jueves, 20 de diciembre de 2012

462 Geopolítica (Francia)


Año II – Primera Edición – Editorial: 00000462 [1]

 

El Cisne Negro [2]
El Diario Digital de la Historia y de la Geopolítica
Jueves 20 de Diciembre de 2.012.





La Sedación Terminal
Por Rubén Vicente 

Ya desde la antigüedad preromana, los médicos discutían si una de las obligaciones derivadas del juramento hipocrático implicaba o no implicaba ayudar a bien morir a los pacientes irremediablemente condenados a morir (léase: la eutanasia), sobre todo, para que no sufran dolores insorportables durante la agonía final (léase: la crueldad). 

El cristianismo empezó a decir que los pacientes terminales tienen el sagrado derecho de sufrir todo el dolor que Dios les mande padecer, sin que los médicos estén autorizados a acortarles la vida. 

Por suerte, desde la edad media, los facultativos de la salud musulmanes se dieron cuenta de que los extremos son malos, y pusieron en práctica el uso de los analgésicos, especialmente, el opio chino, que en Bizancio era conocido bajo el nombre de tá pharmaton, que cuando se duplicaba la dosis, funcionaba como anestésico, y cuando se triplicaba, cuasaba la muerte instantánea (léase: la sobredosis). 

Durante la edad moderna, los médicos europeos, liderados por los más conocedores, que eran los franceses, y más precisamente, los de origen judío, aplicaron el lenguaje matemático y el médodo experimental de las ciencias modernas al estudio de todas y cada una de las sustanias aptas para mitigar el dolor en los tratamientos o en las intervenciones quirúrgicas, haciendo nacer la nueva rama de la medicina que recibió el nombre de la farmacopea. 

Y en la edad contemporánea, las empresas farmaceúticas occidentales, como Merk de Alemania o Parque Davis de los EEUU, comenzaron a producir en masa analgésicos y anestésicos, de uso civil y militar; mientras los psiquiatras y los psicólogos empezaban a batir el parche ateo de la necesidad de la eutanasia, para dar una solución radical al problema de la depresión y del suicidio que paceden tantos pacientes terminales. 

Uno de los grandes debates posteriores a La Segunda Guerra Mundial (1939-1945) es eutanasia si o eutanasia no, en el que empezaron a involucrarse las ong´s, los medios masivos de comunicación social, los partidos políticos, los parlamentos, los gobiernos y la justicia, que falló a favor o en contra, obviamente, según los casos, algunos muy polémicos, como el de Karen Queenland (25), donde la corte falló a favor del derecho de los padres de exigirle a los médicos que le desconcentaran el respirador artificial (1985). 

La semana pasada, el Dr. Didier Sicard, cuya foto ilustra este artículo, le hizo entrega al presidente socialista de la quinta república de Francia, Dr. François Hollande, de un documento, titulado con el nombre de La Sedación Terminal. 

De su lectura surge que el autor es radicalmente hostil a la eutanasia (sic), y se infiere que su propuesta es aprobar en proyecto de ley de inducción del coma farmacológico sine die, del paciente terminal que solicita la eutanasia, hasta el momento de su fallecimiento. 

En otras palabras, si el paciente pide la eutanasia, nada de inyectarle aire en las venas para que reviente de una. No, no, lo que hay que hacer dormirlo hasta que crepe. Total, los gastos de internación, que se los sigan bancando los contribuyentes, las obras sociales, o los familiares del paciente. ¿Verdad? 

Y si me dijeran que estoy muy equivocado, respondería que veremos, veremos y pronto lo sabremos.

[1] La libre expresión y la segura circulación de la información contenida en el presente documento se halla jurídicamente garantizada por la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 (Art. 19), la Constitución Nacional de la República Argentina de 1995 (Art. 14),  la Ley Nacional N° 26.032 de 2005 y el Código Penal de la Nación (Arts. 153 y 155).
 
[2] Para uno de Los Siete Grandes Sabios de Grecia (Solón) El Cisne Negro es la alegoría de un hecho que es teóricamente posible, pero que todos creen que es prácticamente improbable, pues si ocurriera sería catastrófico.

No hay comentarios:

Publicar un comentario