viernes, 23 de noviembre de 2012

437 Geopolítica (Argentina)


Año II – Primera Edición – Editorial: 00000437 [1]

 

El Cisne Negro [2]
El Diario Digital de la Historia y de la Geopolítica
Viernes 23 de Noviembre de 2.012.




Todo Tiene Que Cambiar, Pero
Para Que Nada Cambie en Realidad
Por Rubén Vicente 

Está más que claro que después del 8N,  del 20N  y del 22N (Griesa) no hay diálogo posible entre el oficialismo y la oposición, tanto negra, obrera y peronista, como blanca,  burguesa y radical, y que el conflicto ha ingresado en una fase de confrontación de los actores estratégicos en pugna. 

En ese contexto, el acuse de recibo del oficialismo, se traduce en el vano intento de deslegitimación de sus oponentes, mientras los mismos, comienzan a unirse, por el lado de la adhesión al paro de los pequeños y medianos productores rurales (Bussi), que es el eslabón que está uniendo las dos partes de la cadena, formada por los negros peronistas de la clase trabajadora y por los blancos radicales de la burguesía. 

Ya sé que hay trabajadores blancos no peronistas, y burgueses negros no radicales, pero a mi esta simplificación, se me antoja suficientemente gráfica y adecuada, para explicar sencillamente la escencia del conflicto, sin que sean necesarias demasiadas disquisiciones sociológicas, que dejo para los especialistas en ciencias sociales y políticas. 

Lo que está por venir (2012-2014), en el mundo entero (orbis), es la continuación y posible finalización de La Segunda Guerra Fría (2001-2014), como ya lo dije en el artículo de anteayer (ayer no publiqué, gracias a Fibertel, que me dejó sin Intenet a mi a todo el edificio), y el potencial agravamiento del conflicto (2014-2017), al que me referiré mañana o pasado, todavía no sé, porque me dicen que están haciendo arreglos en Villa Freud, jé. 

Bueno, decía que, en ese contexto (2012-2014), el conflicto vernáculo también se resolverá, a favor de uno u otro oponente estratégico en pugna, dependiendo esa resolución de las circunstancias mundiales que impactarán sobre nuestra región y sobre nuestro país. 

Pero también, dependerá de las maniobras de los oponentes del conflicto acá, y sobre todo (supra tutto), de los resultados de tales movidas, en términos de fortalecimiento o de debilitamiento propio o ajeno, claro está. 

De esa manera, el conflicto político argentino, necesariamente, se inscribirá en el conflicto latinoamericano, de la misma forma que el conflicto latinoamericano, también necesariamente, se inscribirá en el marco general del conflicto global, obvio. 

No … Digo … Porque hay gente que cree que la historia es sólo el pasado. Pero creo que también es el presente y el futuro, porque la evolución humana es un proceso único y contínuo, donde eso que referenciamos como las reformas, las transformaciones, las revoluciones y las involuciones, no son más que categorizaciones lógicas, que describen los jalones evolutivos de la misma y única historia, que siempre fue, es y será, sencillamente, la misma, no importa cómo se la pretenda concebir artificiosamente.  

Y en mi modo de ver, la expresión geométrica de la historia no es ni una línea ni un círculo, sino más bien, es como un resorte, pero mirado en forma transversal, es decir, a través del orificio del tunel del tiempo, que va avanzando de manera aparentemente circular pero, en realidad, yendo hacia adelante, desde el principio del resorte hasta el final, o incluso, volviendo hacia atrás.  

Por eso, insisto, en mi modo de ver, la historia siempre se repite, pero no siempre de la misma manera. En cada vuelta del resorte, la evolución histórica va hacia adelante en su trayecto, y las cosas del presente se parecen a las del pasado, pero lo que varían son las condiciones, que obviamente, no son las mismas del pasado, teniendo su propia fisinomía en cada oportunidad. 

Sólo un ejemplo para explicar lo que estoy deciendo. Un actor (Anibal Fernandez), se refiere a Agusto Timoteo Moyano. Está más que claro que está queriendo identificar la figura de Moyano (el presente y el futuro) con la de Vandor (el pasado, que fue y que no vuelve más). 

Pregunta: ¿No vuelve más? ¿Verdaderamente no vuelve más? ¿O está volviendo bajo nuevas circunstancias de modo, tiempo y lugar? De esto es de lo que estoy hablando cuando sostengo que la historia es la misma, y que se reedita una y otra vez, en forma similar, aunque la reedición no sea exactamente igual a la del pasado. ¿Me captás la idea? 

Lo que digo es hay gente que cree que el mundo, que la región y que el país están regidos por paradigmas enteramente nuevos y absolutamente inéditos, sin darse cuenta de que lo único que verdaderamente cambia es el nombre que se le pone a cada cosa en cada momento histórico, y nada más. 

Por eso, en el artículo de anteayer dije que a la segunda guerra fría la están queriendo llamar con el nombre del choque de las civilizaciones, para no tener que reconocer lo que no les conviene reconocer en ese momento de la historia, y es que en el fondo del conflicto, que es exactamente el mismo de los siglos diecisesis, diecisiete, dieciocho, diecinueve, veinte y veintiuno, están en pugna el espacio euroasiatico, que por ahora, y sólo por ahora, llamamos Rusia, versus el espacio extra  euroasiático, que por ahora, y sólo por ahora, llamamos EEUU.  

Y acá es lo mismo, porque lo llamemos con el nombre de El Vandorismo o de El Moyanismo, estamos hablando de lo mismo, y no tiene sentido ni práctico ni lógico, empezar a hilar más fino, porque con esos elementos básicos, todo el mundo entiende de qué se trata la cosa, y ya está. 

Si Vandor era El Peronismo Sin Perón, y si Moyano es El Kirchnerismo Sin Kirchner, listo, se entiende, y no la compliquemos al reverendo dop, por favor, que hay damasiado análisis pdr en todo esto de querer entender el mundo desde el laboratorio, desde la biblioteca o desde el frasco de mayonesa, olvidándose de la trinchera, de la cañada y de la calle, que son los campos de batalla reales de la historia. [3] 

Y por eso me gusta tanto el lema sempiterno de la francmasonería universal, de que todo tiene que cambiar, pero para que nada cambie en realidad. 

Y si me dijeran que estoy muy equivocado, respondería que veremos, veremos y pronto lo sabremos.

[1] La libre expresión y la segura circulación de la información contenida en el presente documento se halla jurídicamente garantizada por la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 (Art. 19), la Constitución Nacional de la República Argentina de 1995 (Art. 14),  la Ley Nacional N° 26.032 de 2005 y el Código Penal de la Nación (Arts. 153 y 155).
 
[2] Para uno de Los Siete Grandes Sabios de Grecia (Solón) El Cisne Negro es la alegoría de un hecho que es teóricamente posible, pero que todos creen que es prácticamente improbable, pues si ocurriera sería catastrófico.
 
[3] Obviamente, pdr significa pedorro. Right?
 

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