sábado, 19 de enero de 2013

472 Geopolítica (Mundial)




Año II – Primera Edición – Editorial: 00000472 [1]

El Cisne Negro [2]
El Diario Digital de la Historia y de la Geopolítica
Sábado 19 de Enero de 2.013.


 



Se Le Volaron los Patos
Por Rubén Vicente

En 1937, el gobierno de la entonces cuarta república de Francia, temiendo que estallara la segunda guerra mundial, y que Alemania conquistara París y la saqueara, tomó la decisión de solicitarle a los EEUU el depósito del oro francés en Fort Knox (léase: pito catalán).

Y vino la guerra, y ganaron los aliados, pero el oro francés siguió en Fort Knox, bajo el nuevo cuco de La Unión Soviética, que podía invadir Europa Occidental, en el marco de la guerra fría.

Pero cuando Charles De Gaulle vio que los EEUU de Lindon Johnson intervinieron directamente en La Guerra de Vietnam, excluyendo a Francia de su vieja área de influencia geopolítica asiática (léase: Indochina), directamente, se le volaron los patos, tomando dos decisiones tan trascendentales para el mundo entero (orbis) como invisibles para el común de los mortales que lo poblaban.

La primera fue declarar que, de ahí en más, Francia tendría un comando separado del estado mayor general de la OTAN, que lideraban los EEUU, fracturando la unidad interna de la alianza atlántica. Y la segunda fue exigirle a Johnson la inmediata devolución del oro francés, acobachado en Fort Knox desde hacía treinta años.

Los EEUU estaban en campaña, enfrentándose el demócrata Boby Kennedy, que dijo minga, contra el republicano Richard Nixon, que dijo honraremos nuestros compromisos internacionales con el gran aliado francés (sic).

Y a Boby lo hicieron percha, y ganó Nixon, y no hubo margen para imcumplir las promesas electorales, y tuvo que ordenar la repatriación del oro galo a Francia. Are you crazy boy? What´s the mater with you Dick?

Todo bien, pero Paul Volcker (a) Nadie (44), le explicó al bueno de Dick que La Fed contabilizaba el oro extranjero de vieja data como propio (sic), y que salidos que fueron los morlacos dorados franchutes, las arcas estadoniendeses quedaron literalmente secas (sic).

¡No puede ser!¡A ver Kunta, pronto, alcánceme una botella de Chivas!¡Sentate Paul! ¡Repetímelo todo más despacio para yo te pueda entender!¿Cómo decís?

De Gaulle la pagó cara, porque La CIA le organizó El Mayo Francés, y le hizo perder la reelección, pero el oro francés ya estaba en las manos de sus legítimos propietarios, qué joder.

Un año y medio se callaron la boquita, pero la cosa explotó, y a Nixon no le quedó otra que blanquear todo, declarando la suspensión unilateral e incolsulta de la convertibilidad del billete verde con el metal amarillo, y viceversa (1971). ¿Y?

Y nada. Sólo que estalló la cuarta guerra árabe-israeli (1973), y la crisis energética mundial (1974), y estalló el Water Gate (1974), y vino la revolución islámica iraní (1978), y la toma de los rehenes norteamericanos en Teherán (1979), y la segunda crisis energética mundial (1980), y La Guerra Irán-Irak (1980-1988), y la crisis del oro (1982), y la quinta guerra árabe-israelí (1982), y La Guerra del Atlántico Sur (1982), y el Irán Gate (1986), y la crisis bursatil neoyorkina (1987), y la invasión a Panamá de los EEUU (1989), y La Caída del Muro de Berlín (1989), y la reunificación alemana (1990), y La Guerra del Golfo (1991), y la conformación de la Unión Europea (1993), y La Guerra de Kozovo (1994), y la crisis del tequila (1995), y el efecto arroz (1998), y el efecto casasha (1999), y el 11-S (2001), y La Guerra de Afganistán (2001), y el efecto tango (2002), y La Guerra de Irak (2003), y El Huracán Katrina (2005) y la crisis de las hipotecas (2007) y La Segunda Gran Depresión (2008-2013). Right?

Y la benemérita y nunca bien ponderada onza troy, que en 1971 cotizaba a treinta y cinco dólares, hoy vale mil seiscientos ochenta (1 OT = U$S 1.680,00), con el agravante de que, desde hace cinco años que estamos hablando de la guerra de monedas (léase: el dólar débil), que amenaza con evolucionar hacia la guerra comercial (léase: el proteccionismo); aunque la propaganda global siga diciendo que estamos mal pero vamos bien. ¿Verdad?

Qué curioso, porque el quince de enero pasado, ocurrió algo similar a lo sucedido en la época de De Gaulle. En efecto, François Hollande está lidiando con los negros de las neo colonias subsaharianas, que se están matando entre ellos para ver quién la tiene más larga, forzando al presidente galo a mandar a las fuerzas armadas a intervenir directamente en Costa de Marfil y en Mali, que vendrían a ser algo así como El Vietnam Africano de los franchutes, o algo por el estilo.

Y justo en este momento jodido, en que la cosa se complica todavía más en las ex colonias francesas de Siria y de Argelia, resulta que sale muy suelta de cuerpo La Gorda Angela Merkel, a decir que Alemania ha tomado la decisión de repatriar la mitad del oro germano (sic).

El metal amarillo alemán está depositado desde hace más de cincuenta años en los EEUU, en Gran Bretaña y en Francia. Sólo Gran Bretaña le cobra a Francia comisiones por el servicio de provisión de cajas de seguridad en la cámara del tesoro de El Banco de Inglaterra, mientras que con los EEUU y con Francia, el negocio es gratarola (sic). ¡Ah, mirá vos!

Hablando en clave guita, para los johnnies es un agujero sin cuento, aunque como el retiró se hará de acá al 2020, se la bancan. A los british, Alemania ya les había exigido de la repatriación del la mayor parte del oro germano, justo después del 11-S, y por eso, ahora decidieron no sacar más, aunque les sigan cobrando las comisiones, por la sencilla razón de que, aunque nadie se quiera ni acordar, El Banco de Inglaterra también contabiliza el oro extranjero de vieja data como propio (léase: el sistema suizo). [3]

Y a Francia, directamente, le sacarán todo el oro alemán, y jodete.

No, no, dice Merkel. Es para fortalecer la imagen alemana, y para tener oro con que comprar rápido los dólares que necesite la locomotora de la UE.

Los yankies la miran, como preguntándole porque no mejor dejás el oro alemán en Fort Knox y te llevás los dólares directamente. Respuesta de la gorda: ¡Ehmm! ¡Me está vibrando el celu! ¡Después hablamos¡ ¿Si?

Y los franchutes se preguntan: ¿Si ves que estamos con El Vietnam Africano, porqué justo ahora nos venís a vaciar el tesoro, te volvistes loca? Respuesta de la gorda: ¡Ehmm! ¡Tengo una parva de twits para responder¡ ¡Después lo charlamos! ¿Dale?

En otras palabras, no se hagan los boludos y devuélvanme el maldito oro nazi, porque vos sabés perfectamente que yo no confío en tus estúpidos planes negros de sacar al mundo de la crisis, y vos también sabés que yo no confío en tus pedorras expediciones a las ex colonias negroides.

La verdad es que, por el motivo que sea, pero lo cierto es que el hecho es exactamente el mismo, es decir, que Irán, Libia, Venezuela y ahora Alemania están repatriando su oro, y nada más, claro está.

En otras palabras, damás y caballeros, El Cisne Negro tiene el penoso deber de informarles que ha concluido la guerra de monedas (el dólar débil), y que ha estallado la guerra comercial (el proteccionismo), donde cada uno protege lo propio, y al carajo con la globalización del comercio mundial.

Dicho de otro modo, ya van por el oro, después irán por el petróleo, luego por los metales industriales, posteriormente por los alimentos y, por último, van a ir por todo.

Expresado en otros términos, si no hacen nada para parar la locura, vamos directo a la tercera guerra mundial (léase: el holocausto nuclear = el armagedón = el apocalipsis), no sé cómo explicarlo más claro.

Por eso digo que, igual que a Charles De Gaulle, a La Gorda Merkel, directamente, se le volaron los patos, no se si …

Y si me dijeran que estoy muy equivocado, respondería que veremos, veremos y pronto lo sabremos.


[1] La libre expresión y la segura circulación de la información contenida en el presente documento se halla jurídicamente garantizada por la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 (Art. 19), la Constitución Nacional de la República Argentina de 1995 (Art. 14),  la Ley Nacional N° 26.032 de 2005 y el Código Penal de la Nación (Arts. 153 y 155).

[2] Para uno de Los Siete Grandes Sabios de Grecia (Solón) El Cisne Negro es un hecho teóricamente posible que todos creen que es prácticamente improbable, pues si ocurriera sería castastrófico.

[3] Las reglas de contabilidad universalmente aceptadas son muy claras, pero en la era de la globalización, se acatan, pero se cumplen de modo confuso, profuso y difuso, aplicando las reglas especiales de la banca suiza, para la cual, el oro ajeno de vieja data, cuya propiedad no se reinvindica durante un plazo de cuarenta años, deja de ser oro ajeno y, con apoyatura jurídica en el instituto de la prescripción, se empieza a contabilizar como propio (sic). Esto fue magistralmente explicado y denunciado públicamente por el presidente socialista de la comisión de finanzas de la cámara baja del parlamento helvético, Dr. Jean Siglier, en sus libros titulados con los nombres de El Oro Nazi y Suiza Lava Más Blanco, en los que menciona los casos del oro de los judíos de los campos de concentración, y el caso de los dictadores africanos que aceptaban la protección de La Unión Soviética durante la guerra fría. Y Siglier es terminante, a la hora de aclarar que los franceses, los británicos y los estadounidense hacen exactamente lo mismo que los suizos (sic). Conste.

No hay comentarios:

Publicar un comentario