domingo, 9 de septiembre de 2012

367 Geopolítica (EEUU)


Año II – Primera Edición – Editorial: 00000367 [1]

 

El Cisne Negro [2]
El Diario Digital de la Historia y de la Geopolítica
Domingo 9 de Septiembre de 2.012.





Todo En Su Medida
Y Armoniosamente
Por Rubén Vicente 

Criada en un hogar de padres que no eran ni muy creyentes ni muy severos. Sin embargo, desde niña, su edipo fue evidentísimo. Adoraba a su padre y se indentificaba con su esforzado trabajo agrícola, como así también, con los deportes por tevé que tanto a él le gustaban.
Como si fuera un varoncito, se peleaba a golpes de puño con sus compañeritas y hasta con los compañeritos de la escuela, que aprendieron a respetarla y a temerla, pero a la vez, la empezaron a despreciar y a segregar como al patito feo, por su estilo demasiado varonil para una nena de su edad.
En el secundario se calmó bastante. El conflicto típico en la adolecencia femenina de la menstruación, que le posibilitaba ser madre sin cuento, la puso frente al otro conflicto de que, en vez de gustarle los varones, le atraían las mujeres, con las que compartía los vestuarios en las prácticas de deportes, que a ella le parecían demasiado suaves para su gusto, excitándose con sus bellos y delicados cuerpos, y con los rostros eternamente sonrientes, entregándose a la masturbación pensando en ellas, obvio.
Y paralelamente, aprendió de su padre las artes de la equitación y del manejo de las armas, a la vez que optó por empezar a cultivar las artes marciales del yudo y del karate, ganándose varios diplomas, medallas y copas, colegiales e intercolegiales.
A los dieciocho años de edad, la Bach. Tamara Smith (a) Tammy, comenzó a estudiar derecho civil (de ius civile), en la facultad de ciencias sociales de la Universidad de Elyria (Estado de Iowa). Paralelamente a sus estudios, profundizó la práctica de las artes marciales y de las artes de la equitación y del manejo de las armas.
Pero además, durante esa etapa juvenil, ella tuvo su primera experiencia sexual, que fue con una compañera de la facultad, y fue entonces cuando tomó la decisión irreversible de expresar abiertamente ante el mundo entero (orbis) su condición lesbiana, obviamente, inicialmente promiscua, claro está.
Algunos años más tarde, se graduó y comenzó a estudiar derecho internacional en la referida casa estadounidense de altos estudios, pero a distancia, pues fue aceptada su petición de incorporarse al ejército norteamericano (the us army) que, en ese entonces, toleraba muy mal la homosexualidad masculina, y mucho más la femenina, pero mientras no existieran evidencias físicas de mal comportamiento, estaría todo bien, pues así era el derecho castrense de aquel entonces en los EEUU.
Ya para ese momento (1991) ya se aceptaban mujeres en las fuerzas armadas estadounidenses, pero en esa última década del siglo veinte, se avanzó un paso más, admitiéndose públicamente la homosexualidad de ambos sexos en sus filas (Clinton). Fue entonces (1999) cuando la ya Tte. Pro. USA Tammara Smith (a) Tammy (30), blanqueó que tenía novia, mientras se doctoraba y se incorporaba al arma de intendencia, como oficial auditor, en el cuerpo de abogados militares.
Y fue ascendiendo y teniendo otras dos parejas estables sucesivas, cumpliendo todos los requisitos físicos, psíquicos, éticos, morales, profesionales e institucionales, necesarios para forjarse una foja de servicios que es poco menos que intachable.
Y en 2003, mientras se graduaba como doctora en defensa nacional en la academia militar de West Point; comenzando a revistar en el escalafón de los oficiales de estado mayor y siendo ascendida al grado de mayor (36), Tammy Smith comenzó a vivir en pareja con su novia judía (Tracey Hepner – 34), con la que contrajo matrimonio civil en Washington DC en 2011, cuando ya tenía cuarenta y dos años de edad, y había sido ascendida al grado de coronel del ejército más poderoso de la tierra.
Y el mes pasado, en ceremonia oficial televisada de costa a costa, la Cnel. USA Dra. Tamara Smith (a) Tamy (44), recibió su diploma, que acredita su ascenso al grado inmediato superior de general de brigada, siendo la primera en la historia de la institución a que pertenece.
Este hecho deja en evidencia palmaria que es completamente cierto lo que dije en mis artículos de El Cisne Negro vinculados con el anarquismo (Editoriales 326 a 332), en el sentido de que esa doctrina, que es recontra ultra liberal, ha triunfado en el mundo entero (orbis), imprengando el pensamiento político global con la impronta de las instituciones de la libertad sexual y de la igualdad de la mujer, alcanzando a las fuerzas armadas de la hiperpotencia planetaria de principios del siglo veintiuno que, objetiva y obviamente, está en decadencia, aunque aún siga detentando la supremacía mundial, no jodamos.
Yo no digo ni que está bien ni que está mal. Sólo digo que a mi, que también soy un ser libre para pensar y de opinar lo que se me antoje, mientras no le cause daños, perjuicios ni agravios a nadie, francamente, me da cosa ver que la guerra, que es la máxima expresión de la virilidad, esté a cargo de seres que, en el fondo de sus almas, son la expresión de la femeneidad, pero contra natura, es decir, psíquicamente desquiciada.
La verdad, no me agrada ver que existan generales homosexuales o generalas lesbianas, o militares bisexuales, transvestidos o transexuales, por más respetables que puedan ser o parecer.
No tengo nada contra la sexualidad invertida de ninguna persona en particular, pero pienso que institucionalizarla a través de algo tan pero tan serio como debe ser la política y el derecho, lleva a la sacralización del anarquismo, cuyo primer objetivo máximo confeso es, sin duda alguna, la destrucción hasta los cimientos del estado occidentalista que supimos conseguir con tanta sangre y muerte, en los últimos casi seiscientos años (600).
Y si, porque la ideología del occidentalismo surge del equilibrio entre el capitalismo, la libertad, la democrática, el patriotismo y el cristianismo, y nada tiene que ver con el ateismo fundamental del anarquismo, claro está.
Ese nuevo paso hacia el abismo tiene un solo responsable legal, y se llama Barak Obama, que podría haber vetado la ley del congreso que permitió que el anarquismo alcance las más altas cumbres del poderío militar global, pero no lo hizo ni lo quizo hacer, y yo no me pienso olvidar.
Hay cosas que si las aceptamos, nos desnaturalizan como seres humanos civilizados. Una cosa es tolerar la homosexualidad. Otra muy distinta es dejarla gobernar el mundo, pues sabemos cómo terminará la cosa, y es mandando todo al jocara mal, como se está yendo, y yo no pienso ser complice voluntario de semejante despropósito, no sé si ….
Y por eso digo que todo en su medida y armoniosamente.
¡Gordo, te dije que sos políticamente incorrecto, no?
Y si me dijeran que estoy muy equivocado, respondería que veremos, veremos y pronto lo sabremos.

[1] La libre expresión y la segura circulación de la información contenida en el presente documento se halla jurídicamente garantizada por la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 (Art. 19), la Constitución Nacional de la República Argentina de 1995 (Art. 14),  la Ley Nacional N° 26.032 de 2005 y el Código Penal de la Nación (Arts. 153 y 155).
 
[2] Para uno de Los Siete Grandes Sabios de Grecia (Solón) El Cisne Negro es la alegoría de un hecho que es teóricamente posible, pero que todos creen que es prácticamente improbable, pues si ocurriera sería catastrófico.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario