miércoles, 27 de marzo de 2013

537 Geopolítica (Las Islas Maldivas)




Año II – Primera Edición – Editorial: 00000537 [1]

El Cisne Negro [2]
El Diario Digital de la Historia y de la Geopolítica
Miércoles 27 de Marzo de 2.013.

 

La Insoportable Levedad del Ser [3]
Por Rubén Vicente

Un hombre adulto, tuvo sexo con su hija de quince años, dejándola embarazada.

Después que nació la criatura, la dirección del hospital dio parte a la policía, que labró las actuaciones sumariales, pero contra la chica (sic), imputándole el crimen de impureza antes del matrimonio (sic). ¿Qué?

Y la justicia la condenó, a padecer la pena de cien azotes (100), y de posterior arresto domiciliario de ocho meses (8), porque así lo establece la ley islámica (léase: la sharia), que rige en el territorio de la república de Las Islas Maldivas, que están al sudoeste de La India. ¿Cómo?

Ah, y los padres de la piba van a ser juzgados, pero bajo el cargo de encubrimiento de la hija (sic). ¿Estamos todos locos?

Puede ser, pero lo ciertoi es que el fallo dice que está com-pro-ba-do que Zaima Nasheed tuvo sexo con su progenitor en forma absolutamente vo-lun-ta-ria (sic). Right?

Imaginémonos por mera vía de hipótesis que, efectivamente, la adolecente fue la autora intelectual del incesto que terminó desmadrándose mal, y veamos cómo reacciona el mundo entero (orbis).

Amnistía Internacional (AI) calificó la condena como “ … inhumana, degragante y cruel” (sic). Pero, curiosamente, no dijo absolutamente nada respecto de la conducta de la adolecente, que fue la iniciadora de la relación sexual incestuosa con su propio padre.

No, no. Lo único que hizo La Filial Maldivas de AI fue solicitarle al gobierno de esa república islámica la elaboración de un proyecto de ley de abolición de la pena de suplicio, obteniendo una repuesta favorable (sic). ¡Si buana … Esperate sentado¡

No hay nada que hacerle ni vueltas que darle. Estamos como chupete en el culo, porque no queremos entender que las leyes naturales, armonizadas con los cánones religiosos, son las que luego de siglos y hasta de milenios, terminan por configurar, por consolidar, por arraigar y por soldar, en las mentes y en los corazones, las pautas culturales resultantes, que no evolucionan libremente en su lugar de origen y desarrollo, fundamentalmente, debido a las contínuas,  sistemáticas y exasperantes interferencias exógenas, de los criterios humanistas occidentales, que pretenden volverse universales, por esto de la globalización que le dicen.

Ni saben lo que son las manifestaciones tardías del complejo de electra, que a tantas, pero a tantas decenas de millones de chicas, en todo el mundo (orbis), les agarra con los padres, con los tíos, con los abuelos y hasta con los hermanos o con los primos más grandes que ellas; y cuántas madres prefieren que la nena lo haga con uno de la familia, y no con un turro de afuera, porque si queda embarazada, es mejor que la criatura sea de la propia sangre.

Y si, porque la ley de la pureza de la sangre, que nada tiene que ver con el racismo, sino que es un principio re-li-gio-so, que veneraban absolutamente todos los pueblos de la antigüedad y de la edad media, y que los españoles aplicaban durante la reconquista contra los musulmanes, y después, durante la conquista contra los indios; implica que el cruzamiento sexual entre los no consanguíneos,  puede llegar a debilitar irrecuperablemente la espiritualidad en general, y la fe en particular. [4]

Vos podés creerlo o no creerlo, y podés estar de acuerdo o no estar de acuerdo. Pero lo que tenés que entender es que hay pueblos celosos de sus creencias milenarias, y las convierten en su constitución y en sus leyes, y las aplican en sus tribunales de justicia para todos y todas, y no quieren saber absolutamente nada, con que vengan de afuera, a decirles a ellos, cómo tienen que conducir sus asuntos internos, nada más que porque es una ofenza a la divinidad, según ellos la conciben, claro está.

En otras palabras, a nosotros, los occidentales, con nuestro maldito vacío existencial inaguantable, que es un fracaso descomunal, les pido, les ruego, les imploro, que seamos humanos a nuestro modo, pero que respetemos la humanidad de los demás, porque sino, van a seguir reaccionando mal, tipo El 11-S, y no va hacer perdón en el infierno, para los que juzguen a los imputados, no sé si …

Dicho de otro modo, paremos con esto de pretender imponerle nuestros valores a todos, y de negarles a los otros los suyos, por la sencilla razón de que no es digno, haberlos hecho firmar la carta de la organización de las naciones unidas, para que después nos creamos con derecho a violar el principio de la no ingerencia en asuntos internos que ella establece, pues esa es la mejor manera de impedir la paz y la cooperación internacional que ella consagra como los propósitos de toda la humanidad, y no sólo de la occidental, obvio.

Expresado en otros términos, dejémonos de joder con esto de pretender exportarle a los que no quieren importar, la pedorrada de la insoportable levedad del ser occidental. ¿Tá?

Y si me dijeran que estoy muy equivocado, respondería que veremos, veremos y pronto lo sabremos.


[1] La libre expresión y la segura circulación de la información contenida en el presente documento se halla jurídicamente garantizada por la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 (Art. 19), la Constitución Nacional de la República Argentina de 1995 (Art. 14),  la Ley Nacional N° 26.032 de 2005 y el Código Penal de la Nación (Arts. 153 y 155).

[2] Para uno de Los Siete Grandes Sabios de Grecia (Solón) El Cisne Negro es un hecho teóricamente posible que todos creen que es prácticamente improbable, pues si ocurriera sería castastrófico.

[3] Antes comenzar a leer este artículo, recomiendo enfáticamente la lectura de El Cisne Negro (Editorial 536 - ¿Son Víctimas de La Trata de Personas IV?).
[4] Véase El Cisne Negro (Editorial ….).

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