jueves, 16 de mayo de 2013

579 Historia (Italia)


Año II – Primera Edición – Editorial: 00000579 [1]

 

El Cisne Negro [2]
El Diario Digital de la Historia y de la Geopolítica
Jueves 16 de Mayo de 2.013.





La Locura al Poder VI
Por Rubén Vicente 

En el mes de marzo del año 1922, la niña católica italiana Edda Mussolini Guidi (6), comenzó la escuela primaria, bajo el régimen pupilo, en un establecimiento confesional, admistrado por las monjas de la orden de las clarisas, de la ciudad de Milán.  

En septiembre, las escuadras fascistas de los camisas negras protagonizaron cruentos enfrentamientos armados contra las milicias anarquistas, socialistas y comunistas, pero también, contra la policía imperial italiana, en las ciudades de Ancona, Milán, Génova, Livorno, Parma, Bolzano y Trento, detentando desde entonces, y en los hechos, nada más ni nada menos, que el control paramilitar, exclusivo y excluyente, de las mismas (sic). ¿Qué? ¿Pero a dónde se ha visto una cosa así?¿Puede ser posible?¿A dónde iremos a parar? ¡Este mundo está cada día más loco! 

Y el martes veinticuatro de octubre, con el sol en la constelación del escorpión (léase: escorpio) y con la luna en la casa del perro (léase: acuario), mientras la cristiandad celebraba la festividad de San Antonio María Claret, liderando a cuarenta mil escudristas fascistas (40.000), Benito Mussolini tomó por asalto la ciudad de Nápoles, proclamando el derecho del fascismo a gobernar en nombre y por cuenta de la corona imperial (sic), declarando que había comenzado, nada más ni nada menos, que La Revolución Nacional Socialista Italiana (léase: la revolución fascista). 

¿Cómo? ¿El segundo cuartel general de la mafia? ¡Eso está bueno! ¡Así se acaba la inseguridad de una buena vez! ¿Sabés una cosa? ¡Me gustan estos camisas negras! 

Cuatro días más tarde, mientras se declaraba la disolución del parlamento imperial, los fascistas del norte, del centro y del sur de Italia, que sumaban trescientos mil efectivos (300.000), liderados por Mussolini, se lanzaron a La Gran Marcha Sobre Roma.  

Fue entonces cuando sobrevino la renuncia del primer ministro del gobierno de su majestad (Vitorio Emmanuele III (a) El Rex - 53), Dr. Ivanoe Bonomi (49). Horas más tarde, increiblemente, el monarca firmó un decreto imperial, nombrando como nuevo primer ministro a Mussolini, quien asumió el cargo el treinta de octubre. ¡Ah, pero estos tanos se volvieron todos locos de remate? 

Durante la sesión de su discurso inaugural, pronunciado ante el parlamento, el dieciseis de noviembre, a Mussolini le fueron delegados los poderes legislativos, ejecutivos y judiciales (léase: la suma del poder público de la nación). ¿Pero quién este tipo? ¿Nerón?¡Y si! 

En enero de 1923, los fascios de combate fueron convertidos en La Milicia de la Seguridad Nacional (MSN). En julio, Mussolini representó a Italia en La Conferencia de Lausana, y con el apoyo de Gran Bretaña, le fue reconocida a Italia la soberanía sobre las doce islas del Mar Egeo que forman el piélago de El Dodecaneso. ¿Están legitimando al fascismo? 

En agosto, Mussolini ordenó la ocupación de la isla griega de Corfú.  Y en diciembre, quedó conformado El Ente Comunal de Asistencia, destinado a la coordinación de los sectores público y privado, con el objetivo de erradicar completamente la indigencia. ¡Ah! 

En enero de 1924, se suscribió El Tratado de Roma, en cuya virtud, Yugoslavia le cedió a Italia la soberanía sobre la región antiguamente italiana de Fiume. En febrero, Italia estableció relaciones económicas, diplomáticas y militares (léase: las relaciones geopolíticas) con La Unión Soviética (¿¿¿???). En marzo, Mussolini se dirigió al pueblo italiano empleado la radio (sic). En abril, Gran Bretaña le transfirió su soberanía sobre el sur de la colonia de Somalía a favor de Italia, que tomó el nombre de La Somalía Italiana 

Desde entonces, Italia controlaba la costa oeste de El Estrecho de Babel Mandeb, que separa El Mar Rojo de El Océano Indico, convirtiéndose en una gran potencia naval, de nivel mundial. En mayo se llevaron a cabo las elecciones generales, triunfando el fascismoo con el sesenta y cinco por ciento de los votos (65%).  

¡Ché gordo, vos decís que este Mussolini era un agente inglés y un trastornado bufarrón, pero mirá que se ve que la la gente lo quería, eh?¡Callate la boca¡ ¿Qué querés? ¿Que los lectores de El Cisne Negro se den cuenta que hay democracias constitucionales que no son liberales ni lo quieren ser?  

Varios diputados socialistas denunciaron que hubo fraude electoral (sic), pero horas más tarde, aparecieron muertos (sic), y sus camaradas abandonaron el parlamento, dejando sólos a los conservadores, a los liberales, a los social cristianos y a los fascistas, en mayoría integral (100%).  

¡Che gordo! ¿En qué quedamos? ¿Son democráticos o son autoritarios? ¡Son democráticos, pero son autoritarios! ¡Son fachos¡ ¿Me entendés? ¡No! ¿Me podrías explicar bien? ¡No! ¡Vos seguí leyendo y te vas a dar cuenta vos solo! ¿Si? ¡Ufa¡ ¡Tá bien! ¡Dale! ¡Seguí! 

Bueno. Mientras tanto, su primogénito, es decir, el adolecente católico italiano Benito Albino Mussolini Dalser (13), comenzó el colegio secundario, bajo el régimen pupilo, en un establecimiento confesional, administrado por los frailes de la orden de lo jesuitas, de la capital británica (Londres). 

En otras palabras, el pueblo italiano, que se había unificado en la segunda mitad del siglo diecinueve (el siglo de la industria), con la ayuda subrepticia de Gran Bretaña, creyó que ese agente inglés (léase: Mussolini), iba a ser el hombre que lo iba a liberar de las cadenas del imperialismo británico en el siglo veinte (el siglo de la tecnología) para provocar la refundación, nada más ni nada menos, que El Imperio Romano (léase: La Magna Roma), o algo por el estilo, pero por la nueva vía de la democracia autoritaria, es decir, de el fascismo, y nada más, claro está. 

Y si me dijeran que estoy muy equivocado, respondería que veremos, veremos y pronto lo sabremos.


[1] La libre expresión y la segura circulación de la información contenida en el presente documento se halla jurídicamente garantizada por la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 (Art. 19), la Constitución Nacional de la República Argentina de 1995 (Art. 14),  la Ley Nacional N° 26.032 de 2005 y el Código Penal de la Nación (Arts. 153 y 155).
 
[2] Para uno de Los Siete Grandes Sabios de Grecia (Solón) El Cisne Negro es un hecho teóricamente posible que todos creen que es prácticamente improbable, pues si ocurriera sería castastrófico.
 

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