El Diario Digital de la Historia y de la Geopolítica
Viernes 16 de Noviembre 2.012.
.jpg)
El Peronismo de Izquierda IV.a
Por Rubén Vicente
Precisamente, el lunes
catorce de abril de 1917, con el sol en la constelación del carnero (aries) y
con la luna en la casa de la serpiente (léase: libra), mientras la cristiandad
conmemoraba el martirio de Santa Liduvina, en el ducado de Radomsko, capital
del condado de Lodz, que formababa parte del principado de Cracovia, integrante
de la república nacionalista de Polonia, gobernada por su presidente
provisional, Cnel. Gral. EP Dr. Joseph Pilsudski (50), sobrevino el nacimiento,
en una familia de pequeños comerciantes, de un varón ahkenazí (el primogénito),
que fue circuncidado bajo el nombre de Joseph Ber Geldbard. [3]
El pequeño Joseph hizo
la escuela primaria y el colegio secundario, bajo el régimen pupilo, en un
establecimiento confesional, dependiente de la gran sinagoga central de la
capital polaca (Varsovia).
En 1936, el Bach. Gelbard
(19) abandonó su país, radicándose en la ciudad de San Fernando del Valle de
Catamarca, capital de la provincia argentina de Catamarca donde, sin hablar ni
una palabra en castelllano, se alquiló un cuarto de pensión compartido y, un
mes más tarde, ya estaba trabajando como dependiente de comercio de un patrón
de nacionalidad siria, y de religión musulmana, que había llegado al país hacía
quince años, y se dedicaba al comercio al por mayor de lencería femenina,
traida desde Buenos Aires, para su distribución en todo el territorio
provincial. [4]
Al año siguiente, el Bach.
Gelbard adquirió su propio vehículo, ingresado al país de contrabando,
vía Paraguay. Desde entonces, empezó a hacer la distribución de los corpiños y
de las bombachas con su propio automovil, recorriendo todos los pueblos
catamarqueños.
Los cuatro
vicios que agarró en esos dos largo años (4), eran el cigarrillo, el
whisky, los naipes y las prostitutas. Una noche, peló a un paisano en una mesa
de pocker, y hechó buena, radicándose en la ciudad de San Miguel del Tucumán,
capital de la provincia de Tucumán, donde abrió su propia agencia de venta de
autos, de la marca Chevrolet, dejando de ser un trabajador, para convertirse en
un pequeño empresario (1938).
Comenzó a tramitar su
carta de ciudadanía argentina mientras, paradógicamente, se afilió al Partido
Comunista Argentino (PCA), y se metió en el negocio clandestino de ingresar al
país autos de contrabando, procedentes del Paraguay, que revendía en
todas las provincias del noroeste argentino (Jujuy, Salta, Santiago del Estero,
Tucumán, Catamarca, La Rioja), abriendo con las ganancias otras dos
agencias de venta de automóviles Chevrolet (2), en las ciudades de Salta
y de La Rioja (1940).
Sobre el final de ese
año, por conexiones que tenía en el partido, viajó a Buenos Aires, y participó
de una reunión ultra secreta, organizada por el secretario general del
PCA, Dr. Victorio Codovilla Abrahm (a) Vitorio (45). [5]
Entró a la reunión
como un vendedor y contrabandista de autos del noroeste argentino, que no tenía
un padre millonario, pero salió convertido en uno de los nuevos barones
rojos del comunismo aburguesado vernáculo. Por eso, decidió radicarse en la
capital federal, donde se posicionó como el principal accionista, presidente
del directorio y gerente general (The Chieff Executive Officer = The CEO) de
una nueva socidad comercial, que comenzó a girar bajo la razón social de
Pecerre SA, con domicilio legal en la ciudad de Buenos Aires, también dedicada
a la venta de automoviles de la marcha Chevrolet. [6]
Al año siguiente
(1941), Pecerre SA adquirió el capital accionario de una empresa de
fabricación, distribución y comercialización de cubiertas para automotores de
todo tipo (Fate), quedando conformado El Grupo Gelbard de la Argentina, que era
secretamente comunista, dá.
En sólo diez
años (1941-1951), El Grupo Gelbard se posicionó en el mercado nacional, como el
primero en distribución y ventas de neumáticos, que compraban las fuerzas
armadas, las fuerzas de seguridad y la administración pública civil, en los
niveles municipal, provincial y federal; destrozando a la competencia
estadounidense, de Firestone y Good Year. Conste.
Fue entonces, cuando
el presidente de la nación, Agte. FDC C-3 Cnel. EA ® Dn. Juan Domingo Perón Sosa (a) Giussepe Palomari
(a) El Pocho (58), hizo citar al Bach. Gelbard a La Casa Rosada, involucrándolo
en el proyecto de La Nueva Argentina, a través de la formación de una central
empresarial peronista, que recibiría el nombre de La Confederación General
Económica (CGE), cuyo primer presidente de la comisión directiva
fue, justamente, el Bach. Joseph Ber Gelbard (a) Don José (34). [7]
No es que Gelbard se
había hecho peronista. Es que la CGE estaba subrepticiamente controlada
por el PCA, y a su través, estaba ligada con La Unión Soviética de Joseph
Stalin (72), porque Perón era nazi, no jodamos, pero no comía vidrio,
obvio.
Gracias a Gelbard, el
peronismo comenzó a acercarse a los pequeños y medianos productores rurales de
la FAA, a los industriales de la UIA y comerciales de la CAME, que se sumaron a
la CGE. En otras palabras, la economía de La Nueva Argentina era soviética,
a través de la CGE de Don José, claro está. [8]
Después de La Caída de
Perón (1955), Gelbard (38) adquirió para su grupo económico cripto comunista,
la mayoría accionaria de la firma Wobron SA, a otro barón rojo argentino,
que se convertiría en su mano derecha, con perdón de la palabra, pero también,
en su amigo entrañable, para siempre (Julio Broner).
Y en 1957, el Bach. José Ber Gelbard (a) Don José (40), se posicionó
como el primer maestre de La Hermandad del Directorio, que era la flamante rama
judeo argentina de la masonería mundial (léase: la masonería azul = la
masonería inglesa = la masonería anticatólica = la masonería antipapista = la
masonería diabólica = la masonería satánica), que brega, y dije brega, por el
fracaso del plan divino de salvación, adoptando el nombre esotérico de Hermes.
Y si me dijeran que estoy muy equivocado,
respondería que veremos, veremos y
pronto lo sabremos.
[1]
La libre expresión y la segura circulación de la información contenida en
el presente documento se halla jurídicamente garantizada por la Declaración
Universal de los Derechos Humanos de 1948 (Art. 19), la Constitución Nacional
de la República Argentina de 1995 (Art. 14),
la Ley Nacional N° 26.032 de 2005 y el Código Penal de la Nación (Arts.
153 y 155).
[2] Para uno de Los Siete Grandes Sabios de
Grecia (Solón) El Cisne Negro es la
alegoría de un hecho que es teóricamente posible, pero que todos creen que es
prácticamente improbable, pues si ocurriera sería catastrófico.
[3] En
ese momento (1917), Polonia era un estado internamente soberano, pero
externamente, su independencia estaba garantizada por El Segundo Imperio Alemán
(Das II Reich) y por El Imperio Austro Húngaro (La Gran Austria), en el marco
de La Gran Guerra Mundial (1914-1918). Desde el punto de vista estrictamente
astrológico, Joseph Ber Gelbard fue una persona nacida para tener una vida
signada por el equilibrio en la acción,
es decir, una vida de equibrista.
Conste.
[4]
Para mi, uno de los misterios de la historia argentina, es porque los judíos
polacos, que eran nacidos y criados en
un país de clima frío, se radicaban en el calido interior de La Argentina, como
es el caso de José Ber Gelbard, que se estableció en Catamarca, o el caso del
abuelo de de mujer Ema Dobrinski Nuñez (Valentín Dobrinsky), que se estableció
en el entonces territorio nacional de El Chaco.
[5]
Ver El Cisne Negro (Editorial 90).
[6]
En realidad, la razón social de la empresa del Bach. Gelbard era Partido
Comunista Revolucionario (PCR), que él quería escribir Pe Ce Erre, pero quedó
Pacerre. Conste.
[7]
FDC es la sigla de Fasci di Combatimento, que era el servicio de inteligencia,
seguridad y operaciones paramilitares del Partido Fascista Italiano (PFI). Y
C-3 es el escalafón de los agentes secretos de casi todos los servicios de
inteligencia del mundo entero (orbis).
[8]
FAA es la sigla de Federación Agraria Argentina; UIA es la sigla de la Unión
Industrial Argentina; y CAME es la sigla de la Cámara Argentina de la Mediana
Empresa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario