jueves, 29 de agosto de 2013

672 Historia (Argentina)

Año III – Primera Edición – Editorial: 00000672 [1]

 
El Cisne Negro [2]
El Diario Digital de la Historia y de la Geopolítica
Jueves 29 de Agosto de 2.013.



La Guerra Por La Supervivencia XIX
Por Rubén Vicente 

Al iniciarse el mes de enero del año 1994, todo el periodismo argentino concluía que lo determinante en los doce meses que se avecinaban sería la reforma constitucional, pero poniendo el acento, casi exclusivamente, en la reelección del presidente Menem. 

Desde entonces, La CIA de Clinton siguió trabajando a destajo, para armarle al menemismo una oposición real, que no fuera sólo la formal del alfonsinismo. 

Había que dividir al peronismo, creándole un peronismo disidente, como ya lo habían hecho en los sesenta, con el invento de El Peronismo Sin Perón. Había que dividir al radicalismo, creándole un alfoninismo disidente. Había que sumar a toda la derecha gorila y a toda la izquierda comunista, para conformar el frente de el gorilaje comunista, liderado por ese engendro de la agencia, que se llamó con el nombre de El Frente Grande (FG), que estuvo en contra de la reforma constitucional y en contra de la reelección del menemismo, pero a través de la explotación del descontento de los excluídos (léase: los inútiles todo servicio), a los que se le sumaban casi dos millones de negros paraguayos, bolivianos, peruanos y sus descendientes argentinos lactantes descastados (2.000.000), que dejaban claro que el justicialismo de mercado era tan bueno, que era mejor dejar de vivir en sus paises de origen, para venir a tratar de vivir, trabajar y educarse en el primer mundo argentino. ¿Verdad? 

El idiota de Eduardo Duhalde, siempre indeciso y dubitativo, como buen librano con los astros mal aspectados, se sumaba a la campaña de la agencia, administrada por el frente grande, pero sin animarse a romper la unidad del justicialismo, dándose cuenta que lo principal era posicionarse como un justicialista ortodoxo, es decir, como el auténtico peronista, y a la vez, ir restándole poder al menemismo, pero no en el gobierno, que no se podía, sino más bien, en el partido, a través de las elecciones internas del oficialismo. 

Y en su lugar, se empezaron a perfilar los tres cabezas de turco de La CIA (3), que eran los justicialistas disidentes, que eran José Octavio Bordón (a) Pilo, Fernando Solanas (a) Pino y Carlos Alvarez (a) El Chacho. 

Parecían como tres payasos (Gabi, Fofó y Miliki = Pilo, Chacho y Pino), y la agencia reconocía sus esfuerzos por hacer lo que podían, pero la verdad es que no era suficiente, y a Menem había que bajarlo a como diera lugar, porque si fuera reelecto, seguro que volvería a la carga con lo de El Proyecto Condor, porque su obsesión era la misma que la de todos los presidentes bien nacidos de esta gloriosa nación, que era convertir a La Argentina en la primera superpotencia misilística y nuclear de la historia de América Latina (léase: el patio trasero), y nada más, claro está. 

Y por eso, exactamente el miércoles veinte de abril, mientras se cumplía el primer aniversario del fallecimiento de Adolf Hitler en Austria, en Buenos Aires, la agencia decidió trabajar también por izquierda, revolviendo el avispero menemista, a través el armado de un bruto quilombete al presidente Menem, mediante el sencillo expediente de proceder a la eliminación física del jefe de la noche porteña menemista, aprovechando que él había dejado embarazada a Zulemita, haciéndolo morir de celos al padre, ya se sabe por qué, no jodamos (léase: Guillermo Armentano (a) Poli). 

Desde entonces, estalló la guerra de los cabarutes, por el control exclusivo y excluyente de las putas, de la merca, de las armas robadas, de las barras bravas del futbol, de la farándula y del lavado de dinero, protagonizada en el nivel operativo por el Agte. CIA C-3 Dn. Guillermo Coppola (a) Wilbour Coster (a) Guille (a) Guillote (45) y por el Agte. Side Bach. Dn. Raúl Mantins (a) Ramón Martinez (a) La Comadreja (45). 

En pocos años, La Argentina Menemista (léase: la república recuperada) se convertiría en la narco república bananera, pero del primer mundo, off course, no sé si … 

Cuenta la historia que la bomba atómica, antes de Hiroshima y de Nagasaki, fue probada en El Álamo, y una variante de la agencia, en su guerra secreta contra La Argentina Menemista, fue probarla en un lugar que fuera como en casa, planificando y ejecutando una operación de seguiridad nacional de la hiperpotencia planetaria, como fue El Atentado Contra La Amia. 

Hoy sabemos que fueron los mujaidines del pueblo (léase: mohajeddín al kuods = El MEK), que son unos supuestos separatistas de El Irán Oriental, es decir, de El Beluchistán (léase: los beluches), que profesan la religión de el mazdeismo y no la del islamismo, y que están contra el gobierno musulmán de Teherán, y por eso, reciben información, dinero y armamentos de El Mossad y de La CIA, haciendo el trabajo extra de mandar gente a Buenos Aires, que la va de musulmana, para que procedieran a la voladura de la mutual judía de Buenos Aires, permitiéndole a Issac Rabín, sólo una hora después de el atentado (1), salir a decirle al mundo entero (orbis), que “… fueron los iraníes” (sic), pero sin aclarar que trabajaban para el instituto y para la agencia. ¿Verdad? 

Cuando a mi me dicen que Menem era un olfa a los yankies, me causan hilaridad, porque no se dan cuenta de que El Turco, lo único que quería, era quedar en la historia como el tipo que sacó a La Argentina de La Hiper del 89´, y que después la convirtió en la primera superpotencia misilística y nuclear de la historia de América Latina (léase: el patio trasero), y nada más, claro estaba. 

Es cierto. Menem había tenido que fingir que renunciaba a El Proyecto Cóndor, pero no lo era menos, que por una parte, La Argentina empezó a fabricar la versión de corto alcance del vector (léase: El Misil Alacrán), y que por la otra, los planos del misil de mediano alcance (léase: El Condor II), estaban en poder de los gobiernos de Irán, de Irak, de Siria y de Egipto, y eso, a la corta o a la larga, a los ojos de La Casa Blanca, la seguiría colocando a La Argentina en el bando antimperialista de la post guerra fría (léase: la paz caliente), no jodamos, que ya somos grandes y no nos chupamos más del dedo. 

Bajo esa comprensión, me pregunto: ¿Qué razones coherentes y legítimas tendría Irán para organizar El Atentado Contra La Amia? Mi respuesta es nin-gu-na. Entonces, mi conclusión es que fueron los iraníes, como dijo Isaac Rabin, pero los iraníes de El MEK, que trabajan para La CIA y para El Mossad, que no quieren que La Argentina sea una amenaza para nadie, y que les importa un rábano que se haya ochenta y cinco familias yavistas argentinas que hayan sido hechas moco (85). Total … 

Desde entonces, la guerra en El Cercano Oriente se extendió a América Latina (léase: el patio trasero), y La Argentina Menemista quedó posicionada en el bando anti imperialista de la post guerra fría (léase: la paz caliente). 

Vos podrás decir lo que quieras de Menem, menos que comía vidrio, y por eso, más rápido que volando se fue a Washington DC, para participar de la conferencia de jefes estado y de gobierno del hemisfério occidental, que adhirieron a El Consenso de Washington, porque vos sabés perfectamente lo que es el minué, que son dos pasos para adelante y otro para atrás. ¿Verdad? 

Los EEUU se habían fagocitado a El Canadá y a México en 1985, mediante la creación de una zona de libre comercio (léase: the north america free trade agrement = El NAFTA), y pretendía extenderlo hasta El Cabo de Hornos, con la zona de libre comercio de las américas (léase: El ALCA), y El Consenso de Washington de 1994, no fue más que el gran si buana latinoamericano, y nada más, claro está, pero bajo la impronta de los trescientos años de la burocracia española colonial, cuyo lema era que se acata, pero no se cumple (sic). Right? 

Todos lo sabían, pero a los cipayos de la agencia, les sirvió para darle aire a el frente grande, que salió a decirle vende patria a Carlos Menen, acusándolo de ser el agente local del neo liberalismo de Los Chicaco Boys de Milton Friedmann, olvidándose de que El Turco la metió a La Argentina en El Mercosur, y que eso de El ALCA, era sólo una promesa para dentro de veinte años (2014), y nada más, claro está. 

No hay nada que hacerle ni vueltas que darle. El que nace barrigón es añudo que lo fajen, o si preferís, el que nace para pito nunca llega a corneta.  ¿Verdad? 

Y si me dijeran que estoy muy equivocado, respondería que veremos, veremos y pronto lo sabremos.

[1] La libre expresión y la segura circulación de la información contenida en el presente documento se halla jurídicamente garantizada por la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 (Art. 19), la Constitución Nacional de la República Argentina de 1995 (Art. 14),  la Ley Nacional N° 26.032 de 2005 y el Código Penal de la Nación (Arts. 153 y 155).
 
[2] Para uno de Los Siete Grandes Sabios de Grecia (Solón) El Cisne Negro es un hecho teóricamente posible que todos creen que es prácticamente improbable, pues si ocurriera sería castastrófico.
 

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