El Cisne Negro [2]
El Diario Digital de
la Historia y de la Geopolítica
Lunes 21 de Enero de 2.013.
Se Acabó El Amor II
Por Rubén Vicente
Han
pasados dos años. María se fue Ingeniero Budge, y ahora duerme y trabaja de
lunes a domingo, en un sauna del microcentro, donde la merca es gratis, así que
está todo bien.
José
se quedó en la casita alquilada, y también se la rebusca, con un plan que le da
Cristina, y saliendo de caño cada tando, moviéndose alguna negrita de la villa.
Ya tiene varias entradas en la comisaría de Budge, pero zafa de Melchor Pose,
gracias a que de vez en cuandi, hace una changa, como el dealer de un zumbo de
la bonaerense.
Y
si, dos vidas destrozadas por la falopa y sin espanzas de salir alguna vez, pero
que existen, igual que La Receta Keynesiana, que no es el nombre de una
cumbia villera, obvio.
Y
si, porque acá y en la China, cada vez que los gobiernos se la ven negra con la
plata, hacen magia, dejando flotar la moneda local contra la moneda del
comercio mundial (léase: el dólar).
En
exactamente la misma proporción en que se devalúa la moneda local contra
el dólar: a) Se reduce el PBI; b) Aumenta la emisión de billetes
locales sin respaldo en dólares (léase: la inflación); y c) Tienden a aumentar en idéntica magnitud los precios, los
salarios, las tarifas, los cánones, las multas y los tributos (léase: la
carestía).
En
síntesis lógica: Se achica la torta, pero a la vez, cada pedazo es cada vez más
dificil de obtener, y cuando se logra conseguirlo, es al precio de pagar más
por menos (léase: es una estafa encubierta = nos viven cagando cada vez
peor).
Sin
embargo, es igual que como les pasó a José y a María, porque la sensación
psicológica colectiva es que está todo bien, porque al principio abunda el
dinero; hay créditos blandos; aumentan las inversiones facilongas; se generan
nuevas fuentes de trabajo; se vende más; se exporta más; la gente consume más; la
gente está más contenta, la gente vive mejor; y el país gana con el mercado
interno tanto como con el comercio exterior (léase: el crecimiento = el
bienestar = la vida loca).
Siendo
así: ¿Qué es esa sensación psicológica colectiva? Respuesta de Vicentico: Droga.
Y
sí, porque cada devaluación es un
jeringazo, que nos hace sentir de maravillas, pero sólo hasta que se va
el efecto placentero de la plata dulce, y si después no hay más, empieza el
síndrome de abstinencia (léase: la decepción = la frustración = la bronca = la
rabia = la violencia).
Y
pregunta: ¿Qué estamos viendo todos los días en todos lados? Respuesta: Violencia. Por
algo será decía mi abuela.
Y
si, porque igual que como le pasó a José y a María, cuando hay abtinencia de
guita, directamente se acabó el amor, porque contigo pan y cebolla, minga, y con la política es lo
mismo, no sé si…
Por
eso, yo digo que, antes de que se vuelva a hundir El Titanic, por qué no mejor
dejamos de bailar la cumbia villera de la receta keynesiana en la
cubierta, y le exigimos al disck jockey que ponga otro tema, más claro, más
tranqui y más fácil de entender para todos, como podría ser un bolero liberal
monetarista ortodoxo, que se llame, por ejemplo, el patrón oro. ¿Qué?
Y
si me dijeran que estoy muy equivocado, respondería que veremos, veremos y pronto lo
sabremos.
[1] La libre expresión y la
segura circulación de la información contenida en el presente documento se
halla jurídicamente garantizada por la Declaración Universal de los Derechos
Humanos de 1948 (Art. 19), la Constitución Nacional de la República Argentina de
1995 (Art. 14), la Ley Nacional N°
26.032 de 2005 y el Código Penal de la Nación (Arts. 153 y 155).
[2] Para uno de Los Siete Grandes Sabios de
Grecia (Solón) El Cisne Negro es un
hecho teóricamente posible que todos creen que es prácticamente improbable,
pues si ocurriera sería castastrófico.
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