miércoles, 14 de agosto de 2013

657 Historia (Argentina)

Año II – Primera Edición – Editorial: 0000657 [1]

 

El Cisne Negro [2]
El Diario Digital de la Historia y de la Geopolítica
Miércoles 14 de Agosto de 2.013.




La Guerra Por La Supervivencia IV
Por Rubén Vicente 

Estalló La Segunda Guerra Mundial (1939-1945). En semejante contexto, el Dr. Saúl Menem (a) El Turco (42), se posicionó como el primer presidente de la comisión directiva de una nueva asociación civil sin fines de lucro (léase: la ong), que comenzó a girar bajo la razón social de La Sociedad de Fomento Vecinal de Anillaco. 

Desde entonces, el Dr. Menem comenzó a gestionar el ortorgamiento de créditos de La Sucursal La Rioja de El Banco de la Nación Argentina (BNA), con el objetivo de financiar obras de interés público, vinculadas con la construcción de la plaza central de la villa, de las redes cloacales, de las cañerías de suministro de agua potable del deshielo andino, del alumbrado público nocturno y del asfaltado de las calles principales (léase: la urbanización). 

Paralelamente, el Dr. Menem continuó desarrollando su proyecto personal, de radicar en Anillaco a compatriotas sirios, de las familias selyúcidas de Yabrud, que llevaran el apellido de Los Al Kassar, de Los Al Gazal, de Los Al Menehem, de Los Al Akil, y de Los Al Yoma, para conformar El Clan Menem de La Rioja. 

En el mes de marzo de 1943, su primogénito, es decir, el adolecente musulmán argentino Carlos Saúl Menem Akil (a) Carlitos (a) El Cálo (13), comenzó el colegio secundario, bajo el régimen semi pupilo, en un establecimiento confesional, administrado por los frailes de la orden de los dominicos, de La Villa de Todos los Santos de la Nueva Rioja, capital de la provincia argentina de La Rioja. 

Desde entonces, para Carlos, todo comenzaría a cambiar de una vez y para siempre, porque además de empezar a practicar basket, ganando varias medallas y copas, por su participación en los torneos estudiantiles internos, locales y provinciales, sólo tres mes después de haber comenzado las clases en un colegio cristiano (3), estalló La Revolución del 4 de Junio de 1943, que instauró el segundo gobierno militar de la historia nacional, que era nazi ortodoxo (léase: hitlerista = kinkelista). [3] 

En semejante contexto, en el que se jugaba la suerte del planeta, y en el que empezaba a esbozarse La Nueva Argentina de Perón (1945-1955), hacia 1948, el Bach. Carlos Saúl Memen Akil (a) Carlitos (a) El Cálo (18), comenzó a estudiar derecho, en la facultad de ciencias jurídicas de la Universidad Nacional de Córdoba (léase: La Casa de Trejo), a la vez que se apasionaba con la historia universal, latinoamericana y argentina, y se afiliaba a El Partido Peronista (PP), como se llamaba en ese entonces, sumándose a la naciente e informal Juventud Peronista Universitaria (JUP), que sería la rama estudiantil superior de La Juventud Peronista (JP), es decir, de La Gloriosa JP, que obviamente, profesaba el nazismo heterodoxo (léase: el nazismo indiano = el justicialismo = el laborismo vernáculo = el peronismo). 

Bajo esa comprensión, Carlos Menem, que era como se lo empezó a conocer, empezó a entender, en toda su profundidad práctica, qué era eso de la independencia económica, de la justicia social, de la soberanía política, de la integración latinoamericana y de la tercera posición, equidistante del capitalismo estadounidense y del comunismo soviético, en el marco de La Guerra Fría (1946-1991), claro estaba.  

Pero mientras tanto, Carlos Menem se hizo hombre, con las mujeres de la vida cordobesas (léase: las negras jetonas), y se apasionó, tanto por el turismo carrera como por la historia argentina, siendo su personaje predilecto, obviamente, su excelencia, el señor gobernador francmasón-conservador de la provincia de La Rioja, Gral. Brig. ECA ® Dn. Juan Facundo Quiroga (a) Facundo (a) El Tigre de los Llanos (1788-1835). 

El lema de Quiroga era religión o muerte, por a Carlos Menem le llamaba gratamente la atención el hecho de que ese fanatismo católico, no obstante, no le impidió desarrollar la viveza criolla, de posicionarse como el principal accionista (51%), como el presidende del directorio y como el gerente general (léase: The Chieff Executive Officer = The CEO) de una nueva sociedad comercial, que comenzó a girar bajo la razón social de The Famatina Mining Company PLC, con domicilio legal en la capital británica (Londres), otorgándole a la misma la concesión pública de exploración y de explotación de la montaña de oro de su propiedad privada familiar de Los Quiroga, es decir, de El Cerro Famatina. Right? 

Se fascinó tanto con esa doble condición de empresario y de político de Quiroga que, mientras progresaba en sus estudios de derecho, y mientras militaba en la juventud peronista, Carlos Memen se empezó a dejar crecer el pelo y las patillas, a la usanza del gran caudillo riojano del siglo diecinueve, transformándose en un impresentable, que no obstante, empezó a ser popular entre las estudiantes de La Casa de Trejo, que se hacían pis encima, por las risotadas que les causaban la simpatía de Carlitos, que era su manera de enroscarles la víbora, ya se sabe para qué. 

Y se compró una cupé Ford 38, y empezó a hacer como que corría carreras de turismo carretera, pero en las calles de la ciudad Cordoba Capital, hasta que tenía que huir de los jeeps de la policía, siendo uno de los primeros númenes nacionales de las picadas. ¡Ah, mirás vos Carlitos! 

Un personaje juvenil de aquellos, que estaba en todas y que le gustaban todas (léase: the play boys), que acá eran los caqueros, por eso de los nenes caca, que eran todos hijos de la gente de plata del interior, y que estudiaban en la facultad, pero que eran peronistas, obvio. 

Por eso en 1952, el Bach. Carlos Saúl Menem Akil (a) Carlos Menem (a) Carlitos (a) El Cálo (a) Facundo Quiroga (a) El Riojano (a) El Turco (22), se graduó como licenciado en derecho, con diploma expedido por la Universidad Nacional de Córdoba (léase: La Casa de Trejo), abriendo un mes más tarde El Estudio Jurídico Menem y Asociados, de la capital de su provincia riojana, junto con su compañero de la facultad y amigo de la joda, es decir, el Lic. Dn. Julio Nazareno (22). 

Obviamente, al principio empezaron a llevar casos civiles, comerciales, contencioso administrativos, tributarios, correccionales y criminales de poca monta, de los fueros ordinarios de la justicia riojana (léase: lo que venga = lucky), pero en sólo tres años (3), se posicionaron como los abogados de varios productores rurales del interior de la provincia (léase: los viñateros y los bodegueros), como así también, de los principales comerciantes y financistas de la capital provincial (léase: los magnates de tierra adentro); llegándolos a representar legalmente ante los juzgados federales de primera instancia locales, y ante las cámaras federales de apelación de la ciudad de Córdoba Capital, sin que en esa época se le conocieran planteamientos ante la corte suprema de justicia de la nación, con obvia sede en la ciudad de Buenos Aires, donde el Lic. Menem era nadie, pero nadie. ¿Me oís? 

Y todo mientras los jóvenes abogados (Menem y Nazareno) se entreveraban con las mujeres de los bodegueros y de los magnates, que veían en Carlos Menem a algo así como una suerte de sex simbol, que empezó a ganar muy buena plata, y a no dejar títere con cabeza en las altas camas provinciales, mientras su amigo Julio se beneficiaba por añadidura obvio. 

Pero vino La Revolución Libertadora (1955-1958), y estalló La Tercera Guerra Civil Argentina (1955-1983). 

Y si me dijeran que estoy muy equivocado, respondería que veremos, veremos y pronto lo sabremos.


[1] La libre expresión y la segura circulación de la información contenida en el presente documento se halla jurídicamente garantizada por la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 (Art. 19), la Constitución Nacional de la República Argentina de 1995 (Art. 14),  la Ley Nacional N° 26.032 de 2005 y el Código Penal de la Nación (Arts. 153 y 155).
 
[2] Para uno de Los Siete Grandes Sabios de Grecia (Solón) El Cisne Negro es un hecho teóricamente posible que todos creen que es prácticamente improbable, pues si ocurriera sería castastrófico.
 
[3] Para ver las dos versiones vernáculas de el socialismo nacional, véase El Cisne Negro (Editoriales 401 y 402). Conste.

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