El Diario Digital de la Historia y de la Geopolítica
Sábado 27 de Julio de 2.013.
El Dueño del Pueblo XXII
Por Rubén Vicente
Hay dos cosas que quiero agragarte (2) y termino.
La primera es que ni
Menem ni nadie hubieran podido hacer lo que hizo Menem, si no le hubiera
precedido la siembra que hizo Raúl Alfonsín. Y la segunda es lo
que te decía, de que teníamos una mente muy chiquita todavía, que no sabía
pensar en grande, y que seguía tristemente enlodada en la ignorancia y en la
agresión sistemática al recontra dop, porque se me da la gana. ¿Qué
hay?
Por eso, era más que lógico que
nadie, pero nadie, le pensara perdonar al radicalismo la hiper del ochenta y
nueve, y era más que claro que volverían a gobernar en el año tres mil, como
muy rápido, aunque la idea fundacional de la república recuperada fuera que La
Argentina fuera una nación institucionalmente bipartidista. ¿Verdad?.
Pero no,
porque Alfonsín se fue, pero no se
fue, porque cuando vió que habría peronismo para mil años, dijo esta es la mía,
y se lo fue a ver a Menem, negociando las condiciones, que se plasmarían, nada
más ni nada menos, que El Pacto de Olivos de 1993, que posibilitó la
reforma constitucional de 1994, y la reelección de Carlos Menem en 1995.
Nadie te lo va a querer
reconocer jamás, pero date cuenta de que sin el pacto de olivos, nosotros, los
argentinos, seguiríamos eternamente gobernados por el privilegio feudal de la
justicia más corrupta del hemisferio.
Pero no,
porque el primer paso, con el pacto de olivos, lo dio Alfonsín, que fue el
númen de el consejo de la
magistratura, que será una porquería, y que todavía falta mucho para
que funcione como Dios manda, pero que te digo para que lo tengas claro, que es
el que le pone el cascabel al gato, porque le hace el juicio político a
los jueces, pero a la vista de todos, y ya no más
en los depachos del senado, no sé si …
Semejante avance, a cambio de
un mandato más de Menem, fue equivalente a cuando Napoleón dijo que París bien
valía una misa. ¿Verdad?
Y es claro que falta muchísimo
por hacer, pero te pido que seas un caquito más sosegado, y que me reconozcas
que para tener la justicia que nos merecemos, había que insturar el consejo de
la magistratura, y eso, lo inventó Raúl Alfonsín, lo apoyó el radicalismo, y lo
consagró el pueblo, te guste o no te guste, pero es así.
Y mirá vos si siguió
gobernando, que Alfonsín, fue también el tipo que aprovechó la bronca de Menem
con Duhalde para meter basa, siendo el monje negro detrás de El Menemismo Sin
Menem, que fue El Frente País
Solidario (léase: El Frepaso), que fue la pata justicialista que, junto
al radicalismo, obró el milagro de La Alianza, que triunfó en 1999,
consagrando como nuevo presidente francmasón-radical
de la nación, al Dr. Dn. Fernando De La Rúa Bruno (a) Chupete (61) que de
Alvear, lo tenía todo, pero de Perón, no tenía absolutamente nada, te lo puedo
asegurar.
Eso, sin la maestría política
de Raúl Alfonsín, hubiera sido un hecho, pero recién para el año 2050, o algo
por el estilo, y tan pero tan bicho de la política era el gallego, que cuando
vio que volvía el peronismo, por la crisis del dos mil uno, le hizo pito
catalán a Menem, acariciándole el lomo al más grande todos los loosers del
justicialismo (léase: Eduardo Duhalde), obvio.
Y si, porque fijate que la
gente no lo sabe, pero la verdad, era que en el mundo, la crisis del oro de
1982 seguía haciendo moco absolutamente todo, y te lo digo por el default
mexicano (1983), por el default
brasileño (1987), por el default
argentino (1989), por el default
británico (1993), por el efecto
tequila (1994), por el efecto arroz
(1998), por el efecto cashasha (1999), por el efecto tango (2001) y por el segundo efecto casasha (2002), no jodamos, que no fue De La Rúa, sino que fue el
tsunami keynesiano, que no
paraba, ni va a parar, obvio.
Y fijate vos qué maestro de la
alta política vernácula que fue Raúl Alfonsín, que viendo como inevitable que
el radicalismo se hundiera en el abismo insondable de la historia, pactó con
Duhalde matar a De La Rúa, pero para que después Duhalde se suicidara. ¿Cómo?
No me hagás explicarte lo que
ya sabes, de que Alfonsín y Duhalde lo mataron a De La Rúa, pero el que pagó la
cuenta fue Duhalde, y Alfonsín más limpio que blanca nieves, que dio vuelta la
torta, porque fue Alfonsín el que le convidó la manzana envenenada a la bruja (léase:
Duhalde), que se la comió de un bocado, y se murió de indigestión.
Y para que no se les ocurriera
meterse con él, que ya era un hombre grande para ir preso, se hizo nombrar
senador nacional, por el primer estado argentino (Buenos Aires), y no se bajó
de la banca, casi hasta que se murió de viejo y en la estancia del hijo (Ricardito
- 2009).
Pregunto: ¿Quién pudo gravitar
en forma determinante en los destinos del país, antes, durante y/o aún después
de haber dejado de ser presidente, con una vigencia política de un cuarto de
siglo? Respuesta: Rosas, Roca, Yrigoyen, Perón, y Alfonsín, y nadie más, claro
está.
Por eso, te concluyo esta serie
de articulos, diciéndote que Raúl Alfonsín, no sólo fue el padre de la
república recuperada que supimos conseguir, sino que también, uno de los
cinco hombres más grandes de la historia política argentina, pero sin
cuento. ¿Me entendés?
Y por eso te digo bien, cuando te
cuento que Raúl Alfosín fue, sin duda alguna, el dueño del pueblo. ¿Verdad?
Y si me dijeran que estoy muy
equivocado, respondería que veremos, veremos y pronto lo sabremos.
[1]
La libre
expresión y la segura circulación de la información contenida en el presente
documento se halla jurídicamente garantizada por la Declaración Universal de
los Derechos Humanos de 1948 (Art. 19), la Constitución Nacional de la
República Argentina de 1995 (Art. 14),
la Ley Nacional N° 26.032 de 2005 y el Código Penal de la Nación (Arts.
153 y 155).
[2]
Para uno de Los
Siete Grandes Sabios de Grecia (Solón) El
Cisne Negro es un hecho teóricamente posible, que todos creen que es
prácticamente improbable, pues si ocurriera sería castastrófico.
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