martes, 6 de noviembre de 2012

422 Historia (Mundial)


Año II – Primera Edición – Editorial: 00000422 [1]

 

El Cisne Negro [2]
El Diario Digital de la Historia y de la Geopolítica
Martes 6 de Noviembre de 2.012.




El Racismo VI
Por Rubén Vicente 

Exactamente en 1904, varios sindicalistas austríacos, que eran partidarios de el socialismo verdadero, se unieron para conformar una nueva asociación civil sin fines de lucro, que recibió el nombre de El Partido de los Trabajadores Alemanes (léase: Die Deutsche Arbertei Partei = DAP), liderado por el Cro. Dr. Anton Drexler (a) El Cerrajero (1884-1942). 


A diferencia de monarquistas, de los conservadores, de los liberales, de los anarquistas, de los socialistas y de los comunistas, los nazis del DAP austríaco de Drexler, tomaron franca posición ante la cuestión judía, pronunciándose a favor del racismo anti semita (léase: el antisemitismo), en su versión light (léase: la segregación).  

En teoría pura, la segregación racial implica poner en cuarenta política a los que no son nórdicos, considerándolos como portadores de un virus degenerativo de la raza superior, motivo por cual, el DAP abogaba por la solución políticamente profiláctixa, de mantenerlos separados del partido y del sector público del estado, en sus ramas judicial, parlamentaria, gubernamental y administrativa, sea eclesiástica, militar o secular, incluyendo el servicio civil interior y el servicio diplomático exterior. 

Sin embargo, la segregación racial, tal cual la concebía el DAP, suponía que los que no son nórdicos son, no obtante. personas, a las que debía reconcérseles los mismos derechos civiles que a los nórdicos, y también, los derechos políticos pasivos, en las entidades del sector privado del estado austro-húngaro. 

Además, en la concepción racista antisemita del DAP, los judíos ashkenazíes son tan nórdicos como los cristianos nórdicos, pues ambos (cristianos y ashkenazíes) son arios, y por ello, pensaban que la segregación no los debía incluir, abogando a favor de la ciudadanía austro húngara de los ashkenazíes, aunque no fueran miembros de la nación austríaca, como lo eran los austríacos cristianos, claro está. 

Ahora bien, durante La Gran Guerra Mundial (1914-1918), y más precisamente, en 1916, cuando ya tenía doce años de vida (12), el DAP austríaco de Drexler, se convirtió en una asociación civil sin fines de lucro, con domicilio legal en la capital bávara (Munich), donde le fue reconocida no sólo la personería jurídica, sino también, la personería política, quedando programado su debut electoral para dos años más tarde (1918). [4] 

En 1918, vencida Alemania en la gran guerra mundial, sobrevino la fractura del segundo imperio germano (léase: La Pequeña Alemania = Das II Reich), fomándose las repúblicas de Alemania y de Baviera, esta última gobernada por el comunismo pro soviético. [5]

Pero, a principios de 1920, también se fracturó el comunismo bávaro, sesecionándose El Partido Comunista Revolucionario (PCR), liderado por su secretario general, Agte. III-D C-3 Cbo. Pro. RW ® Ing. Adolf Hitler (a) Johannes Wolf (a) El Fuhrer (31). [6] 

Y en marzo de ese año (1920), se unieron el DAP de Drexler con el PCR de Hitler, para conformar una nueva asociación civil sin fines de lucro, que comenzó a girar bajo la razón social de El Partido Nacional Socialista Obrero Bávaro (PNSOB), al que se le otorgaron las personerías jurídica y política, teniendo su debut en las elecciones complementarias de noviembre de 1920, en las que el PNSOB obtuvo el cero coma ocho por ciento de los sufrágios válidamente emitidos (0,8%), perdiendo la personería política, según la ley bávara vigente en ese entonces. [7] 

Para disimular lo indisimulable, el primer secretario general del PNSOB (Hitler) hizo tres cosas (3). La primera fue cambiarle al nombre a su partido fantasma, por el nuevo de El Partido Nacional Socialita Obrero Alemán (PNSA). La segunda fue declarar que el partido nazi llevaría a la práctica su nueva estrategia política de el abtencionismo revolucionario (¿?). Y la tercera fue levantar el estandarte segregacionista del DAP, transformándolo en la bandera del nazismo, que políticamente no existía, y que sólo era un maldito sello de goma, claro está. 

Pero cuando ya estaba en el poder, liderando un frente del que formaban parte todas las fuerzas políticas alemanas, menos El Partido Social Demócrata (PSD) y El Partido Comunista de Alemania (1935), el nazismo convirtió en ley del tercer imperio (Das III Reich) la segración de los sefaradíes (léase: los judíos asiáticos = los judíos morochos = los judíos semitas), a través de Las Leyes Raciales de Neuremberg. 

Desde entonces, oficialmente, Alemania se convirtió en una nación donde rejía la institución de la segregación racial de los semitas, y se ve que ello no debilitaba en nada, ni la cohesión ni el liderazgo que El III Reich ejercía sobre su área de influencia geopolítica planetaria, corporizada en El Movimiento Solidarista Mundial (MSM), con sede en la ciudad sueca de Malmö. ¡Ojo! [8] 

Es más, cuando los EEUU abandonaron su liderazgo sobre el MSM (1934), la legislatura del estado de Tennesse, aprobó un proyecto de ley por el que le reconoció personería política internacional al Ku Klux Klan (KKK), para ser admitido como adherente no gubernamental al MSM, liderado desde ese año por El III Reich. Conste.

Y el segregacionismo anti semita nazi alemán ganó las elecciones generales y parlamentarias de 1936, de 1938, de 1940, de 1942 y de 1944, esta última, con el noventa y cuatro por ciento de los votos (94%). Right? [9] 

Sólo recién a partir de 1941, en el marco de La Operación ´Barbarroja´ de anexión de La Rusia Europea, fue lanzada, en absoluto secreto mortal (léase: la omertá = el que habla se muere), nada más ni nada menos, que La Operación ´Solución Final´, de exterminio masivo, es decir, de genocidio, de todos los judíos (sefaradíes y ashkenazíes), hayan cometido el crimen que fuera, porque están claras dos cosas (2). 

La primera, es que el genocidio no era para los askenazíes (los ciudadanos plenos) ni para los sefaradíes (los segregados ciudadanos de segunda = los kelpers), que no registraban datos en sus prontuarios (léase: los judíos decentes). Y la segunda era que el genocidio judío (sefaradí y askhnezí) fue lanzado contra los criminales (comunes y políticos) de religión yavista, pero sólo de La Rusia Europea, y no del resto de los judíos del III Reich. Conste. [10] 

Por eso, el mundo entero (orbis), no sabía absolutamente nada del genocidio de los judíos en La Rusia Europea, llevado a cabo por unidades especiales de las SS, que no usaron cámaras de gas para las ejecuciones, por la sencilla razón que, en el medio de la segunda guerra mundial, directamente, no había gas natural, porque los gasoductos fueron todos más que obviamente des-tru-í-dos. Right? 

No. Fueron fusilamientos, lisos y llanos, con tiros de gracia en la cabeza, de varones, mujeres, niños y ancianos, y con inhumaciones en fozas comunes, donde los cadáveres fueron cubiertos con cal, nada más que para tapar el olor a podrido. 

El mundo se enteró de El Holocausto Judío (léase: La Shoa) recién cuando concluyó la sugunda guerra mundial, y más precisamente, en junio de 1945, que fue cuando se organizó el show de las fosas comunes y de los ya raquíticos condenados a muerte de Birkenau, y no de Auschwitz, como tanto repiten como loros, sin tener absolutamente ninguna prueba fehaciente e indubitable, que certifique la veracidad de semejante infamia, que no fe más que pura propaganda anti nazi, y nada más, claro es tá. [11] 

Yo no, repito, yo no niego el holocausto, pero quiero poner las cosas en blanco sobre negro, y decir que fue obra exclusiva y excluyente de la cúpula dirigente de Berlín (léase: los hitleristas), y no de todos los nazis, que estaban de acuerdísimo con la segregación racial de los semitas, pero que no hubieran estado de acuerdo jamás con la discriminación de todos los judíos, por el sólo hecho de ser judíos, porque a diferencia de la segregación, la discriminación es la negación de la dignidad de la persona humana, y su identificación con las bestias atroces, feroces o salvajes, lo mismo da. Conste. [12] 

Y tanta razón tengo, que fijate vos que La Operación ´Walkiria´, que fue para asesinar a toda la cúpula hitlerista, fue organizada por militares que eran nazis hasta el caracú, y que le habían jurado una lealtad incondicional al fuhrer, pero hasta que supieron que se había vuelto completamente loco de remate, con eso del genodicio judío de La Rusia Europea. 

Los únicos que sabían en el gobierno hitlerista fueron Hitler, Goering, Himmler, Goebbels y Ribbentrop, más los SS involucrados en la operación genocida.

Y ahí están las declaraciones de El Juicio de Neurenberg que lo certifican sin la menor sombra de dudas, dejando claro que el resto de los gobernantes de El III Reich, sencillamente, estaba en pelotas con ese tema. Right? 

Por eso, alguien sabe mucho de este tema, porque integró Las Juventudes Hitlerianas, y la defensa antiaérea de la planta muniquesa de la BMW, como fue el Sub. Tte. SS Dr. Joseph Ratzinger (a) Benedito XVI (a) Panzer (18), se cuida muy bien en sus encíclicas de hacer referencia a la locura hitlerista (sic), y no a la locura nazi en general, aún sabiendo que los nazis eran, son y serán segregacinistas por definición, pero no discriminacionistas. ¿Capito? 

Entonces, por favor, no confundamos más las cosas, que están más claras que el agua, porque no es lo mismo el segregacionismo racial de los nazis en general (léase: el apartheit), que la discriminación racial de los hitleristas en especial (léase: el genocidio) que, de alguna manera, puede concluírse válidadmente que son términos opuestos y excluyentes, y nada más, claro está. ¿Verdad? 

Por eso, yo digo que una cosa es el nazismo y otra muy distinta es el hitlerismo, de la misma manera que digo que, una cosa es la segregación racial (léase: la cuarentena profiláctica = el apartheit) y otra, muy diferente, es la discriminación racial (léase: la negación de la humanidad del diferente = el genocidio), porque el nazismo es viceralmente segregacionista (léase: la profilaxis racial), mientras el hitlerismo es psicótica y satánicamente discriminacionista (léase: genocida). 

Ypor eso, yo concluyo que el hitlerismo es la degeneración del nazismo, y nada más, claro está.

Y si me dijeran que estoy muy equivocado, respondería que veremos, veremos y pronto lo sabremos.

[1] La libre expresión y la segura circulación de la información contenida en el presente documento se halla jurídicamente garantizada por la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 (Art. 19), la Constitución Nacional de la República Argentina de 1995 (Art. 14),  la Ley Nacional N° 26.032 de 2005 y el Código Penal de la Nación (Arts. 153 y 155).
 
[2] Para uno de Los Siete Grandes Sabios de Grecia (Solón) El Cisne Negro es la alegoría de un hecho que es teóricamente posible, pero que todos creen que es prácticamente improbable, pues si ocurriera sería catastrófico.
 
[3] El nacionalismo y el socialismo internacionalista (léase: el socialismo científico = el marxismo = el comunismo), son ideologías lógicamente incompatibles y excluyentes entre si, pero paradógicamente, exactamente en 1840, sobrevino la confluencia entre ambas, en la ideología superadora de las antinomias teóricas de el socialismo verdadero (léase: el socialismo nacionalista = el nacionalismo socialista = el socialismo nacional = el nacional socialismo = el nazismo decimonónico = el nazismo original = el nazismo democrático = el laborismo = la social democracia = el social cristianismo = la doctrina social de la iglesia = el sionismo = el grünismo = el prohudonismo = el engelismo = el herzlianismo). En tal sentido, véase El Cisne Negro (Editorial 28). Conste.
 
[4] El ministerio de interior del gobierno del gran reino alemán de Baviera, le otorgó al DAP de Drexler la personaría jurídica y la personería política, sabiendo que sus estatutos abogaban a favor de la segregación racial, considerándola como un ideología más, dentro de campo institucional de la democracia constitucional, y dejándole al electorado, el apoyo o no apoyo a esa idea política. Conste.
 
[5] En La Rusia Comunista se estaba gestando la revolución pura (léase: la revolución totalitaria). En cambio, en la república socialista soviética de Baviera, El Partido Comunista de Baviera (PCB), liderado por su secretario general y, a la vez, presidente de la república, Cda. Kurt Eisner, pretendía hacer la revolución impura (léase: la revolución democrática). Conste.
 
[6] III-D era la sigla del servicio de inteligencia de las fuerzas armadas de la república social de Alemania. C-3 es el escalafón de los agentes secretos de casi todos los servicios de inteligencia del mundo entero (orbis). Las órdenes de Hitler eran las de trabajar para dividir al comunismo bávaro, creando el PCR y aliándolo con el DAP de Drexler, para luego posicionarse como la oposición de ultra izquierda en el país gobernado por la izquierda moderada, criticándole al oficialismo su lentitud para operar los cambios revolucionarios de la estatización de la propiedad privada; mientras el ejército alemán (das deutsche wehrmatch) infiltraba al ejército bávaro, preparándolo para el golpe de estado del nueve de noviembre de 1923, que acabó con el experimento comunista en Baviera, que fue reanexada manu militari a Alemania. Conste.
 
[7] Véase El Cisne Negro (Editorial 63).
 
[8] A lo largo de toda su vigencia (1921-1945), formaron parte del Movimiento Solidarista Mundial (MSM), Japón, China, Afganistán, Irán, Arabia Saudita, Turquía, Sudáfrica, Bulgaria, Rumania, Polonia, Suecia, Bélgica, Alemania, Austria, Hungría, Italia, Irlanda, España, Portugal, EEUU, Dominicana, Cuba, México, Guatemala, Nicaragua, Colombia, Chile, Bolivia, Brasil y La Argentina. Conste.
 
[9] Véase El Cisne Negro (Editorial 63).
 
[10] Véase El Cisne Negro (Editoriales 206 a 217).
 
[11] Las fosas comunes que se ven en los documentales, corresponden, exclusivamente, a los campos de concentración nazis de La Rusia Europea, y no al resto de El III Reich. Auschwitz-Birkenau era un complejo peniteriario dividido en dos partes, que justamente, eran Auschwitz y Birkenau. En Auschwitz eran alojados, conforme a las leyes carcelarias vigentes, los presos de otros campos que intentaron fugarse o amotinarse, siendo sometidos a trabajos forzados en la fábrica de armamentos, municiones y explosivos que funcionaba dentro del campo, a donde los reclusos eran enviados junto con los miembros de su núcleo familiar directo (léase: la mujer o el marido y los hijos), viviendo en su barrio circundante, haciéndo las tareas domésticas y yendo los chicos a la escuela, con maestros y profesores que también eran presos. Sólo los condenados a muerte por intento de fuga o motín en Auschwitz, eran trasladados, sin sus familiares directos, a Birkenau, donde eran sometidos a extenuamiento previo al fusilamiento, como lo establecían las leyes vigente desde la época de La Alemania de Weimar (1919-1933). Todo esto se analiza con lujo de detalles en El Cisne Negro (Editoriales 206 y 206 Bis). Conste.
 
[12] Con los judíos asiáticos (los judíos morochos = los judíos semitas = los judíos sefaradíes) de Europa Occidental y de América del Norte, es decir, de El Occidente, sucedía exactamente lo mismo que ocurren en La Argentina de hoy con los mexicanos, los colombianos y los peruanos. No todos son mala gente, pero la realidad demuestra, incluso estadísticamente, que la minoría que anda metida y actividades criminales pesadas, lo quieran o no, terminan definiéndo a esos grupos inmigrantes como étnicamente peligrosos para la democracia constitucional. Y el único que se atrevió a decirlo con todas las letras, y sin pelos en la lengua, fue el secretario de estado de seguridad interior de la nación, Tte. Cnel. EA Dr. Dn. Sergio Alejandro Berni (a) Shotokan (47), que dijo que los narcotraficantes de La Argentina no son argentinos, sino mexicanos, colombianos y peruanos. Ese comentario propio de alguien que cree en la segregación racial, causó el horror de las organizaciones defensoras de los derechos humanos, que calificaron las palabras de Berni como xenófobas, sin darse cuenta de que la xenofobia, no es una expresión de segregación racial, sino de discriminación racial, negadora de la condición humana, cosa que no ocurre con los narcotraficantes andinos, a quienes nadie le niega la condición de seres humanos, que deben ser detenidos, juzgados y condenados, de acuerdo con la constitución y con las leyes de la república; que es exactamente lo mismo que querían los nazis con los sefaradíes que, guste o no, eran criminales a más del cincuenta por ciento (50%). Conste.

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