El Diario Digital de la Historia y de la Geopolítica
Miércoles 9 de Octubre de 2.013.
El Relato III
Por Rubén Vicente
Roberto Noble nació en
el año 1902, en el seno de una familia de la clase media alta (léase: la alta
burguesía) de la capital bonaerense. Se educó con los jesuitas y, mientras
estudiaba derecho en la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), se afilió a El
Partido Socialista Argentino (PSA), liderado por su secretario general, Dr. Dn.
Juan Baustista Justo (a) Juan B (55).
En 1924, el Bach.
Roberto Jorge Noble (22), se graduó como licenciado en derecho. Un mes más
tarde, el Lic. Noble se incorporó al ejército argentino, con el grado de
subteniente, comenzando a prestar servicios en el arma de intendencia, siendo
destinado a La Guarnición Militar La Plata (GMLP), pasando a formar parte del
cuerpo de auditores de la referida unidad militar.
En otras palabras, hasta
ahí lo que teníamos, era un nobel oficial subalterno del ejército, que era
abogado, pero contra todo lo que marcaban las pautas sociales y políticas
de la época, resulta que era socialista. ¡Shit!
Tres años más tarde
(1927), El Partido Socialista Argentino (PSA), liderado por su
secretario general, Dr. Alfredo Palacios (49), sufrió una pequeña escisión,
cuando se retiraron de esa agrupación, algunos dirigentes, partidarios de un
acercamiento con El Partido Nacional Demócrata (PND), es decir, con los
conservadores (¿¿¿???), para formar un frente táctico anti radical
personalista (léase: anti yrigoyenista = pro alvearista), con la vista puesta
en las elecciones generales de 1928.
Esos
dirigentes, pasaron a conformar El Partido Socialista Independiente
(PSI), liderado por su primer secretario general, es decir, por su excelencia, el
señor ex intendente municipal de la capital federal, Dr. Dn. Federico Pinedo
(72).
En
ese contexto, el Sub. Tte. EA Lic. Dn. Roberto Jorge Noble (25), fue ascendido
al grado de teniente. Paralelamente, el Tte. Noble se desafilió del PSA de
Palacios, y adhirió ostenciblemeente a la posición del PSI de Pinedo.
En
otras palabras, un abogado y militar, que era socialista, pero que andaba de
diez con los conservadores. Dicho de otro modo, un leguleyo de uniforme, que era
la versión castrense del arquitipo, de lo que a mi me gusta llamar con el
nombre de el gorila-comunista, porque vive como burgués, pero tiene
discurso marxista. Expresado en otros términos, un fiel reflejo de la mayoría
de los porteños, pero que viven al norte de la Avda. Córdoba, pero que
empezaban a existir en La Plata, no sé si me explico.
Dos
años más tarde (1930); en el marco de las elecciones parlamentarias de la
Argentina, gobernada por su presidente francmasón-radical personalista, Dr. Dn. Hipólito Yrigoyen
(a) El Peludo (77), el PSI (Pinedo), venció en la capital federal, nada más ni
nada menos, que al PSA de Palacios y, como si eso no fuera suficiente, resulta
que también venció al oficialismo de La Unión Cívica Radical Personalista
(UCRP) del presidente Yrigoyen, consagrándose diputados nacionales los Dres.
Federico Pinedo (74) y Antonio Di Tomaso (41). Paralelamente, el Tte. EA Lic. Dn.
Roberto Jorge Noble (28), era ascendido al grado de teniente primero.
En
1932, ya gobernaba la república el partido militar (Uriburu), mientras La
Unión Cívica Radical Antipersonalista (UCRA), liderada por Alvear, el PSA
(Palacios), el PSI (Pinedo) y El Partido Demócrata Progresista (PDP) del Dr.
Lisandro de la Torre (64), se unieron para conformar una alianza táctica,
que recibió el nombre de La Concordancia (léase: el contubernio), que
apoyó la candidatura a presidente de la nación, del Tte. Gral. EA ® Dn. Agustín
Pedro Justo (a) Justito (56), que resultó electo con el fraude patriótico
de el partido militar.
En
ese contexto, el presidente del directorio de El Partido Nacional Demócrata
(PND), es decir, del partido conservador argentino, Dr. Manuel Fresco (44),
triunfó también gracias al fraude patriótico, en la provincia de Buenos Aires.
Seis
años más tarde (1936), el Tte. Pro. EA Lic. Dn. Roberto Jorge Noble (32), fue
ascendido al grado de capitán. Inmediatamente después, el Cap. Noble, comenzó a
estudiar defensa nacional, en la escuela superior de guerra del ejército
argentino, con asiento físico en La Guarnición Militar Buenos Aires (GMBA), el
barrio porteño de Palermo.
En
1939, mientras estallaba La Segunda Guerra Mundial, el Cap. Noble (36), se graduó
como doctor en defensa nacional, pasando a revistar en el escalafón de los
oficiales de estado mayor, siendo ascendido al grado de mayor.
Inmediatamente
después, el Myr. Noble, solicitó su pase a retiro (¿?). Sobre el final del
año, su excelencia, el señor gobernador masón-conservador
de la provincia de Buenos Aires, Dr. Manuel Fresco (51), firmó un decreto, en
cuya virtud nombró como nuevo ministro de gobierno, justamente, al Myr.
Noble que, desde entonces, empezó a representar al PSI de Di Tomaso, en el
gabinete bonaerense, obviamente, en el ministerio de mayor importancia
política, pues controlaba la relación del gobierno conservador provincial con
los municipios, con los partidos políticos y con la policía provincial. ¡Ah!
En
otras palabras, un oficial jefe del ejército argentino que era un abogado
socialista, que controlaba el ministerio más poderoso, de la provincia más
importante de La Argentina, y que tenía sólo treinta y seis años de edad
(36). ¿Qué tull?
Bajo
esa comprensión, yo digo que Roberto Noble tenía algo como de Sergio Berni,
pero nada más que setenta años antes (70). ¿Verdad? [3]
Y
si me dijeran que estoy muy equivocado, respondería que veremos, veremos y pronto lo
sabremos.
[1]
La libre
expresión y la segura circulación de la información contenida en el presente
documento se halla jurídicamente garantizada por la Declaración Universal de
los Derechos Humanos de 1948 (Art. 19), la Constitución Nacional de la
República Argentina de 1995 (Art. 14),
la Ley Nacional N° 26.032 de 2005 y el Código Penal de la Nación (Arts.
153 y 155).
[2]
Para uno de Los
Siete Grandes Sabios de Grecia (Solón) El
Cisne Negro es un hecho teóricamente posible que todos creen que es
prácticamente improbable, pues si ocurriera sería castastrófico.
[3] Para ver por qué digo lo que digo,
véase El Cisne Negro (Editoriales 444 a 447). Conste.
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