domingo, 11 de noviembre de 2012

427 Historia (Argentina)


Año II – Primera Edición – Editorial: 00000427 [1]

 

El Cisne Negro [2]
El Diario Digital de la Historia y de la Geopolítica
Domingo 11 de Noviembre de 2.012.





El Peronismo de Izquierda I.c
Por Rubén Vicente 

Después de La Toma de la Comisaría de Frías, en Santiago del Estero (1959), la estrategia foquista, ensayada por la primera guerrilla peronista (léase: los uturuncos), concluyó el entendimiento y la colaboración del ex Agte. S C-3 Dr. John William Cooke (a) Jorge Casanovas (a) La Salamandra (a) El Gordo (43) con el ministro de asuntos agrarios de la república socialista de Cuba, Agte. CIA C-3 Cte. ELN Dr. Ernesto Guevara de la Serna (a) Edward Gladstone (a) Adolfo Mena Gonzalez (a) El Ché (32). [3] 

Los caminos se bifurcaron. La revolución cubana evolucionó hacia el stalinismo, mientras el peronismo de izquierda se enfrascó en un sesudo debate ideológico. 

Cook comenzó a criticar lo que dio en llamar con el nombre de la burocracia sindical (léase: Vandor), proponiendo convertir al peronismo en un movimiento ultra revolucionario, que desarrollara una auténtica estrategia insurreccional, en todos los frentes, fueran villeros, barriales, escolares, estudiantiles, universitarios, fabriles o paramilitar urbano (léase: el terrorismo peronista). 

Las masas populares argentinas debían lanzarse la insurrección, apoyando a la guerrilla rural y al terrorismo urbano, contra la burocracia sindical, contra la oligarquía vernácula y contra el imperialismo capitalista, bajo el lema de luche y vuelve (sic). 

Perón miraba todo desde  La Quinta Diecisiete de Octubre, del barrio madrileño de La Puerta de Hierro, viendo claramente que, en el marco de La Tercera Guerra Civil Argentina (1955-1983), habían dos peronismos (2). 

Un peronismo de izquierda que, en realidad, quedaba posicionado a la derecha del movimiento, que era el de siempre, el estratégico. Y había otro peronismo, que él decía que era de ultra izquierda, pero en realidad, era sólo de izquierda, sin ultra, y que eran los comandos civiles peronistas de izquierda, dispuestos a inmolarse por Santa Evita, pero reconociendo como jefe guerrillero y terrorista a El Gordo Cooke, que era cada vez más numeroso, inmanejable y peligroso, pero Perón los dejaba hacer, siendo la pata combativa táctica de la resistencia peronista. 

Por eso,  Perón, nombró un lugarteniente informal estratégico (López Rega), y lo mandó a la Argentina, junto con su mujer (Isabel), a tratar de reorganizar el peronismo, haciéndolo llamar con el nombre doctrinario de el justicalismo, bajo la consigna de la patria peronista, para que fuera la pata negociadora con los radicales en el poder (1964). 

Después de que la estratagema negociadora fracasara con el regreso a España de El Avión Negro, Perón recomendó a todos los peronistas leer la primera obra literaria (de opera prima) de su lugarteniente táctico (Cooke), conocida con el nombre de Apuntes Para La Militancia; dándole vía libre al peronismo de izquierda, que empezó a eclipsar al peronismo de derecha, es decir, al justicalismo estrategico.  

Desde entonces, quedó definitivamente configurado el movimiento nacional justicialista, con un peronismo de derecha estratégico (López Rega) y un peronismo de izquierda táctico (Cooke), sobre los cuales estaba Perón, y para que a nadie le quedara dudas de quién sería la sucesora en la conducción general del movimiento, nombró a Isabel como su nueva representante personal ante el mundo entero (orbis). 

Y así, para mediados de la década del sesenta, el peronismo de izquierda se transformaría en el peronismo revolucionario, con organizaciones armadas que se convertirían en la pesadilla de los gobiernos civiles débiles y de los gobiernos militares dictatoriales, pero envidiosos del poder del peronismo sobre las masas argentinas, pues no era sólo la clase obrera la que quería el regreso de Perón, sino también, las clases medias radicales, desencantadas con Ilia, pero sobre todo, con Balbín, claro está. 

Y en ese contexto, John William Cooke se enfermó mal de cáncer y se murió en El Hospital de Clínicas de Buenos Aires, el diecinueve de septiembre de 1968, dejando incluso el proyecto de la patria socialista (¿¿¿???). 

Pero cuidado, que cuando Cook hablaba de la patria socialista, lo hacía en perfecta consonancia con la idea nacionalista, siendo su pensamiento, una suerte de versión de izquierda de el socialismo verdadero (léase: el nacionalismo socialista = el socialismo nacionalista = el socialismo nacional = el nacional socialismo = el nazismo decimonónico = el nazismo original = el nazismo democrático = la social democracia = el social cristianismo = el laborismo tipo británico = la doctrina social de la iglesia = el sionismo = el grünismo = el prohudonismo = el justicialismo). Conste. [4][ 

Digo, para que La Cámpora entienda perfectamente lo que quiere decir el peronismo de izquierda, que antes que nada, es peronismo, y nada más, aunque su visión se base en estilo verbal crispado de Evista, en la intectualidad brillante y en la cuidadosa planificación de la acción táctica de Cooke, y en el apoyo sin cuento los de más abajo, para quienes Perón fue, es y será siempre El Primer Trabajador, porque sin Perón, no hay peronismo posible, obvio. 

Y si me dijeran que estoy muy equivocado, respondería que veremos, veremos y pronto lo sabremos.


[1] La libre expresión y la segura circulación de la información contenida en el presente documento se halla jurídicamente garantizada por la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 (Art. 19), la Constitución Nacional de la República Argentina de 1995 (Art. 14),  la Ley Nacional N° 26.032 de 2005 y el Código Penal de la Nación (Arts. 153 y 155).
 
[2] Para uno de Los Siete Grandes Sabios de Grecia (Solón) El Cisne Negro es la alegoría de un hecho que es teóricamente posible, pero que todos creen que es prácticamente improbable, pues si ocurriera sería catastrófico.
 
[3] Vease El Cisne Negro (Editorial 150).
 
[4] Véase El Cisne Negro (Editorial 28).
 
 

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