El Diario Digital de la Historia y de la Geopolítica
Sábado 6 de Julio de 2.013.
El Dueño
del Pueblo I
Por Rubén Vicente
Exactamente once años después de La
Revolución de Mayo (11), allá bien pero bien lejos, y más precisamente,
en la ciudad ducal de Salamanca, dependiente del condado del mismo nombre, perteneciente
al marquesado de El León, integrante del principado de Castilla La Nueva,
componente del reino de Castilla, que era el más importante de la república
de España, gobernada por su presidente masón-liberal, Alte. RAE ®
Dr. Dn. Rafael Riego (47); en el seno de una familia de prósperos comerciantes
locales (léase: la alta burguesía), el Dr. Javier Domingo Alfonsín (40), junto
a su mujer, Dña. María del Carmen Echepareborda (a) La Vasca (28), se convirtieron
en los felices padres de un varón católico apostólico romano (el primogénito),
que fue bautizado bajo el nombre de José Antonio Alfonsín Echepareborda.
José Antonio hizo la escuela primaria y el colegio
secundario en un establecimiento confesional, administrado por los frailes de
la orden de los fanciscanos de su ciudad natal, para luego comenzar a estudiar
contaduría, en la flamante facultad de ciencias económicas de la Universidad de
Salamanca, graduándose en 1843.
Sobre el final de ese año, el Cdor. Alfonsín firmó
un contrato de empleo privado (el trabajo) con la casa comercial salamanquina
que era propiedad de su padre, es decir, del Dr. Javier Domingo Alfonsín (69).
Desde entonces, el Cdor. Alfonsín se empezó a desempeñar como la mano derecha
del Dr. Alfonsín, asesorándolo sobre el modo de convertir el establecimiento en
una empresa comercial, como las que ya habían en Gran Bretaña, Francia,
Suecia, Rusia o los EEUU.
Paralelamente, a mil kilometros al este de Salamanca, el niño
luterano prusiano Sigfrid Heinrich Helmsig Casella (6), comenzó la escuela
primaria, en un establecimiento confesional, de su ciudad natal de alto sajona
de Leipzig.
En 1851, el Dr. Javier Domingo Alfonsín (70), se
asoció en mayoría (51%) con su primogénito, es decir, el Cdor. Dn. José Antonio
Alfonsín (24), para conformar el capital de una nueva sociedad comercial, que
comenzó a girar bajo la razón social de Alfonsín SRL, con domicilio legal en la
ciudad de Salamanca, en cuya estructura, el Cdor. Alfonsín se posicionó como el
socio gerente.
La nueva empresa española, fue constituida con el
objeto de importar, de almacenar, de distribuir, de comercializar, de vender y de
exportar ganado vacuno, porcino y ovino, cueros y lanas, originarias y
procedentes de La Confederación Argentina, gobernada por su excelencia, el
Brig. Gral. ECA ® Dn. Juan Manuel de Rosas (a) El Señor de los Cerrillos (a) El
Restaurador de Las Leyes (a) El Tirano Federal (a) El Amo de la Nación (58).
Al año siguiente (1852), el adolecente luterano
prusiano Sigfrid Heinrich Helmsig Casella (13), comenzó el colegio secundario,
en un establecimiento confesional, de su ciudad natal sajona de Leipzig.
En 1855, el gobierno del gran reino de España, que
es la metrópolis de El Imperio Español (léase: La Gran Iberia), liderado por su
majestad, Dña. Isabel II Borbón (a) La Reina (25), pero por intermedio de su
primer ministro masón-conservador, Dr. Dn. Baldomero Espartero (63), emitió un
decreto en cuya virtud sometió a consideración del parlamento (léase: las
cortes), una declaración pública, en cuya virtud reconoció oficialmente la
existencia material, la constitución formal, la soberanía interior y la
independencia exterior de La Confederación Argentina, gobernada por su
presidente francmasón-federal, Brig.
Gral. ECA Dn. Justo José de Urquiza (a) El Ilustre Entrerriano (54).
Seis años más tarde (1861), el Bach. Sigfrid
Heinrich Helmsig Casella (22), se graduó como licenciado en derecho, con
diploma expedido por la Universidad de Leipzig. Tres meses más tarde, el Lic.
Casella comenzó a estudiar derecho de gentes (léase: el derecho internacional),
en la Universidad de Berlín, graduándose en 1865.
Semanas más tarde, el Dr. Casella firmó un contrato
de empleo público (la función), en cuya virtud comenzó a desempeñarse como
miembro del cuerpo de abogados del ministerio de asuntos exteriores del
gobierno del gran reino de Prusia, gobernado por su majestad, el Mcl. PW ® Dr.
Guillermo I Hohenzollern (a) El Kaiser (58), pero por intermedio de su primer
ministro masón-conservador,
es decir de su alteza, el duque de Bismark, Mcl. PW ® Dr. Otto Schonhaussen (a)
El Canciller de Hierro (55).
Sobre el final del año, el Dr. Casella contrajo
matrimonio luterano con su prometida, fraulein Agata Walther (19),
convirtiéndose ambos al año siguiente, en los felices padres de una niña luterana
(la primogénita), que es bautizada bajo el nombre de Angela Walther Casella.
En 1867, sobrevino el fallecimiento del principal
accionista (51%) de la firma Alfonsín SRL de Salamanca, Dr. Dn. Javier Domingo
Alfonsín (86), sucediéndole en sus bienes patrimoniales, su primogénito, es
decir, el Cdor. José Antonio Alfonsín Echepareborda (38). Paralelamente, el Dr.
Sigfrid Heinrich Helmsig Casella (27), fue nombrado cónsul prusiano en la
ciudad española de Lugo.
Cinco años más tarde (1872), la niña luterana
alemana Angela Walther Casella (6), comenzó la escuela primaria, en un
establecimiento confesional, dependiente de la colonia alemana de la ciudad
española de Lugo, comenzando allí mismo el colegio secundario, graduándose como
bachiller en 1879.
En 1881, su excelencia, el señor cónsul alemán en la
ciudad española de Lugo, Dr. Sigfrid Heinricho Helmsig Casella (32), comenzó a
tramitar su divorcio vincular contencioso, respecto de su mujer, frau Agata
Walther (25), bajo el cargo de adulterio (sic). ¡Ay, Jesús, María y José¡
Al año siguiente, sobrevino el dictado de la
sentencia judicial alemana que declaró el divorcio vincular, aclarando que el
Dr. Casella ejercería la patria potestad sobre su primogénita (Angela Walther
Casella – 17) quien, coetáneamente, cursaba el quinto año del colegio
secundario, en un establecimiento confesional, dependiente de la colectividad
alemana de la ciudad de Lugo.
En 1883, concluyó la misión diplomática del Dr.
Casellla (36) quien, antes de regresar a la patria (Alemania), tramitó el
reconocimiento judicial de la emancipación civil de su promogénita, es decir,
de la Bach. Angela Walther Casella (a) La Alemana (18).
A principios de 1884, la Bach. Casella, comenzó a
estudiar derecho, en la facultad de ciencias jurídicas de la Universidad de
Salamanca. Semanas más tarde, la Bach. Casella se bautizó en la religión
verdadera (léase: el catolicismo apostólico romano), luego de lo cual, comenzó
a tramitar el otorgamiento de la carta de ciudanía española.
Angela se graduó como licenciada en derecho, con
diploma expedido por la Universidad de Salamanca en 1889. Meses más tarde, la
Lic. Casellla comenzó a estudiar derecho mercantil, en la referida casa
española de altos estudios.
Y si me dijeran que estoy muy equivocado,
respondería que veremos, veremos y
pronto lo sabremos.
[1] La libre
expresión y la segura circulación de la información contenida en el presente
documento se halla jurídicamente garantizada por la Declaración Universal de
los Derechos Humanos de 1948 (Art. 19), la Constitución Nacional de la
República Argentina de 1995 (Art. 14),
la Ley Nacional N° 26.032 de 2005 y el Código Penal de la Nación (Arts.
153 y 155).
[2] Para uno de Los Siete
Grandes Sabios de Grecia (Solón) El
Cisne Negro es un hecho teóricamente posible que todos creen que es
prácticamente improbable, pues si ocurriera sería castastrófico.
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