El Cisne Negro [2]
El Diario Digital de
la Historia y de la Geopolítica
Domingo 20 de Enero de 2.013.
Se Acabó El Amor I
Por Rubén Vicente
María
y José son dos jóvenes profesionales rubios y de ojos azules, que vienen de
familias bien, y deciden casarse como Dios manda, porque están que arden, y
además, porque se adoran. Right?
Como
los dos están bien empleados y ganan unos sueldazos, se compran un piso en
Madero, a estrenar, pagando coutas más que razonables para ellos, que ya están
de regreso de luna de miel.
Mientras
se empiezan a habituar a la convivencia, a José se le empieza a dar por el
chupi. A María no le gusta, pero como él rinde más en la cama, tá bueno, jé.
Pero
a los tres meses, él empieza con el porro. María lo reta, pero él la avanza, y
ella eso la pone muy cachonda, you know.
Al
año, José empieza a darse con la merca, pero sólo los finde, y María ya empieza
a mirar a los amigos de él en el club, no se sí …
Hasta
que a José lo rajan del trabajo, y a María le da cosa seguir trabajando donde
está, porque es un quemo, y no se puede seguir pagando la cuota, y como son
orgullosos, no quieren depender de nadie para vivir, y María acepta que vendan la
hipoteca de Madero y que compren en Almagro, pero a todo culo, y después se
verá, total, ellos siguen bien, aunque una vez, José la haya hecho callar la
boca de un cachetazo. Ups.
Y
para cambiar de amigotes, José empieza a gastarse la diferencia que le queda en
festicholas todas las noches, y empieza el show del alcohol y de la merca, pero
le suman el swingerismo. ¡Ah bueno¡
Má
si, total, vida hay una sola, y la mortaja no tiene bolsillos. ¿Verdad?
Pero
a los dos años se acabó la guita, José ya la faga a María por deporte, y si no
consiguen un buen trabajo pronto, se van a pique. Pero no, porque José dice
vendamos en Almagro, compremos en Haedo, y tenemos para seguir. ¿O
no?
La
gente de Haedo no es igual, pero bueh, la farra está financiada y está bueno.
Pero
a los dos años, se acabó la guita, y o salís a robar, o vendemos otra vez, y
nos compramos una linda casita en Isidro Casanova, que está nuestro alcance, y
nos queda la diferencia para seguir viviendo sin laburar, porque así como
estamos, no nos toman en ningún lado. ¿Sabés bebé?
Y
meta farra con la negrada bonaerense y con la cumbia villera, con la birra, con
el porro y con el paco, porque de blanca, ni hablemos. Y otra vez se acabó la
guita, y nadie nos presta, porque no vienen más a casa, ni a tomar un anís
falopa.
Secos
como lengua de largartija, insultándose diariamente, gritándose como
energúmenos, pagándole él por hobbie y revoleándose ella los platos por la
cabeza a cada rato, con los vecinos quejándose por los escándalos, y sin un
perro que les ladre, José y María se desperan, y venden en Isidro Casanova,
pero alquilan en Budge, y ya tienen para tirar un buen rato, ja ja já.
Hasta
que al año y medio, no hay más nada que hacer, salvo que él salga de caño y
ella a bajarse la bombacha con el que venga y donde venga, y si le llenan el
bombo, bueh, o se cagan de infelices.
En
otras palabras, dos vidas arruinadas por la guita mal gastada en el chupi y la
merca. Y lo mismo ocurre con las naciones, que creen que todo es la
felicidad del pueblo, y lo demás, ya se verá.
Por
eso yo digo que acá, directamente, se acabó el amor, porque ya caímos
muy pero muy bajo, no sé si …
Y
si me dijeran que estoy muy equivocado, responderia que veremos, veremos y pronto lo
sabremos.
[1] La libre expresión y la
segura circulación de la información contenida en el presente documento se
halla jurídicamente garantizada por la Declaración Universal de los Derechos
Humanos de 1948 (Art. 19), la Constitución Nacional de la República Argentina de
1995 (Art. 14), la Ley Nacional N°
26.032 de 2005 y el Código Penal de la Nación (Arts. 153 y 155).
[2] Para uno de Los Siete Grandes Sabios de
Grecia (Solón) El Cisne Negro es un
hecho teóricamente posible que todos creen que es prácticamente improbable,
pues si ocurriera sería castastrófico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario