miércoles, 21 de noviembre de 2012

436 Geopolítica (Argentina)


Año II – Primera Edición – Editorial: 00000436 [1]

 

El Cisne Negro [2]
El Diario Digital de la Historia y de la Geopolítica
Miércoles 21 de Noviembre de 2.012.




Ahora Le Dicen
El Choque de Las Civilizaciones
Por Rubén Vicente 

Exactamente el miércoles veinticuatro de octubre de 1945, con el sol en la constelación del escorpión (escorpio) y con la luna en la casa del gallo (léase: capricornio), mientras la cristiandad católica apostólica romana celebraba la festividad de San Ignacio de Constantinopla, representantes diplomáticos de todo el mundo, se reunieron en el marco de La Conferencia de San Francisco, para conformar La Organización de las Naciones Unidas (ONU), liderada por los EEUU y secundada por Gran Bretaña, Francia, China y La Unión Soviética. 

Ese mismo día, catorce mi kilómetros más al sur, ciento cincuenta secretarios generales y subsecretarios generales (150) de los sindicatos argentinos suscriben un documento, expresando su decisión de conformar una nueva asociación civil sin fines de lucro, que comenzó a funcionar bajo el nombre de El Partido Laborista Argentino (PLA). 

Su primer secretario general, fue el asesor letrado del sindicato ferroviario, Dr. Juan Atilio Bramuglia (42), secundado por el secretario general del sindicato de los trabajadores del gremio de la carne, Cro. Luis Gay (41). Acto seguido, el PLA declaró su apoyo a la candidatura a la presidencia de la nación del flamante ex secretario de trabajo y previsión social de la nación, como así también, ex ministro de defensa nacional y, a la vez, ex vicepresidente de la nación, Agte. FDC C-3 Cnel. EA ® Dn. Juan Domingo Perón Sosa (a) Giuseppe Palomari (a) El Pocho (52). [3] 

En esa misma semana, el flamante ex director general de la Policía Federal Argentina (PFA), Cnel. EA ® Dn. Filomeno Velazco (51), auspició la formación de los llamados centros cívicos independientes (léase: Los CCI´s), en las capitales de las catorce provincias argentinas (14). En la primera quincena de noviembre, comenzaron a sumarse a los CCI´s, jóvenes estudiantes y graduados universitarios, hasta entonces adherentes  al Partido Nacional Demócrata (PND), es decir, al partido conservador argentino, liderado por el Dr. Robustiano Patrón Costa (67).
 
Una semana más tarde, representantes de los catorce CCI´s, se reunieron en la capital federal, para conformar una asociación civil sin fines de lucro, que comenzó a funcionar bajo la razón social de El Partido Conservador Independiente (PCI), cuyo primer presidente del directorio, fue el Cnel. Velazco, secundado por los Dres. Héctor Jacinto Cámpora (36), Vicente Solano Lima (44), Héctor Sustaita (45) y José Visca (46). Diez días más tarde, ya contando con el reconocimiento oficial de la personería política, el PCI declaró su apoyo a la candidatura presidencial del Cnel. Perón.
Paralelamente, el flamante ex ministro del interior, Dr. Hortensio Quijano (61), lideró a un grupo de dirigentes de la Unión Cívica Radical (UCR), que tomaron la decisión de escindirse del partido más importante del país, para conformar una nueva asociación civil sin fines de lucro, que comenzó a funcionar bajo la razón social de La Unión Civica Radical Junta Renovadora (UCR-JR), cuyo primer presidente del directorio fue, justamente, el Dr. Quijano.
En la partida, lo siguieron los Dres. Juan Isaac Cooke, Alejandro Leloir, Vicente Leónides Saadi, Eduardo Colom, Armando Antille, etc. Sólo dos semanas más tarde, otro grupo de dirigentes, que formaban parte de La Fuerza de Orientación Radical de la Juventud Argentina (FORJA), es escindien de esa agrupación, liderados por el Dr. Arturo Jaureche (44), que también integraba la UCR, para sumarse a la UCR-JR de Quijano. En la primera quincena de enero de 1946, la UCR-JR declaró su apoyo a la cancidatura presidencial del Cnel. Perón.
El dos de febrero, el PCI, la UCR-JC y el PLA se unieron, para conformar el frente nacional socialista, que tomó el nombre de La Junta Nacional de Coordinación Política (JNCP), liderada por el Dr. Bramuglia, que declaró su apoyo a la fórmula presidencial  Perón–Quijano, que venció en las elecciones del veinticuatro de febrero, imponiéndose en trece de las catorce provincias argentinas (13), con el cincuenta y seis por ciento de los votos (56%). Right?
La primera línea del naciente peronismo quedó conformada por el presidente Perón, por el vicepresidente Quijano, por el presidente de la cámara de diputados de la nación (Cámpora) y por el gobernador de la provincia de Buenos Aires (Mercante). 

Un año más tarde, los tres partidos (conservador independiente, radical renovador y laborista), integrantes de la JCAP, desidieron la fusión, cambiando el nombre de la JCAP, por el nuevo de El Partido Peronista (PP), liderado por su primer secretario general del consejo superior, es decir, el senador nacional por la capital federal, Clte. ARA ® Dr. Alberto Tessaire (54). 

De esa manera, del gobierno militar nazi instaurado en 1943, surgió un moviento auténticamente popular, también nazi, pero triunfador por la vía electoral (léase: el nazismo democrático = el laborismo). 

La Nueva Argentina Peronista implicaba la alianza estratégica de las fuerzas armadas de la nación, con la iglesia católica apostólica romana argentina, con el pequeño y mediano empresariado nacional y con el movimiento obrero organizado. ¿Para qué? 

Para la construcción de un movimiento nacional y popular, capaz de concretar los objetivos geopolíticos de la independencia económica, de la justicia social, de la soberanía política, de la integración latinoamericana y la tercera posición internacional, equidistante del comunismo soviético y del capitalismo estadounidense, en el marco de La Guerra Fría (1946-1991). [4]  

Comparado con el modelo anterior, de la próspera colonia agroexportadora británica, La Nueva Argentina Peronista significó un corrimiento general del espectro político vernáculo hacia la izquierda, y por eso digo que el nazismo indiano (léase: el justicialismo), en esencia, no es otra cosa que el frente nazi de izquierda, y nada más, claro está. [5] 

Actualmente, los objetivos del justicalismo son exactamente los mismos que hace casi setenta años (70), y lo único que han cambiendo son dos cosas (2). La primera, que ya no hay más guerra fría, sino que el mundo entero (orbis) vive inmerso en La Segunda Guerra Fría (2001-2014).  

Y la segunda, es que en ese contexto de la segunda guerra fría, el tercerismo justicialista, ya no se traduce en la equidistancia entre el comunismo soviético y el capitalismo estadounidense, sino más bien, en la equidistancia entre la globalización unipolarista, representada por los EEUU y sus aliados (Gran Bretaña, Israel y Corea del Sur), versus la antiglobalización multipolarista, representada por los cuatro oponentes extrahemisféricos de Washingon (4), como son China, Rusia, Arabia Saudita, Francia y sus bloques (ASEAN, CEI, OPEP y UE). 

En ese contexto, los interlocutores válidos de Pekín, de Moscú, de Riad y de París en América Latina son, en mi opinión, sin duda ninguna, El Brasil y, en menor medida, La Argentina Nazi, y a su través, Haití, Cuba, Nicaragua, Ecuador, Bolivia y Paraguay. 

Y digo nazi porque estoy refiriéndome al socialismo nacional (léase: el nacional socialismo), que tiene una versión totalitaria de derecha (léase: el hitlerismo) y otra versión democrática de izquierda (léase: el grünismo). Y si no es cierto, vuelvo a sugerir la lectura de El Cisne Negro (Editorial 28), y el que no quiera entender que no entienda. Total … 

En opinión, que no tiene por qué ser compartida, pero que me gustaría que fuera respetada, porque creo que está suficientemente bien fundada, el nazismo indiano argentino (léase: el justicialismo), continuará siendo en el siglo veintiuno, que es el primero del tercer milenio de la era cristiana, la gran fuerza trasnformadora de La Argentina, porque nunca perdió de vista ni la realidad mundial con sus condicionamientos, ni la realidad nacional con sus condicioamientos, y cuando tuvo que estatizar, estatizó, y cuando tuvo que privatizar, privatizó, y cuando tuvo que generar progreso y repartir la abundancia, lo hizo, y cuando tuvo que planificar el ajuste y repartir las cargas y los sacrificios, también lo hizo, con la comprensión de la gran mayoría del pueblo argentino. ¿Verdad? 

Todos lo saben, y por eso no tienen demasiada dificultad en reconocer a dónde está el verdadero socialismo nacional argentino (léase: nazismo indiano = el justicialismo), en cada momento histórico, opere bajo el nombre ocasional que opere, y por eso, el justicialismo es raro que vaya a perder las elecciones. 

Hoy estamos viendo el enfrentamiento entre el centro justicialista (léase: el peronismo = el duhaldismo = el moyanismo) y la izquierda justicialista (léase: el evitismo = el camporismo = el kirchnerismo = el cristinismo), y seguiremos viéndolo en lo que resta del año y en 2013, cuando se sabrá cuál de los dos justicialismos predomina, o si se vuelve a hacer fuerte el justicialismo de derecha (léase: el menemismo), bajo el nombre que se le quiera poner, pero será lo mismo, puesto no interesa el nombre, sino los objetivos, interpretados y armonizados de acuerdo con la verdad, que es la única realidad, y nada más, claro está. 

Por eso yo digo que el mundo, la región y el país están viviendo la segunda guerra fría, que ahora la llaman con el nombre de el choque de las civilizaciones, pero en el fondo es exactamente lo mismo, pues el nombre no interesa, sino la escencia de la idea que anima el conflicto, entre el pensamiento único (léase: la globalización unipolarista) y el nazismo alternativo (léase: la antiglobalización multipolarista). 

Y si me dijeran que estoy muy equivocado, respondería que veremos, veremos y pronto lo sabremos.


[1] La libre expresión y la segura circulación de la información contenida en el presente documento se halla jurídicamente garantizada por la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 (Art. 19), la Constitución Nacional de la República Argentina de 1995 (Art. 14),  la Ley Nacional N° 26.032 de 2005 y el Código Penal de la Nación (Arts. 153 y 155).
 
[2] Para uno de Los Siete Grandes Sabios de Grecia (Solón) El Cisne Negro es la alegoría de un hecho que es teóricamente posible, pero que todos creen que es prácticamente improbable, pues si ocurriera sería catastrófico.
 
[3] FDC es la sigla de fasci di combatimenti, que era el servicio de inteligencia, de seguridad y de operaciones paramilitares (léase: la milicia) de El Partido Fascista Italiano (PFI). Y C-3 es el escalafón de los agentes secretos de casi todos los servicios de inteligencia del mundo entero (orbis). En el momento del reclutamiento, le es impuesto al nuevo agente un nombre y apellido supuestos, que lleva sus iniciales, como así también, un nombre de guerra para casos de emergencia, por interferencia en la comunicaciones, naturalmente secretas, obvio.
 
[4] Esos objetivos geopolíticos son inequívocamente nazis. Véase en tal sentido El Cisne Negro (Editorial 28).
 
[5] Véase El Cisne Negro (Editoriales 401 y 402).

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