lunes, 10 de diciembre de 2012

452 Geopolítica (Mundial)


Año II – Primera Edición – Editorial: 00000452 [1]

 

El Cisne Negro [2]
El Diario Digital de la Historia y de la Geopolítica
Lunes 10 de Diciembre de 2.012.




El Avatar del Anti Cristo III
Por Rubén Vicente 

En 1984, el profesor titular de la cátedra de grado de el lenguaje global, del departamento de letras, de la facultad de filosofía y letras, de la Universidad de Harvard (Condado de Cambridge – Estado de Massachussetts) y, a la vez, principal accionista, presidente del directorio y gerente general (The Chieff Excecutive Officer = The CEO) de la firma Z Communications Inc. de Nueva York, matriz de The Chomsky Multimedia Group de los EEUU, Agte. CIA C-3 Dr. Dn. Noam Chomsky (a) Norman Chuvacovski (a) Merlin (a) El Avatar (56), publicó su sexta obra literaria, que fu la segunda de índole política, titulada con el nombre de La Segunda Guerra Fría.

En ella, Chomsky explicó que La Guerra Fría (1946-1991), estaba por concluír en cualquier momento, con el desmoronamiento del bloque comunista de La Unión Soviética de Andropov, triunfando momentáneamente el capitalismo liberal democrático patriótico y cristiano del Occidente, es decir, el occidentalismo, representado por los EEUU, que intentarían propagar sus valores decadentes al mundo entero (orbis), en el marco que un proceso que dio en llamar con el nombre de La Globalización. 

Frente a ella, Chomsky dijo que, el futuro poder extinto del comunismo soviético, se transformaría, se reciclará y se reformulará, traduciéndose en el surgimiento de varias superpotencias misilísticas y nucleares, que serían hostiles a los intereses vitales de los EEUU, y que tarde o temprano, terminarán confrontando con la hiperpotencia global, uniéndose para conformar una suerte de frente antiglobalista, que provocará el estallido de La Segunda Guerra Fría. 

Desde entonces, los seguidores de Chomsky, empezaron a referirse a La Antiglobalización. 

En 1990, Chomsky publicó su séptima obra literaria, y tercera de carácter político, titulada con el nombre de Los Guardianes de la Libertad. Allí atacó los pilares del nacionalismo norteamericano (léase: la patria, la raza, el idioma y la religión), catalogando a los EEUU y a Israel como estados imperialistas y terroristas (sic). 

Al año siguiente (1991), Chomsky publicó su octava obra literaria, que fue la cuarta de índole política, titulada con el nombre de La Globalización. Básicamente, ahí dijo que la revolución tecnológica sobre la que se apoya el poder mundial de los EEUU (léase: La Internet), provocará la pérdida de la correspondencia entre el crecimiento económico y el bienestar social. 

Seis años después (1997), Chomsky publicó su novena obra literaria, que fue la quinta de contenido político, titulada con el nombre de La Aldea Global. Allí propuso una organización mundial, basada en la ideología del anarco-sindicalismo, que ve al mundo entero (orbis) como un inmenso conjunto de empresas (pequeñas, medianas y grandes), que forman parte de un descomunal conglomerado global, controlado por los trabajadores y por sus organizaciones de base, intermedias y de cúpula; donde no existirá más el estado y donde las funciones estatales serán puestas a cargo, justamente, de las entidades sindicales (léase: Moyano El Amo Del Mundo). Okey? 

Después del 11-S, Chomsky publicó su décima obra literaria, que fue la sexta de índole política, titulada con el nombre de 2001 September Eleven, donde se proclamó contario a La Operación ´Uvas de la Libertad´ contra Afganistán. ¡Uy! ¡Igual que Hebe de Bonafini! ¿Vistes? 

En 2002, Noam Chomsky se consagró como el principal de todos los pensadores de la izquierda post soviética (léase: la izquierda antiglobalista), en el marco la primera edición de El Foro Social Mundial (FSM), celebrado en la ciudad brasileña de San Pablo; del que surgiría el movimiento de los temerosos de la globalización (léase: los globalifóbicos = los anti globalistas). 

Entre 2002 y 2009, Chomsky fue galardonado con los doctorados por causa de honor de las universidades de México, de Bogotá y de Santiago de Chile.  

En 2005, Chomsky publicó la que se considera como su obra política cumbre, titulada con el nombre de Hegemonía o Supervivencia, subtitulada con el nombre de La Búsqueda Estadounidense del Domino Global; de lectura recomendada por su excelencia, el señor presidente de la república bolivariana de Venezuela, Tte. Cnel. EBV Ing. Dn. Hugo Rafael Chavez Frías (a) El Zambo (51). 

Y en 2007, Chomsky (79) publicó Los Estados Fallidos, donde explicó que hay estados formales que, en realidad, son sustancialmente inviables, motivo por el cual, deben ser protegidos por la comunidad internacional, que debe ayudarlos a desarrollar, fortalecer y consolidar la democracia constitucional, abogando sin decirlo, a favor del sistema de los mandatos de la ONU, siempre encomendados a las grandes potencias imperiales que, supuestamente, Chomsky detesta. 

¿Y qué tenemos ahora? 

Bueno, tenemos a el numen de la antiglobalización del siglo veintiuno, que en mi nada respetuosa opinión, no es más que un patético fantoche, que sólo describe lo que ocurre sin interpretarlo, y que además, contribuye conciente y deliberadamente, como la inmensa mayoría de los anarquistas (no todos), a la destrucción de la ideología del occidentalismo, que tantos siglos, sangre, sudor y lágrimas nos costaron a nos, los seres humanos civilizados. 

¡Basta de pelotudismo, por favor! 

Y si me dijeran que estoy muy equivocado, respondería que veremos, veremos y pronto lo sabremos.



[1] La libre expresión y la segura circulación de la información contenida en el presente documento se halla jurídicamente garantizada por la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 (Art. 19), la Constitución Nacional de la República Argentina de 1995 (Art. 14),  la Ley Nacional N° 26.032 de 2005 y el Código Penal de la Nación (Arts. 153 y 155).
 
[2] Para uno de Los Siete Grandes Sabios de Grecia (Solón) El Cisne Negro es la alegoría de un hecho que es teóricamente posible, pero que todos creen que es prácticamente improbable, pues si ocurriera sería catastrófico.

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