martes, 18 de diciembre de 2012

460 Geopolítica (Argentina)


Año II – Primera Edición – Editorial: 00000460 [1]

 

El Cisne Negro [2]
El Diario Digital de la Historia y de la Geopolítica
Martes 18 de Diciembre de 2.012.




Pongamos Blanco Sobre Negro
Por Rubén Vicente 

Supóngase que a usted lo nombran juez en lo criminal y correccional provincial. Y supóngase que después lo nombran miembro de un tribunal oral de sentencia. Y supóngase que, en el caso, está probado que los imputados administran uno a varios prostíbulos, frecuentados por policías, empresarios, periodistas, miembros del poder judicial (provincial y federal), políticos, legisladores y funcionarios de la gobernación. Y supóngase que varias empleadas que declararon como testigos afirman haber visto a la víctima en esos lugares non sanctos. 

Pregunta: ¿La sola declaración coincidente de más de una testigo, que a usted, en facultad, le enseñaron que vale sólo como evidencia circunstancial, pero no como evidencia física indubitale y fehaciente de los hechos bajo su juzgamiento, amerita declarar el dolo de los acusados proxenetas, por el concurso real de los crímenes de plagio, de rapto, de daño a la salud, de reducción a servidumbre, de explotación sexual forzada de la víctima y de eventual homicidio de la misma? 

Si su respuesta fuera la correcta, es decir, que no amerita, le pregunto: ¿Cómo se sentiría usted, si la opinión pública lo acusara de formar parte de la mafia que deja impune los supuestos crímenes, que para usted, no están debidamente comprobados? 

Y le pregunto: ¿Cómo se sentiría usted, si el gobierno nacional compartiera la opinión pública, y se diera cuenta de que en la capital federal se armó un bruto batifondo callejero de proporciones, gracias a su fallo? 

Y le vuelvo a prenguntar: ¿Cómo se sentiría usted, si se enterara que Amnistía Internacional (AI) de Gran Bretaña sale a decir que su fallo es preocupante (sic), tildándolo implícitamente de corrupto?. 

Paremos la chata muchachos, que de lo que se trata es de vivir en una democracia constitucional, donde los que juzgan son los jueces, y no la madre de la supuesta víctima, y no su ong premiada por luchar contra la trata de personas, que es un delito que, dicho sea de paso, no existía en el código penal argentino al momento del hecho, así que, técnicamente, no tiene nada que ver en esta cuestión. 

Es fácil romper todo porque el fallo no gustó. Lo dificil es bancarse las reglas del juego de la justicia de la república de que se prentende formar parte como ciudadano. Es fácil ensuciar gratuitamente la imagen de los jueces de una provincia argentina, desde Buenos Aires, o mejor aún, desde Londres. Lo dificil es hallar la evidencia física que falta, y presentarla en la apelación. ¿Verdad? 

Por eso, yo voy a seguir teniendo paciencia y fe, porque es cierto que la justicia es lenta, pero la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad, es que aunque fuera rápida, lo cierto es que la víctima no aparece y no se sabe dónde está, y nada más, porque todo los demás, sencillamente, no está probado. ¿O si?¿Y entonces …? ¿Qué? ¿Los matamos a todos porque se me canta el orto y listo? 

¡Gordo, dejate de joder! ¡Vos son un facho de mierda¡  

Respuesta del gordo: Si, si, tenés razón, pero antes de vos sigas siendo tan demócrata, yo te propongo que empecemos a poner blanco sobre negro. ¿Dale?  

Y si me dijeran que estoy muy equivocado, respondería que veremos, veremos y pronto lo sabremos.

[1] La libre expresión y la segura circulación de la información contenida en el presente documento se halla jurídicamente garantizada por la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 (Art. 19), la Constitución Nacional de la República Argentina de 1995 (Art. 14),  la Ley Nacional N° 26.032 de 2005 y el Código Penal de la Nación (Arts. 153 y 155).
 
[2] Para uno de Los Siete Grandes Sabios de Grecia (Solón) El Cisne Negro es la alegoría de un hecho que es teóricamente posible, pero que todos creen que es prácticamente improbable, pues si ocurriera sería catastrófico.

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