El Diario Digital de la Historia y de la Geopolítica
Miércoles 14 de Agosto de 2.013.
La Guerra Por La
Supervivencia IV
Por Rubén
Vicente
Estalló La Segunda Guerra Mundial (1939-1945). En
semejante contexto, el Dr. Saúl Menem (a) El Turco (42), se posicionó como el
primer presidente de la comisión directiva de una nueva asociación civil sin
fines de lucro (léase: la ong), que comenzó a girar bajo la razón social de La
Sociedad de Fomento Vecinal de Anillaco.
Desde entonces, el Dr. Menem comenzó a gestionar el
ortorgamiento de créditos de La Sucursal La Rioja de El Banco de la Nación
Argentina (BNA), con el objetivo de financiar obras de interés público,
vinculadas con la construcción de la plaza central de la villa, de las redes
cloacales, de las cañerías de suministro de agua potable del deshielo andino,
del alumbrado público nocturno y del asfaltado de las calles principales
(léase: la urbanización).
Paralelamente, el Dr. Menem continuó desarrollando
su proyecto personal, de radicar en Anillaco a compatriotas sirios, de las
familias selyúcidas de Yabrud, que llevaran el apellido de Los Al Kassar, de
Los Al Gazal, de Los Al Menehem, de Los Al Akil, y de Los Al Yoma, para
conformar El Clan Menem de La Rioja.
En el mes de marzo de 1943, su primogénito, es
decir, el adolecente musulmán argentino Carlos Saúl Menem Akil (a) Carlitos (a)
El Cálo (13), comenzó el colegio secundario, bajo el régimen semi pupilo, en un
establecimiento confesional, administrado por los frailes de la orden de los
dominicos, de La Villa de Todos los Santos de la Nueva Rioja, capital de la
provincia argentina de La Rioja.
Desde entonces, para Carlos, todo comenzaría a
cambiar de una vez y para siempre, porque además de empezar a practicar basket,
ganando varias medallas y copas, por su participación en los torneos
estudiantiles internos, locales y provinciales, sólo tres mes después de
haber comenzado las clases en un colegio cristiano (3), estalló La Revolución del 4 de Junio de 1943, que instauró el segundo
gobierno militar de la historia nacional, que era nazi ortodoxo (léase:
hitlerista = kinkelista). [3]
En semejante contexto, en el que se jugaba la suerte
del planeta, y en el que empezaba a esbozarse La Nueva Argentina de Perón (1945-1955), hacia 1948, el Bach. Carlos
Saúl Memen Akil (a) Carlitos (a) El Cálo (18), comenzó a estudiar derecho, en
la facultad de ciencias jurídicas de la Universidad Nacional de Córdoba (léase:
La Casa de Trejo), a la vez que se apasionaba con la historia universal, latinoamericana
y argentina, y se afiliaba a El Partido Peronista (PP), como se llamaba en ese
entonces, sumándose a la naciente e informal Juventud Peronista Universitaria
(JUP), que sería la rama estudiantil superior de La Juventud Peronista (JP), es
decir, de La Gloriosa JP, que obviamente, profesaba el nazismo
heterodoxo (léase: el nazismo indiano = el justicialismo = el laborismo
vernáculo = el peronismo).
Bajo esa comprensión, Carlos Menem, que era como se
lo empezó a conocer, empezó a entender, en toda su profundidad práctica, qué
era eso de la independencia económica, de la justicia social, de la soberanía
política, de la integración latinoamericana y de la tercera posición,
equidistante del capitalismo estadounidense y del comunismo soviético, en el
marco de La Guerra Fría (1946-1991),
claro estaba.
Pero mientras tanto, Carlos Menem se hizo hombre,
con las mujeres de la vida cordobesas (léase: las negras jetonas), y se
apasionó, tanto por el turismo carrera como por la historia argentina, siendo
su personaje predilecto, obviamente, su excelencia, el señor gobernador francmasón-conservador de la provincia de
La Rioja, Gral. Brig. ECA ® Dn. Juan Facundo Quiroga (a) Facundo (a) El Tigre
de los Llanos (1788-1835).
El lema de Quiroga era religión o muerte, por
a Carlos Menem le llamaba gratamente la atención el hecho de que ese fanatismo
católico, no obstante, no le impidió desarrollar la viveza criolla, de
posicionarse como el principal accionista (51%),
como el presidende del directorio y como el gerente general (léase: The Chieff
Executive Officer = The CEO) de una nueva sociedad comercial, que comenzó a
girar bajo la razón social de The Famatina Mining Company PLC, con domicilio
legal en la capital británica (Londres), otorgándole a la misma la concesión
pública de exploración y de explotación de la montaña de oro de su propiedad
privada familiar de Los Quiroga, es decir, de El Cerro Famatina. Right?
Se fascinó tanto con esa doble condición de
empresario y de político de Quiroga que, mientras progresaba en sus estudios de
derecho, y mientras militaba en la juventud peronista, Carlos Memen se empezó a
dejar crecer el pelo y las patillas, a la usanza del gran caudillo riojano del
siglo diecinueve, transformándose en un impresentable, que no obstante,
empezó a ser popular entre las estudiantes de La Casa de Trejo, que se hacían
pis encima, por las risotadas que les causaban la simpatía de Carlitos, que era
su manera de enroscarles la víbora, ya se sabe para qué.
Y se compró una cupé Ford 38, y empezó a hacer como
que corría carreras de turismo carretera, pero en las calles de la ciudad
Cordoba Capital, hasta que tenía que huir de los jeeps de la policía, siendo
uno de los primeros númenes nacionales de las picadas. ¡Ah,
mirás vos Carlitos!
Un personaje juvenil de aquellos, que estaba en
todas y que le gustaban todas (léase: the play boys), que acá eran los
caqueros, por eso de los nenes caca, que eran todos hijos de la gente de
plata del interior, y que estudiaban en la facultad, pero que eran peronistas,
obvio.
Por eso en 1952, el Bach. Carlos Saúl Menem Akil (a)
Carlos Menem (a) Carlitos (a) El Cálo (a) Facundo Quiroga (a) El Riojano (a) El
Turco (22), se graduó como licenciado en derecho, con diploma expedido por la
Universidad Nacional de Córdoba (léase: La Casa de Trejo), abriendo un mes más
tarde El Estudio Jurídico Menem y Asociados, de la capital de su
provincia riojana, junto con su compañero de la facultad y amigo de la joda, es
decir, el Lic. Dn. Julio Nazareno (22).
Obviamente, al principio empezaron a llevar casos
civiles, comerciales, contencioso administrativos, tributarios, correccionales
y criminales de poca monta, de los fueros ordinarios de la justicia riojana (léase:
lo que venga = lucky), pero en sólo tres años (3), se posicionaron como los abogados de varios productores rurales
del interior de la provincia (léase: los viñateros y los bodegueros), como así
también, de los principales comerciantes y financistas de la capital provincial
(léase: los magnates de tierra adentro); llegándolos a representar legalmente
ante los juzgados federales de primera instancia locales, y ante las cámaras
federales de apelación de la ciudad de Córdoba Capital, sin que en esa época se
le conocieran planteamientos ante la corte suprema de justicia de la nación,
con obvia sede en la ciudad de Buenos Aires, donde el Lic. Menem era nadie,
pero nadie. ¿Me oís?
Y todo mientras los jóvenes abogados (Menem y
Nazareno) se entreveraban con las mujeres de los bodegueros y de los magnates,
que veían en Carlos Menem a algo así como una suerte de sex simbol, que empezó
a ganar muy buena plata, y a no dejar títere con cabeza en las altas camas
provinciales, mientras su amigo Julio se beneficiaba por añadidura obvio.
Pero vino La Revolución Libertadora (1955-1958), y estalló La Tercera Guerra
Civil Argentina (1955-1983).
Y si me dijeran que estoy muy equivocado,
respondería que veremos, veremos y pronto lo sabremos.
[1] La libre expresión y la segura circulación de la información contenida en
el presente documento se halla jurídicamente garantizada por la Declaración
Universal de los Derechos Humanos de 1948 (Art. 19), la Constitución Nacional
de la República Argentina de 1995 (Art. 14),
la Ley Nacional N° 26.032 de 2005 y el Código Penal de la Nación (Arts.
153 y 155).
[2]
Para uno de Los
Siete Grandes Sabios de Grecia (Solón) El
Cisne Negro es un hecho teóricamente posible que todos creen que es
prácticamente improbable, pues si ocurriera sería castastrófico.
[3] Para ver las dos versiones vernáculas
de el socialismo nacional, véase El Cisne Negro (Editoriales 401 y 402). Conste.
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