El Diario Digital de la Historia y de la Geopolítica
Jueves 4 de Julio de 2.013.
The Fucking Nigger
Por Rubén Vicente
A los trotskistas que se pusieron a órdenes de Henry
Kissinger hace más de cuarenta años atrás (Volkowitz, Runsfeld, Paulson, etc.);
que luego formaron la facción de los neoconservadores del partido
nacional republicano; y que ocuparon altos puestos nacionales en Washington, e
internacionales en Ginebra y en Nueva York, bajo la administración francmasónica de George Bush (h)
(2001-2008), jámas se les
ocurrió la idea de garantizar el abastecimiento regular, permanente y barato de
hidrocarburos del cercano oriente a los EEUU del modo en lo que está haciendo
la administración masónica y
demócrata de Barak Obama, que es un hombre del riñón de Ted Kennedy, y por lo
tanto, no debería hacer lo que
está haciendo, que es romper los códigos. ¿Cómo?
Para La
Administración Bush, el gran aliado estratégico en esa región es el socialismo
nacional judío (léase: el sionismo),
preferentemente de derecha (léase: el likud), mientras el gran aliado táctico
es el socialismo nacional musulmán (léase: el nasserismo),
desde el Indo hasta Gibraltar. Por eso, en el nivel operativo, El Clan Bush
apoyaba a los gobiernos nasseristas tipo Moubarak o Khadaffy, aunque
incurrieran en permanentes y sistemáticas violaciones a los derechos humanos en
sus territorios.
Y bajo esa
comprensión, el enemigo era
la red Al Qaeda, cuyo vértice (Ben Laden) cumplía las órdenes del servicio de
inteligencia saudita, es decir, del General Department of Securitie (GDS),
liderado por el príncipe Turki Al Saud
(a) El Hermano del Rey Abdoullah,
que oficialmente, es un aliado de los EEUU, pero en la práctica, en función de
su propia interna, está obligado a jugar a
dos puntas. Right?
Pero desde que
comenzó La Administración Obama (2009), la necesidades derivadas de La Guerra
Mundial Contra el Terrorismo (léase: la segunda guerra fría = 2001-2014), que
se agravaron con La Crisis Mundial (léase: la gran recesión = la segunda gran
depresión = 2008-2014), forzaron a La Casa Blanca a encomendarle a La CIA la
tarea de planificar y de ejecutar un plan estratégico consistente en negociar
con Al Qaeda le entrega de Ben Laden, a cambio de fomentar, nada más ni nada
menos, que La Primavera Árabe (2011-2014).
Empezó en enero
de 2011, con los levantamientos populares en Tunez, que oficialmente,
pretendían la extraña democratización política del país musulmán más
occidentalizado de todo el cercano oriente musulmán. Esa fue la primera luz
amarilla que encendió en el tablero de los analistas de la geopolítica, en todo
el mundo (orbis).
Pero cuando
estalló la primavera árabe en dos países tan nasseristas como Egipto y Libia, a
algún analista solitario like me, la luz amarilla me cambió a naranja, porque
empecé a maliciar que, atrás de la democratización, veía una mano negra, que
quería la desestabilización del cercano oriente, a cambio de que los países de
La OPEP dejaran de hacer lo que Arabia Saudita les ordenaba, que era defenderse
de la pérdida de valor del dólar, mediante aumentos progresivos en el precio
del crudo, empezándoles a vender el oro negro a precios objetivamente
promocionales, o para decirlo en buen romance, que trabajaran a pérdida.
Y la mano negra
se me hizo transparentemente visible, cuando el GDS le ordenó al servicio de
inteligencia de Pakistán (léase: El SIS), que le informara a Los Seals a dónde
tenían guardado a Ben Laden.
Esa era la parte
del pacto que cumplió Al Qaeda, que desde entonces, vio cómo cedía la presión
militar estadounidense en Afganistán, dejando tranquilas a las tribus y al
talibán; pero también, cómo avanzaba el proceso de democratización árabe, en
Tunez y en Egipto, en términos de inocultable debilitamiento del enemigo
estratégico nasserista.
El plan estaba
funcionando de maravillas para La Administración Obama, porque nuevo presidente
de Egipto, Agte. CIA C-3 Ing. Muhammad Morsi (61), no sólo estaba apoyado por
el anti nasserismo de La Hermandad Musulmana (LHM), sino que además, había
obtenido el cincuenta uno por ciento de la preferencia electoral (51%), y
absolutamente todo lo que pintaba que iba a suceder en el país de las
pirámides, era más democratización para el cercano oriente, y petróleo más
barato para el occidente (léase: un cuento de hadas = a disney world).
Pero la luz
naranja, me cambió a roja cuando vino lo de Khadaffy y lo de Al Assad, donde
los guerrilleros islamistas y los mercenarios de La CIA se aliaron para
sodomizar al dictador nasserista libio, y para forzar al presidente nasserista
sirio a usar las armas químicas para mantenerse en el poder a como de lugar,
con el apoyo sin cuento de China y, sobre todo (supra tutto) de Rusia.
En ese nuevo
contexto, el GDS, que maneja tanto a Al Qeada como a LHM, le empezó a hacer
pito catalán a su acuerdo espúreo con La Administració Obama, avanzando en sus
propios y exclusivos designios del marxismo islámico (léase: el islamismo
marxista = el fundamentalismo = el salafismo), que no son otros que los de provocar
la ultra radicalización islamista del proceso democrático en Egipto, por
las vías de forzar al presidente Morsi a restablecer las relaciones
bilaterales, nada más ni nada menos, que con la república islámica de Irán (ups);
y de, una vez logrado el objetivo, de agradecerle los servicios prestados a
Morsi, porque ahora, vamos por todo, y vos Obama querido, disculpame,
pero andate a la pmqtp. ¿Sabés?
El resultado
práctico y concreto de toda esta milonga de la primavera árabe es que el
nasserismo está, según los paises, debilitado o jaqueado, mientras salafismo se
fortalece y radicaliza a voluntad, en la dirección exactamente opuesta a la que
se supone que pretende La Casa Blanca, pero todo (supra tutto), sin que
el abatecimiento de petróleo a los EEUU esté completamente asegurado, y sin
que el precio del crudo haya experimentado una reducción sustancial, como la
que necesita el occidente para, por lo menos, iniciar la reactivación económica
que le haga creer que verdaderamente es cierto que se ve la luz al final del
tunel de la crisis mundial y de la guerra mundial contra el terrorismo.
Digo, una
estrategia que casi desde el principio yo veía que iba a ser un bumerang para
el mundo, pero que se ve que el presidente de los EEUU está dispuesto a llevar
hasta sus lamentables últimas consecuencias, que no son otras que el final de
la guerra mundial contra el terrorismo y de la crisis mundial (2014), y la
subsecuente amenaza po-ten-cial
de estallido de la tercera guerra mundial (léase: el holocausto nuclear = el
armagedón = el apocalipsis = la fin del mundo).
Y por eso digo
que estamos en manos de the fucking
nigger, que supongo que no creerás que te lo estoy diciendo por el
pobre Mursi. ¿Verdad?
Y si me digeran
que estoy muy equivocado, respondería que veremos, veremos y pronto lo sabremos.
[1] La libre expresión y la
segura circulación de la información contenida en el presente documento se
halla jurídicamente garantizada por la Declaración Universal de los Derechos
Humanos de 1948 (Art. 19), la Constitución Nacional de la República Argentina
de 1995 (Art. 14), la Ley Nacional N°
26.032 de 2005 y el Código Penal de la Nación (Arts. 153 y 155).
[2] Para uno
de Los Siete Grandes Sabios de Grecia (Solón) El Cisne Negro es un hecho teóricamente posible que todos creen que
es prácticamente improbable, pues si ocurriera sería castastrófico.
¿hay manera de ganar una guerra nuclear?
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