jueves, 2 de mayo de 2013

567 Geopolítica (Argentina)


Año II – Primera Edición – Editorial: 00000567 [1]

 
El Cisne Negro [2]
El Diario Digital de la Historia y de la Geopolítica
Jueves 2 de Mayo de 2.013.





Los Giles de la Película
Por Rubén Vicente 

Los que sigan los artículos que escribo, ya saben que yo son un ferviente partidario de la doctrina capitalista del ultra monetarismo, porque creo que le permite a quienes no somos economistas, analizar la macro economía mundial, regional o nacional, con sólo cuatro datos (4), que son el valor del día del precio del oro (oz t), el producto bruto interno (pbi), las reservas monetarias totales (rmt) y las reservas monetarias en oro (rmo). Que me den esos cuatro datos, sean mundiales, regionales o nacionales, del país que sea, y yo te puedo decir cúal es la situación y cómo viene la mano, a un año vista. 

A mi me da muy buenos resultados, el último de los cuales fue que el catorce de enero pasado, cuando les dije a mis clientes que, antes de fin de año, el dólar blue cotizaría a más o menos diez pesos. Obviamente, algunos de ellos ni bola que me dieron, y cajonearon el informe de cinco carillas, que ahora, les parece la Biblia, o algo por el estilo. Pero los que me dieron bola de movida, no paran de tirar manteca al techo y, cuando los miro, como pregúntandoles qué hay para mi, me miran, como diciéndome, gordo, vos ya cobrás tus honorarios por la consultoría. Right? 

Así es la vida de los giles que vivimos de nuestro trabajo honrado, cobrando po pó por unas consultorías que en el primer mundo se pagarían en millones de dólares al año, pero bueh, si uno nació para pito, nunca llega a corneta, y menos si ama al creador, a la patria, a su mujer y a sus amigos, y no concibe la vida viviendo lejos de ellos. ¿Verdad? 

Por eso, mi gran retribución profesional, es la satisfacción de ver que tengo razón, que mis razones tarde o temprano terminan siendo respetadas, y que por eso, siento que puedo ayudar a la gilada a la que orgullosamente pertenezco, contándoles lo que aprendí, desde que empecé con esto de estudiar, estudiar y estudiar … Y empiezo: 

En todo el mundo (orbis) exiten siete clases de bancos, y nada más que siete (7). Las primera, es la de los bancos de depósito. Seguramente vos, alguna vez, estuviestes hasta las manos con la guita, y tuvistes que empeñar la alianza de casamiento, o la cadenita que te regaló tu abuela. Vos entregás el oro, y el banco te presta guita, con garantía prendaria, es decir, vos empeñás tus valores, de modo tal que si no pagás tu deuda, el banco te ejecuta extrajudicialmente, y vos andá a cantarle a Gardel. 

La segunda, es la de los bancos de servicios, que le hacen al cliente el servicio, por ejemplo, de cobrarle a los clientes del cliente. Imaginate el banco provincia, cobrando las facturas de la luz que te suministra tu compañía de electricidad. Por ese servicio, el banco le cobra un precio a la empresa, y esa es la retribución de su negocio de la banca de servicios. 

Hasta ahí, más o menos se entiende la cosa, porque si no fuistes vos, seguro que conocés a alguien que ha operado en los segmentos bancarios de depósito o de servicios. Pero, más arriba, la cosa se empieza a complicar un cachitín. Fijate: 

La tercera clase, es la de los bancos comerciales, que reciben dinero del público, y se lo prestan al público. A los depositantes, les prometen un premio, que es la tasa de interés pasiva. Y los tomadores de los créditos, además de tener que devolverle al banco el capital, le tienen que pagar su premio, que es la tasa de interés activa. El negocio de un banco comercial es quedarse con la diferencia, entre la tasa activa y la tasa pasiva. Ese es el segmento de la banca comercial. 

Y acá paro, para preguntarte si vos conocés algún banco que sea pobre. A la respuesta que ya sé que me vas dar, te agrego que, tanto los bancos de depósito, como los de servicios o los comerciales, algo tienen que hacer con la torta de guita que ganan. ¿No? 

Y te aviso que, aunque vos no seas un banquero, si hacés un pequeñísimo esfuerzo por abrir la croqueta, vas a pasar la frontera, y vas a empezar a entender por qué la economía el la ciencia que tiene por objeto que los pobres nunca lleguemos a tener plata, ja ja já (Hugo Moser – Matrimonios y Algo Más – Maestro de los Maestros del Humor Popular). 

Y si, porque la cuarta clase, es la de los bancos de inversión. El banco va y va con el pequeño inversor, fifty fifty, manejándole sus inversiones, porque quién mejor que un banco para saber cuándo hay que invertir y en qué hay que invertir. Eso si, si las inversiones dan pérdida, lo cual es verdaderamente raro, el pacto es que el banco no gana nada, porque no hay nada que ganar, y el único que pierde es el inversor, que creyó en el banco de inversión, que al final, resultó ser un banco de mierda, que no sabe invertir como se suponía que debía saber. ¿Flor de negocio, no? 

Son bancos de puta madre, como JP Morgan, Citibank, Wells Fargo o Lehman Brother´s que, como verás, no siempre ganan, pero son los tiburones del bajo mundo de las altas finanzas internacionales, como los llama otro maestro, como es Lindon Larrouche, que mirá vos si la sabrá lunga, que es el editor de un revista que se llama con el nombre de The Money Laundering Alert, que se edita en castellano, y que te la recomiendo, porque no tiene desperdicio. 

Y hablando de bancos de puta madre, te cuento que la quinta clase, es la de los bancos corporativos, donde el inversor es el propio banco, inviertiendo su propia guita y, obviamente, jodiéndose si las cosas salen mal. Esa es la que llaman con el nombre de la banca corporativa, donde los grandes bancos corporativos son esas entidades que vos ves en los diarios, que les dicen los inversores institucionales, es decir, los inversores que no son unos chichipíos, como vos y como yo. ¿Se entiende la idea? 

Obviamente, estos inversores institucionales del segmento de la banca corporativa, invierten su guita grosa en operaciones muy complejas y muy riesgosas, pero lógico, a mayor complejidad y riesgo, mayor es la ganancia, obvio, pero también, las muy poco probables pérdidas, que también las hay, off course. 

Pero llega un momento, que estos piratas financieros tienen tanta pero tanta mosca, que se ven casi obligados a empezar a jugar en las ligas mayores, comenzando a formar parte de la sexta clase, que es la de los bancos de desarrollo, que le prestan los morlacos a los municipios, a las provincias, a los gobiernos nacionales y a los organismos internacionales, sea para financiar sus gastos, o para tener con qué llevar adelante los planes y los programas públicos, supuestamente destinados a la felicidad el pueblo como, por ejemplo, el plan trabar o la asignación universal por hijo, y otras cosas nac&pop´s por el estilo. Right? 

Acá vos vas a ver que los bancos de desarrollo son del estado, pero en el primer mundo, la banca de desarrollo está a cargo de grandes bancos privados, como el Misubishi de los ponjas, el UBS  de los suizos, el Barkley de los british, o el Scotia de los canadieses. ¿Si? 

Y así llegamos al tope de la séptima clase, que es la de los bancos centrales que, aunque no lo creas, hay paises en que son privados, otros en que son mixtos, y otros en que son completamente estatales, como acá. Y los bancos centrales son centrales, porque tienen a su cargo, nada más ni nada menos, que el manejo de el sistema monetario nacional. ¿Qué? 

Y si, porque los bancos centrales son los que guardan la reserva monetaria de la nación; son los que, contra esas reservas monetarias nacionales, emiten los billetes nacionales (el circulante); son los que fijan las tasas (activas y pasivas) del sistema bancario privado del país; son los que fijan las tasas de cambio, entre la moneda del comercio mundial (el dólar) y la moneda del país (el peso); y son los que prestan el servicio a los bancos privados de el redescuento. ¿Cómo? 

Vos no te marées que yo te explico. Hay un negocio que se llama descuento. Viene el camión repartidor de la leche, que le vende a Carrefour, o el que le vende la carne a Coto. Y resulta que esas cadenas de super les pagan con pagarés. Si La Serenísima o Sancor necesitan la guita ya, pueden llevar el pagaré a un banco privado, que les paga lo que dice el pagaré, al toque, quedandose el lechero con el efectivo y el banco con el pagaré. Esa operación bancaria, se llama descuento, porque el banco te da la guita que dice el pagaré, pero te descuenta la comisión por haberte solucionado el tema. 

Y después, el banco puede cobrarle todo el monto del pagaré a Carrefour o a Coto, a la fecha del vencimiento, pero también, puede presentarse al banco central con el pagaré ya descontado, para que se lo descuenten a él, y entonces, ese descuento del pagaré, que el banco central le hace al banco privado, que quiere cobrar antes del vencimiento, se llama redescuento, y el único que puede hacer operaciones de redescuento es el banco central. 

Por eso, además de las funciones que ya te dije, los bancos centrales son los que fijan las tasas de descuento y las tasas de redescuento que rijen en todo el país que sea. Right? 

Bueno ya está, terminamos. Ahora ya sabés exactamente lo mismo que sé yo, y es que hay bancos y bancos, porque hay bancos de empeño, bancos de servicios, bancos comerciales, bancos de inversión, bancos corporativos y bancos centrales, pero en definitiva, todos manejan la misma mercancía, que es tu guita, la mía, y la de todos y todas, y por eso, ellos siempre serán los que tendrán la guita, y nosotros siempre siguiremos siendo los giles de la película. 

¡Gordo¡ ¡El gil sos vos, porque la mía yo la tengo en Uruguay, ja ja já¡ 

Y si me dijeran que estoy muy equivocado, respondería que veremos, veremos y pronto lo sabremos.

 

[1] La libre expresión y la segura circulación de la información contenida en el presente documento se halla jurídicamente garantizada por la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 (Art. 19), la Constitución Nacional de la República Argentina de 1995 (Art. 14),  la Ley Nacional N° 26.032 de 2005 y el Código Penal de la Nación (Arts. 153 y 155).
 
[2] Para uno de Los Siete Grandes Sabios de Grecia (Solón) El Cisne Negro es un hecho teóricamente posible que todos creen que es prácticamente improbable, pues si ocurriera sería castastrófico.
 

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