lunes, 8 de julio de 2013

630 Historia (Argentina)


Año II – Primera Edición – Editorial: 00000630 [1]

 

El Cisne Negro [2]
El Diario Digital de la Historia y de la Geopolítica
Lunes 8 de Julio de 2.013.




El Dueño del Pueblo III
Por Rubén Vicente 

En el verano del año 1928, el propietario de La Estancia La República, de las afueras de la ciudad bonaerense de Chascomús (Partido de Chascomús), Dr. Dn. Raúl Serafín Alfonsín Casella (a) El Dueño del Pueblo (34), invirtió la mitad de su fortuna personal (50%) que, a valores del mes de julio de dos mil trece, hubiera sido equivalente a la friolera de un millón de dólares (1 MD´s), en la compra de materiales y de maquinaria agrícola, necesaria para levantar tinglados, y para organizar talleres agroindustriales en su establecimiento rural bonaerense, tales como por ejemplo, un matadero, una cámara frigorífica, una curtiembre, una fábrica de jabón y de velas, un molino harinero, un molino aceitero, una destilería de alcohol de quemar (léase: el biocombustible), un aserradero, una carpitería, una mueblería y un corralón de tosca.  

Dos meses más tarde, el Dr. Alfonsín se afilió a El Partido Socialista Popular (PSP), liderado por su secretario general, Dr. Dn. Federico Pinedo (h) (34). Conste. 

Y desde febrero de 1932, el PSP se unió con el partido conservador, con el partido liberal, con la unión cívica radical antipersonalista, con el partido demócrata progresista y con el partido socialista argentino, para conformar una coalición parlamentaria, apoyaba al partido militar, en el fraude patriótico de la concordancia (léase: el contubernio). 

Siendo así, estaba absolutamente claro que el Dr. Alfonsín no era yrigoyenista, ni le importaba demasiado la transparencia de las instituciones de la república de la década infame. ¿Verdad? 

En 1933, el niño católico argentino Raúl Ricardo Alfonsín Fulkes (a) Raúl (a) Raulito (6), comenzó la escuela primaria, en un establecimiento confesional, administrado por los frailes de la orden de los jesuitas, de su localidad natal bonaerense de Chascomús. 

Al año siguiente, el Dr. Alfonsín (40), fue elegido presidente de la comisión directiva de La Seccional Chascomús de La Sociedad Rural Argentina (SRA). Semanas más tarde, el Dr. Alfonsín fue iniciado en un taller especulativo (léase: filosófico) dependiente de La Hermandad de La Gran Logia Unida de los Masones Argentinos (GLUMA), que es la rama vernácula de la masonería mundial (léase: la venerable hermandad azul = la masonería inglesa = la masonería diábolica = la masonería satánica), que brega por el fracaso del plan divino de salvación, adoptando el nombre esotérico de Rafael Riego. 

Cuatro años más tarde (1936), mientras se tornaba feroz La Guerra Civil de China, y mientras estallaban La Guerra de Etiopía; La Guerra Civil de La Palestina Británica y La Guerra Civil Española; el Dr. Alfonsín (44), fue elegido con fraude, como intendente municipal del partido bonaerense de Chascomús, con el apoyo de La Concordancia. Conste. 

¡Ché, Felipe! ¡Mirá lo que está diciendo con gordito golpista de El Cisne Negro¡ ¡Que Alfonsín era masón, que era un gorila, que apoyaba a los milicos, y que llegó la intendencia por el fraude patriótico! ¡Está del tomate! ¿No? 

Desde entonces, su primogénito (Raúl), no hacía más que escuchar en su casa que el mundo entero, incluída América Latina y, obviamente, La Argentina, no era más que el gran teatro de una guerra que, en realidad, era única, y que era a matar o morir, entre el capitalismo, el nazismo y el comunismo, y entre el cristianismo y el satanismo, haciéndolo sentirse profundamente consternado, y temeroso por la llegada de el fin del mundo. 

Su alma infantil percibía desorden, y anhelaba lógicamente el orden, que para él, se expresaba en las imágenes de los ejércitos y de los gobiernos, es decir, en lo militar y en lo político, que para él, no eran otra cosa que los dos grandes antídotos que podían evitar el apocalipsis, o algo por el estilo.  

En 1939, estalló La Segunda Guerra Mundial (1939-1945), entre las potencias de El Eje ´Roma-Berlín-Tokio´ (léase: Alemania, Italia y Japón) y los aliados (léase: Gran Bretaña y Francia), mientras se declaraban neutrales, La Unión Soviética, los EEUU y La Argentina, gobernada por su presidente francmasón-radical antipersonalista, Dr. Dn. Roberto Marcelo Ortiz (a) El Ciego (53). 

Al año siguiente (1940), el adolecente católico argentino Raúl Ricardo Alfonsín Fulkes (a) Raúl Alfonsín (a) Raulito (13), comenzó el colegio secundario, bajo el régimen pupilo, en El Colegio Internacional, de la ciudad bonaerense de San Isidro (Partido de San Isidro). Desde entonces, Raulito comenzó a aprender los tres idiomas (3) que exigía el programa de estudios de ese establecimiento, eligiendo el alemán, el francés y el inglés. Pero además, Raúl comenzó a practicar las actividades deportivas, que también exigía el programa de estudios del establecimiento, decidiendo comenzar a practicar gimnasia, natación y esgrima. 

En el mes de marzo de  1943, habiendo terminado el tercer año del colegio secundario, el adolecente Raúl Ricardo Alfonsín Fulkes (a) Raúl Alfonsín (a) Raúl (a) Raulito (a) El Gallego (16), comenzó a estudiar defensa nacional, en El Liceo General San Martín, del partido bonaerense de San Martín, dependiente del comando de institutos militares del ejército argentino. Meses más tarde, Raúl se hizo amigo de dos compañeros del liceo, que eran los adolecentes católicos argentinos Albano Harguindeguy (a) El Vasco (16) y Leopoldo Fortunato Galtieri (a) El Tano (16). Desde entonces, el gallego, el vasco y el tano se volvieron in-se-pa-ra-bles (sic). Conste. 

¡Che Felipe!¡Mirá lo que dice este pelotudo de El Cisne Negro!¡Contestale y dejalo chato como cinco de queso! ¡Dale! ¡Chéee …! ¿Por qué te callas, eh? … ¿Qué …? ¿Es cierto…? ¡Uy, qué cagada Felipe … ! ¡Ya está! ¡Dejame a mi, a ver si aprendí de vos! ¡No le demos bola, y hagamos de cuenta que no eschamos nada! ¡Gracias Néstor! ¡Fuerza Cristina! ¡Ah, no …! ¡No estaban! ¡Qué boludo! 

Al año siguiente (1944), el adolecente católico argentino Raúl Ricardo Alfonsín Fulkes (a) Raúl Alfonsín (a) El Gallego (17), se graduó como bachiller en defensa nacional, con diploma expedido por El Liceo General San Martín, del partido bonaerense de San Martín, dependiente del comando de institutos militares del ejército argentino. 

Y ahí empezó un período de introversión tipicamente pisciana, que le duró casi seis meses (6), durante los cuales, el Bach. Alfonsín meditaba acerca de su vocación. Por una parte, él quería ser militar, para formar algún día parte de el partido militar, que era el factor real del poder político de La Argentina, gobernada por su presidente francmasón-nazi ortodoxo (léase: kinkelista), Tte. Gral. EA ® Dn. Edelmiro Julián Farrell (57). Pero por la otra, sentía deseos de comprender el fenómeno del estado, desde el punto de vista de las instituciones que lo rigen. 

Por eso, en el mes de marzo de 1945, el Cdte. Raúl Ricardo Alfonsín Fulkes (a) Raúl Alfonsín (a) El Gallego (18), comenzó a estudiar derecho, en la facultad de ciencias jurídicas de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Dos meses más tarde, el Cdte. Alfonsín se afilió a La Unión Cívica Radical (UCR), liderada por el presidente del comité nacional, Dr. Dn. Amadeo Sabattini (a) El Cordobés (53). 

¡Tá bien viejo! ¡Qué tanto milicos! ¡A la política! ¡Eso es lo que cuenta kumpa! ¡Perdón! ¡Quise decir correligionario!¿Ché Raúl, no querés hacerte de La Cámpora? ¡Tá bueno! ¡Nos hacen mirar la peli de Néstor¡ ¿Dale? ¡Un psiquiatra a la izquierda, por favor!!Qué atiendan al pajarón ese! 

Cinco años más tarde (1949), el Cdte. Alfonsín (22), se graduó como licenciado en derecho, con diploma expedido por la Universidad de Buenos Aires (UBA). Dos semanas más tarde, el Lic. Alfonsín contrajo matrimonio católico apostólico romano con su prima segunda carnal, missia María Lorenza Barreneche (17), que estaba embarazada (sic). ¡Ay, Jesús, María y José¡  

Y si me dijeran que estoy muy equivocado, respondería que veremos, veremos y pronto lo sabremos.

[1] La libre expresión y la segura circulación de la información contenida en el presente documento se halla jurídicamente garantizada por la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 (Art. 19), la Constitución Nacional de la República Argentina de 1995 (Art. 14),  la Ley Nacional N° 26.032 de 2005 y el Código Penal de la Nación (Arts. 153 y 155).
 
[2] Para uno de Los Siete Grandes Sabios de Grecia (Solón) El Cisne Negro es un hecho teóricamente posible que todos creen que es prácticamente improbable, pues si ocurriera sería castastrófico.
 

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