El
Cisne Negro [2]
El Diario Digital de la Historia y de la Geopolítica
Jueves
21 de Marzo de 2.013.
Sáquenla Un
Poquito
Por Rubén
Vicente
Hace tres meses, miles de ciudadanos israelíes, de
origen palestino, y domiciliados en la ciudad de Jerusalén Oriental, se
pusieron de acuerdo para empezar a tirarle piedras al ejército hebreo (léase:
la intifada).
Respondieron con las balas de goma y con los gases
lacrimógenos, resultando detenidos, heridos, contusos y prófugos.
En la nómina de los casi cien detenidos (100) figuraba Arafat Yaradat, que presentaba signos de
estar contuso, motivo por el cual, se lo sometió a un examen médico,
dictaminándose que no era necesaria su internación extra carcelaria,
disponiéndose su alojamiento, en calidad de arrestado, en un establecimiento
penitenciario, en espera de su indagatoria, bajo los cargos de asociación
ilícita, y de atentado y resistencia a la autoridad, obviamente, en concurso
real (léase: cinco años a la sombra).
El informe médico determinó que el arrestado se
quejaba de fuertes dolores de espalda, y evidenciaba rastros de proyectiles en
su abdomen. Por eso, supuestamente, recibió o debió recibir tratamiento médico
intracarcelario.
En la calle, varias ong´s palestinas convocaron a
una huelga de hambre, demandando la inmedita liberación de los presos. Pero
resultó que, no se sabe bien cómo fue, pero lo cierto es que Arafat Yaradat,
sencillamente, se murió en cautiverio, por causas todavía no
establecidas.
Al día siguiente, nada más ni nada menos, que su
excelencia, el señor primer ministro del gobierno del reino hachemita,
supuestamente pro occidental, de Jordania, Dr. Salam Fayyad (55), emitió
un comunicado, en cuya virtud expresó “… el profundo pesar y la consternación del
gobierno de su majestad, por el martirio de Yaradat en las cárceles
israelíes” (sic).
Y el veintiocho de febrero pasado, en el marco de El
Foro de las Civilizaciones, que organizó La ONU en Viena, el secretario
general (Bangki Moon), recibió al embajador iraní (Muhammad Jazaei), quien le
hizo entrega de una carta del presidente Ahmedinejad, a través de la cual, Irán
le solicitó a la comunidad internacional que quiera tener a bien tomar debida
nota de que el régimen sionista de los territorios ocupados (sic), ha
incurrido en una flagrante violación del artículo cuarto de la convención
ginebrina, que regula las normas relativas al tratamiento de los prisioneros
de guerra (sic).
En vez calmarse y de serenarse, comportándose
civilizadamente, los palestinos están re locos, y los israelíes les dan para
que tengan, guarden y repartan, y si alguno se muere, pues que se joda, y
listo.
Y La Jordania Pro Occidental, por la vía de su
máximo dirigente político, como nación, habla del martirio palestino, mientras
en las naciones unidas, los iraníes denuncian la transgresiones inhumanas de
los sionistas, y la comunidad internacional, simplemente, toma debida nota,
mientras sigue lo más pancha con el foro de las civilizaciones, pero como si
nada pasara.
Y ahí está en la tumba el pobre Yaradar, que fue
silenciado, mientras el mundo calla, en la forma más hipócrita que se pueda
imaginar.
Por eso, junto al inefable Charlie García digo, sáquenla un poquito muchachos
del cercano oriente, y pónganse las pilas de una buena vez con el tema de la
paz, que ya nos tienen reprodridos a todos con la guerra de nunca acabar, por
favor.
¿Perdón? ¿Tiene pilas?
Y si me dijeran que estoy muy equivocado,
respondería que veremos, veremos y pronto lo sabremos.
[1] La libre expresión y la segura circulación de la información contenida en
el presente documento se halla jurídicamente garantizada por la Declaración
Universal de los Derechos Humanos de 1948 (Art. 19), la Constitución Nacional
de la República Argentina de 1995 (Art. 14),
la Ley Nacional N° 26.032 de 2005 y el Código Penal de la Nación (Arts.
153 y 155).
[2] Para uno de Los Siete Grandes Sabios de Grecia
(Solón) El Cisne Negro es un hecho
teóricamente posible que todos creen que es prácticamente improbable, pues si
ocurriera sería castastrófico.
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