y en el contexto ultraespecífico de La Gran Marcha, la guerrilla campesina comunista del Cte. Gral. ERCh Dr. Mao Tsé Tung (a) El Maestro, apoyado por La Unión Soviética de Stalin, avanzó sobre gran parte del imperio de Manchukúo, destrozando su unidad política (1943). 

En semejante contexto, sobrevino la declaración de la existencia material, de la constitución formal, de la soberanía interior y de la independencia exterior de La República de Corea (léase: Corea del Sur), con capital en la ciudad de Seúl, cuyo primer presidente provisional fue el Dr. Rhee Syngman quien, inmediatamente después de asumir su cargo, maniobró rápidamente para celebrar un tratado de paz, amistad, navegación, comercio y alianza (defensiva y ofensiva) entre Corea del Sur y los EEUU, entonces gobernados por su presidente masón-demócrata, Dr. Franklin Delano Roosevelt (a) El Rengo (61). 

Paralelamente, también fue declarada la existencia material, de la constitución formal, de la soberanía interior y de la independencia exterior de La República Democrática de Corea (léase: Corea del Norte), con capital en la ciudad de Pyong Yang, cuyo primer presidente provisional fue el Agte. NKVD C-3 Dr. Kim Il Sung quien, inmediatamente después de asumir su cargo, maniobró rápidamente para celebrar un tratado de paz, amistad, navegación, comercio y alianza (defensiva y ofensiva) entre Corea del Norte con La Unión Soviética, gobernada por su presidente masón-engelista, Mcl. ER ® Cda. Joseph Vizarionovich Dugashvilli (a) Zozo (a) El Tío José (a) El Hombre de Acero (a) Stalin (64). 

En 1948, Corea del Norte y Corea del Sur fueron admitidas como nuevos estados miembros de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), liderada por los EEUU. Sin embargo, estalló La Guerra de Corea (1950-1954).  

Desde entonces, Corea del Norte se convirtió en un estado miembro de La Comunidad Económica Comunista (Comecom) y de La Organización del Pacto de Varsovia (OPV), mientras Corea del Sur era oficialmente reconocida como aliada extra OTAN por los EEUU, entonces gobernados por su presidente francmasón-republicano, Tte. Gral. USA ® Ing. Dweigth Eisenhower (a) Ike (63), obviamente, en el marco general planetario de La Guerra Fría (1946-1991). 

En 1985, Corea del Sur se convirtió en un estado miembro de la Asociación de las Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), liderada por Japón, cuando el imperio del sol naciente protagonizaba una guerra comercial contra los EEUU, entonces gobernados por su presidente francmasón-republicano, Agte. CIA C-3 Mr. Ronald Reagan (a) Ronnie (74). 

Al concluír la guerra fría (1991), Corea del Sur quedó posicionada como un aliado militar de los EEUU, pero también, como un aliado económico del Japón, mientras Corea del Norte quedó posicionado como un aliado militar de Rusia y como un aliado económico de China. 

Durante La Guerra Mundial Contra el Terrorismo (léase: La Segunda Guerra Fría = 2001-2014), quedó planteada La Cuestión Coreana, derivada de la posesión de armamentos misilísiticos y nuclares de Corea del Norte, amenazando directamente los intereses vitales de Corea del Sur, del Japón y de los EEUU. 

No obstante, paralamente, los gobiernos de Seul y de Pyon Yang firmaron un acuerdo estratégico, para el diseño y emplazamiento de una mega ciudad industrial binacional en la frontera desmilitarizada entre ambos estados coreanos (Kaesong), determinada por el paralelo de treinta y ocho grados de latitud norte, dejando en evidencia que, más allá de las aparentes irredutibles diferencias ideológicas, el objetivo político a largo plazo es la reunificación coreana, y nada más, claro está.  

En ese contexto coreano, que es profuso, difuso y confuso, se destaca el hecho de que a partir del año 2005, Japón y Corea del Sur protagonizan un conflicto de sobreranía sobre Las Rocas de Liancourt, situadas en El Mar del Japón, que el gobierno de Tokio llama con el nombre Takeshima, y que el de Seúl llama con el nombre de Dokdo. 

En Las Rocas de Liancourt están habitadas únicamente por dos ciudadanos surcoreanos (2) y los EEUU reconocen oficialmente como se soberanía surcoreana, pero Japón las reclama por la presencia en las mismas de yacimientos de gas natural. 

El domingo doce de agosto pasado, el presidente conservador de Corea del Sur, Dr. Lee Myung Bak (70), llevó a cabo una visita oficial a Las Rocas de Liancourt (léase: La Isla de Morondanga), desatando la protesta formal de la cancillería del Japón, y el martes catorce de agosto, con motivo de la celebración de un nuevo aniversario de la independencia, el presidente Lee declaró que el monarca del imperio del sol naciente (Aki Hito I Meiji) debe pedirle disculpas (sic) al pueblo coreano (no surcoreano) por las atrocidades cometidas por los japoneses durante la ocupación de la península (1910-1943).  

En mi opinión, el mundo entero (orbis) se va a llevar una gran sorpresa, pues lejos de los que esté mostrando el escenario racional de la geopolítica, yo creo que, contra todo lo esperable, antes de 2030, se operará, nada más ni nada menos, que la reunificación coreana, convirtiéndose Corea en una monarquía parlamentaria capitalista estilo renano (léase: el capitalismo con rostro hunmano = la economía social de mercado), con capital en la ciudad industrial hoy fronteriza de Kaesong, bajo la dinastía de Los Kim que, insólitamente, negociarán con Los Meiji la incorporación de El Reino de Corea a El Imperio Japonés, que se transformará, de la noche a la mañana, en una nueva superpotencia misilística y nuclear, que será la gran rival económica, diplomática y militar (léase: la enemiga potencial) de China, de Rusia y de los EEUU. 

Y después (2030-2100), van a ir por todo, es decir, por Manchuria, por Yakutia, por Alaska, por La Columbia Británica y por California, claro está. 

Aunque no querramos darnos cuenta, Napoleón tenía toda la razón, cuando aconsejaba que dejemos que duerma el gigante amarillo. Y por eso digo que, aunque nadie se quiera dar cuenta, todo puede ya haber comenzado, nada más y nada menos, que en La Isla de Morondanga, claro está.

Y después no me digan que no se los avisé con suficiente antelación. 

Y si me dijeran que estoy muy equivocado, respondería que veremos, veremos y pronto lo sabremos.                   

[1] La libre expresión y la segura circulación de la información contenida en el presente documento se halla jurídicamente garantizada por la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 (Art. 19), la Constitución Nacional de la República Argentina de 1995 (Art. 14),  la Ley Nacional N° 26.032 de 2005 y el Código Penal de la Nación (Arts. 153 y 155).
 
[2] Para uno de Los Siete Grandes Sabios de Grecia (Solón) El Cisne Negro es la alegoría de un hecho que es teóricamente posible, pero que todos creen que es prácticamente improbable, pues si ocurriera sería catastrófico.
 
[3] Véase El Cisne Negro (Editorial 61 – El Marco Polo del Oriente).

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