miércoles, 7 de noviembre de 2012

423 Historia (Mundial)


Año II – Primera Edición – Editorial: 00000423 [1]

 

El Cisne Negro [2]
El Diario Digital de la Historia y de la Geopolítica
Miércoles 7 de Noviembre de 2.012.





El Racismo VII
Por Rubén Vicente 

El Holocausto Judío (léase: La Shoa), es un hecho históricamente innegable, pero bien investigado, la conclusión el que el mismo puede ser válidamente identificado sólo con La Operación ´Solución Final´ (1941-1943), exclusivamente reducida a La Rusia Europea, y nada más, claro está. 

Quizá porque él era uno de los únicos seis gobernantes hitleristas que sabía todo (6), Ribbentrop reconoció durante Los Juicios de Neurenberg, que las víctimas de El Holocausto Judío habían sido trescientos mil (300.000), callando cuántos gitanos fueron sujetos pasivos de genocidio sin cuento, por la sencilla razón de que al mundo entero (orbis) sólo le interesaban los judíos, porque Ribbentrop sabía de memoria que los gitanos no le interesaban a nadie, pero a nadie, off course. [3] 

Y esa declaración de Ribbentrop fue, justamente, el punto de inflexión, que partió aguas en las filas del racismo mundial, distinguiendose perfectamente la monstruosidad hitlerista del genocidio judío, de el segregacionismo tradicional del nazismo, que hasta los jueces estadounidenses compartían, porque dos de ellos eran miembros del Ku Klux Klan, no me jodan. 

Y tanta razón creo que tengo, que fijate vos que hubo que esperar a Las Matanzas de Mississippi de 1964, para que el presidente masón democrata de los EEUU (Lindon Johnson), emitiera un directiva ejecutiva (léase: el decreto), en cuya virtud fue declarada la condena pública de la discriminación racial (sic) en que incurrió El Ku Klux Klan, que no colgaba un negro ni incendiaba un templo de negros desde hacía ochenta años (1884). 

Y fue la administración demócrata de Johson la que presionó sobre La Organización de las Naciones Unidas (ONU), liderada por los EEUU, para que aprobara La Convención Internacional sobre Racismo de 1965, que exhorta a todos los estados miembros de la comunidad internacional, a contraer un compromiso firme, de eliminar de su orden jurídico interno, absolutamente toda práctica que implique cualquier forma de discriminación racial de los seres humanos (sic), que ya tenían derecho a la vida, a la libertad, al honor y a propiedad, universalmente reconocidos desde 1948. Right? 

Pero ojo, que discriminación racial, no es segregación racial, porque una cosa es la negación de la identidad humana del individuo (léase: la discriminación racial), que está prohibida, y otra muy distinta, es mantener la separación de las razas inferiores, para evitar la degeneración de la raza superior (la segregación racial). Y eso fue, justamente, El Aparheid Sudafricano. 

En efecto, en inglés, la palabra apartheid significa segregación. Viene del latín segregare, que es sinónimo de separar, apartar y marginar. La separación, el apartamiento o el marginamiento sudafricano es del gobierno blanco respecto de la inmensa mayoría del pueblo negro. El apartheid es la democracia blanca, excluyente de los negros, en cuanto a sus derechos políticos, pero no civiles. 

La discriminación es civil y política. La segregación es sólo política. Se impuso en 1948, cuando ganó las elecciones El Partido Nacional Africano (The Afrikaner Party). En 1949 se aprobó La Ley de Prohibición de los Matrimonios Interraciales. En 1950 se aprobó la Ley de Moralidad, que prohibía el sexo interracial, considerándolo como un crimen, reprimido con prisión de hasta cinco años (5). 

Quien conozca un poco la historia de Sudáfrica, sabrá que había un país para los blancos y otro país para los negros, que convivían separados, pero nadie les negaba a los negros sus derechos civiles, que tenían sus casas, sus barrios, sus ciudades, sus escuelas, sus clubes, sus templos, sus cementerios, sus colegios, sus universidades, sus empresas, sus bancos, sus medios masivos de comunicación social y sus asocaciones civiles sin fines de lucro (léase: las ong´s), incluyendo N´Kata, que es el partido político con personería jurídica, pero no con personería política, que brega en pos de el racismo negro, es decir, que se opone a la mezcla degenerativa de la sangre negra con la sangre blanca, para preservar la pureza de la sangre negra, en el marco de lo que se ha dado en llamar con el nombre de  la supremacía de la negritud. ¿Escuchastes? 

N´Kata sostiene que la raza negra es la raza superior, y está totalmente de acuerdo con la separación (léase: the black apartheid). Y de N´Kata es el tercer propietario de tierras, concesionario de minas e industrializador de diamantes de Sudáfrica, es decir, el Dr. Patrice Motsep (50). Right?  

Y en ese contexto, El Partido del Congreso Nacional Sudafricano (PCNS) de Nelson Mandela, no empezó a crecer sino hasta después de el genocidio de los negros perpetrado por el ejército sudafricano, en el marco de La Guerra de Namibia (1965-1988). 

Recién al final del conflicto la ONU condenó a Sudafrica, no por su régimen jurídico de la segregación racial (the apartheid), sino más bien, por la discriminación racial de los namibianos, que implicó la negación de su dignidad humana, a través del genocidio. 

Pero con el despelote del final de la guerra fría, nadie interpretó que lo que se condenó no fue la segregación racial sudafricana, sino el genocidio namibiano, que no es lo mismo. ¿Verdad? 

Y eso sucedió, porque la inmensa mayoría de los medios masivos de comunicación social del mundo entero (orbis), pertenecen a individuos que no son racistas, y por eso, metieron todo la misma bolsa, batiendo el parche con que lo que se condenó la ONU fue el apartheid, lo cual es una pura, lisa y llana men-ti-ra, y nada más. Right? 

Lo que vimos en el mundo durante la ante última década del siglo pasado, fue el aprovechamiento de la condena del genocidio sudafricano en Namibia, para promover la abolición del apartheid, nada más que porque las grandes potencias, necesitaban que los diamantes sudafricanos dejaran de ser de los racistas sudafricanos, y pasaran a ser de las filiales sudafricanas de  las empresas transnacionales de esas grandes potencias cultoras de la rapiña imperialista. 

¿Qué ha cambiado realmente en Sudáfrica desde la abolición del apartheid? Respuesta: Nada. Solo que ahora tienen presidentes negros; que organizaron El Mundial de Sudáfrica de 2010 y que Los Spring Box tienen de hijos a Los All Blacks. And that´s all¡ 

Fuera de eso, los diamantes siguen las manos de los racistas segregacionistas de los afrikaners y de n´kata, y si yo fuera detective de Interpol, investigaría qué tuvo que ver la compentencia de los magnates internacionales del diamante, en su guerra secreta contra los racistas sudafricanos, en el accidente que le costó la vida a Lady Di en París, porque El Hermano de Lady Di es el dueño de De Beers, que es la primera productora y exportadora mundial de diamante sudafricanos, no se si… 

Y si me dijeran que estoy muy equivocado, respondería que veremos, veremos y pronto lo sabremos.

[1] La libre expresión y la segura circulación de la información contenida en el presente documento se halla jurídicamente garantizada por la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 (Art. 19), la Constitución Nacional de la República Argentina de 1995 (Art. 14),  la Ley Nacional N° 26.032 de 2005 y el Código Penal de la Nación (Arts. 153 y 155).
 
[2] Para uno de Los Siete Grandes Sabios de Grecia (Solón) El Cisne Negro es la alegoría de un hecho que es teóricamente posible, pero que todos creen que es prácticamente improbable, pues si ocurriera sería catastrófico.
 
[3] En 2009, El History Channel exhibió un documental que data del año 1964, filmado en Auschwitz-Birkenau,, mostrando una placa recordatoria de bronces donde dice que las víctimas de El Holocausto Judío fueron cuatro millones (4.000.000). Acto seguido, ese mismo video mostró imágenes correspondientes al año 2008, que fueron tomadas en ese mismo lugar, pero con otra placa de bronce, que dice que las víctimas de El Holocausto Judío ascienden a seis millones (6.000.000). Se ve que cuentan otros dos millones que deben haber muerto antes o después de la guerra. No sé si ….
 
[4] Ver Wikipedia en inglés.

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