jueves, 5 de septiembre de 2013

679 Historia (Argentina)

Año III – Primera Edición – Editorial: 00000679 [1]

 
El Cisne Negro [2]
El Diario Digital de la Historia y de la Geopolítica
Jueves 6 de Septiembre de 2.013.





La Guerra Por La Supervivencia XXVI
Por Rubén Vicente 

El viernes primero de enero del año 1999, con la onza troy de oro cotizando a razón de doscientos cincuenta dólares (1 OT = U$S 250,00), determinando una equivalencia entre el billete verde y el metal amarillo de doscientos cincuenta a uno (250:1), La Unión Europea (UE), puso en vigencia la moneda única de la eurozona (léase: el ecus = el euro), con una paridad inicial de ochenta y ocho centavos de dólar por cada euro (U$S 0,88 = € 1,00), bajo una ratio de cero ochenta y ocho a uno (0,88:1). 

Bajo esa comprensión, estaba claro que la primera potencia mundial seguían siendo Los EEUU, pero que la segunda potencia mundial era la UE, liderada por Alemania (léase: El Cuarto Imperio Alemán = Das IV Reich) ¿Verdad? 

En semejante contexto, la crisis del oro de 1982, que había provocado  el default mexicano (1983), el default brasileño (1987), el default argentino (1989), el default británico (1993), el segundo default mexicano (1994), y el default surcoreano (1997), dejaba cristalinamente claro que seguía haciendo moco la economía mundial, porque estalló, nada más ni nada menos, que el segundo default brasileño (léase: el efecto casasha), que tarde o temprano, se extendería al mundo entero, incluyendo a América Latina (léase: el patio trasero) y, por supuesto, a La Argentina Menemsta (léase: la narco república recuperada). ¿Otra vez? 

Y si, porque para entonces, nuestra nación, ya registraba un producto bruto inteno (léase: el pbi) de trescientos veinte mil millones de dólares (320 MMD´s), con el peso cotizando en paridad convertible con el dólar (1:1); con inflación y con carestía del cero por ciento (0%); con responsabilidad fiscal al ciento por ciento (100%); y con vencimientos anuales de la deuda externa equivalentes al uno coma cinco por ciento del producto bruto interno (1,5%/PBI). 

Bajo esa comprensión, estaban claras dos cosas (2). La primera era que Menem había cumplido con el pueblo argentino, haciendo realidad tanto la revolución productiva como el salariazo. Y la segunda era que, dijeran lo que dijeran, lo cierto era que La Argentina Menemista (léase: la narco república recuperada), efectivamente era una nación del primer mundo, y nada más, claro estaba. ¿Verdad? [3]

Por eso, el gran problema real de la economía vernácula era que el efecto casasha hizo trepar el índice de desempleo al trece coma ocho por ciento (13,8%).  

En otras palabras, a pesar de haberse tenido que bancar las bancarrotas nacionales de Gran Bretaña (1993), de México (1994), de Corea del Sur (1998) y de Brasil (1999), la verdad era que, en ese lapso de la segunda década infame (1989-1999), nuestra nación había triplicado el pbi (+300%) y eso, Menem Lo Hizo, no jodamos, que ya estamos lo suficientemente grandes como para seguir chupándonos el dedo. ¿Verdad? 

Y en esa misma década (1989-1999), El Brasil la había comenzado registrando un producto bruto interno de doscientos cincuenta mil millones de dólares (250 MMD´s = 0,25 BD´s), y la había concluído con un pbi de quinientos mil millones de dólares (500 MMD´s = 0,5 BD’s); implicando que, en la última decada del siglo veinte (léase: el siglo de la alta tecnología), el gigante sudamericano había duplicado su pbi (+100%). 

Ellos lo duplicaron, y nosotros lo triplicamos. Significaba que, a ese ritmo, durante la década siguiente (1999-2009), la perspectiva era que La Argentina superaría a El Brasil. ¿Verdad?

Sólo por eso, concluyo que soy peronista de mercado (léase: menemista). Right? 

Y coronando la hazaña sin cuento, Carlos Menem salió a anunciar su proyecto político, de unir la capital el imperio del sol naciente (Tokio) con su villa riojana natal (Anillaco) en increibles dos horas (2), a través del diseño, de la construcción y de la puesta de órbita de el transbordador espacial argentino, que volaría por El Pacífico en 2005. Right? 

No. No era ningún delirio. Teníamos el capital necesario. Teníamos la alta tecnología necesaria. Teníamos el recurso humano necesario, en el área material córdoba de la fuerza aérea argentina. Y sobre todo (supra tutto), teníamos la voluntad política de hacerlo, y nada más, claro está. 

Pero se ve que había gente, supuestamente muy inteligente, que no entendía lo que pasaba, ni en el mundo, ni en la región, ni en la nación, ni en su propio culo. 

Y ese era el caso de su excelencia, el flamante señor ministro masón-peronista de mercado de economía de la nación, Agte. MI-6 C-3 Dr. Dn. Roque Fernandez (a) Robert Fletcher (a) El Caballero del FuegoAmericano (51), que tomó la psicótica decisión im-per-do-na-ble (sic), de hacer exactamente lo contrario a lo que hacían los chinos comunistas, pero de mercado ché, que compraban oro regalado, manteniendo constante el valor de las reservas monetarias del gigante asiático; ordenado la lisa, llana, tarada, irreversible e imperdonable decisión de disponer la total liquidación de las tenencias de oro del banco central argentino (100%). ¿Capito? [4]

A nadie pareció importarle en absoluto, porque a pesar de que en los medios estallaba El Caso Cabezas ([5]), los miembros de la clase dirigente vernácula estaban todos como pelutudos con el tema de la campaña electoral, pero lo cierto fue que esa decisión era como meterle un balazo en la boca al modelo menemista de la convertibilidad monetaria que supimos conseguir, y nada más, claro está. Is it clear? ¿Capito? ¿Stá klarren? ja ja já … 

Los argentinos, deberíamos entender cuál fue la causa única del supuesto fracaso del modelo peronista de mercado, que no fue otra que la decisión de rifarse el oro, del inútil todo servicio de Roque Fernandez, que Dios lo perdone porque yo no puedo. Right? 

El mecanismo de la autodestruccion de La Argentina Menemista (léase: la narco república recuperada), ya estaba en marcha y era irreversible, y por eso, mientras empezaban a subir los precios internos en dólares, haciendo que cancelar los vencimientos anuales de la deuda externa, pasara a equivaler al tres por ciento del producto bruto interno (3%/PBI), empezando a presionar a favor de la devaluación del peso argentino contra la moneda del comercio mundial. 

Repito, sin que nadie se quisiera dar cuenta, lo que hizo Roque Ferandez, no fue otra maldita cosa que volver a el recontra puto keynesianismo de los setenta años anteriores al modelo menemista (70), en que La Argentina dejó de ser la primera potencia de América Latina, y la séptima potencia mundial; para caer al lugar cincuenta (50), cuando Carlos Menem llegó a La Casa Rosada; no jodamos que ya estamos lo suficientemente grandes como para no chuparnos más el dedo. Right? 

Pero nada, porque Menem Lo Hizo, y yo no me olvido, aunque sea menemista, porque lo único que le importaba a El Turco en ese momento, era que la mayoría automática de la corte suprema de justicia menemista obrara el milagro de habilitarle la segunda reelección sin reforma constitucional (léase: la ré ré = la yé yé), y nada más, claro está. 

Pero no, porque así como Judas Iscariote lo cagó a Jesús de Nazareth, de la misma manera, Julio Nazereno lo cagó a El Turco Menem, vaya a saberse por qué, y por eso, su decisión final del riojano fue acordarse de lo que decía El General Perón, que primero la patria, después el movimiento y por último los hombres. 

Y lo mancó como siempre lo tuvo planeado, a el perfecto idiota latinoamericano (léase: Eduardo Duhalde), bendiciendo de hecho (léase: in fact), la candidatura francmasónica de Fernando De La Rúa, que le ganó las elecciones, nada más ni nada menos, que al peronismo de mercado de Carlos Menem, pero sólo para obrar el milagro alfonsinista del renacimiento del alvearismo de mercado (léase: el delarruinismo), que era exactamente lo mismo el menenismo, pero no de saco y corbata, sino de smoking, y nada más, claro está. Total … 

Dos cosas que convencieron a los argentinos de que habían hecho muy bien en votar a De La Rúa (2) eran, por un lado, el asesinato del Agte. CIA C-3 Dn. José Luis Cabezas (a) Julius Carnegie (a) The Champion (a) El Petardo (a) Cansado de Triunfar (38), que trabajando para la revista Noticias de Buenos Aires, persiguió a sol y sombra a Alfredo Yabrán, hasta que logró sacarle una foto en las playas de la costa bonaerense (Pinamar), un año antes de su misteriosa falsa muerte. 

Y la segunda fue que, justo tres semanas antes de entregar el mando presidencia al Dr. De La Rúa, sobrevino un más que misterioso corte en el suministro de energía eléctrica, que dejó a oscuras a media capital federal, durante siete días (7). [6] 

Y si me dijeran que estoy muy equivocado, respondería que veremos, veremos y pronto lo sabremos.

[1] La libre expresión y la segura circulación de la información contenida en el presente documento se halla jurídicamente garantizada por la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 (Art. 19), la Constitución Nacional de la República Argentina de 1995 (Art. 14),  la Ley Nacional N° 26.032 de 2005 y el Código Penal de la Nación (Arts. 153 y 155).
 
[2] Para uno de Los Siete Grandes Sabios de Grecia (Solón) El Cisne Negro es un hecho teóricamente posible que todos creen que es prácticamente improbable, pues si ocurriera sería castastrófico.
 
[3] Te doy un ejemplo concreto y práctico, para que veas que lo que te digo no es más que la pura verdad. Cuando empezó la convertibilidad monetaria del uno a uno del menemismo (1:1), mi sueldo en Gas del Estado era de doscientos cincuenta dólares mensuales (U$S 250,00/M). En aquel entonces (1991), el dólar cotizaba a una ratio con el oro de una onza troy por cuatrocientos dólares (400:1). Y eso significaba que yo ganaba, en moneda constante, de uso exclusivo y excluyente en caso de guerra mundial (léase: oro), cero coma seis onzas troy por mes (0,6 OT/M). Y en 1999, luego de la segunda década infame menemista, mi sueldo estatal era de cinco mil pesos-dólares ($ 5.000,00 = USS 5.000,00), con el metal amarillo cotizando a doscientos cincuenta dólares la onza (250:1). Por eso, calculando la cotización de mi sueldo en moneda constante (léase: oro), implicaban unos ingresos laborales mensuales de veinte onzas troy de oro al mes (20 OT´s). Y ojo, que durante esos diez años del menemato, el oro cayó desde cuatrocientos a doscientos cincuenta dólares, depreciándose en el orden del sesenta por ciento (-60%). Por eso, yo digo que Menem cumplió cuando prometió el salariazo. Right?
 
[4] Lord Cadbury (a) El Dulce, es un miembro de la alta nobleza británica, que lógicamente, integra la cámara de los comunes del parlamento de su graciosa majestad, pero además, integra el consejo privado de su majestad, es decir, el gabinete ejecutivo de la jefe de estado de El Imperio Britpanico (léase: The British Empire). Además de sus tierras y de sus castillos, Lord Cadbury es el propietario de la fábrica de chocolates de la marca Milca, y a la vez, es el prior general (léase: el gran nasi = el gran nazi) de La Hermandad de los Caballeros Americanos del Fuego, que es la rama latioameriana y caribeña de la masonería mundial (léase: la venerable hermandad azul = la masonería anglicana = la masonería inglesa = la masonería anticatólica = la masonería antipapista = la masonería diabólica = la masonería satánica = el destino). Y Roque Fernandez fue iniciado en un taller especulativo (léase: filosófico) dependiente de la hermandad de Lord Cadbury antes de que Carlos Menem fuera reelecto. Right?
 
[5] El Agte. CIA José Luis Cabezas (a) Julius Carnegie (a) The Champion (a) Casado de Triunfar (38), que se desempeñaba como reportero gráfico de la revista Noticias, se graduó como fotógrafo indiscreto (il paparazzi), cuando fotografío en las playas bonaerenses de Miramar al empresario, luego supuestamente fallecido, Alfredo Yabrán, cuyo jefe de inteligencia, de seguridad y de operaciones paramilitares (léase: la milicia yabranista), Dn. Gregorio Ríos (42), organizó la venganza, procediendo a la lisa y llana eliminación física de Cabezas, del cual, no nos olvidamos que murió en acto de servicio, ordenado por la agencia, no sé si …
 
[6] La historia desmuestra hasta el hartazgo que, cada vez que un país llega al punto tecnológico de quedar en condiciones de poner en funcionamiento un laboratorio obviamente ultra secreto, destinado  a la producción experimental de uranio enriquecido al noventa por ciento (90%), o de plutonio enriquecido al noventa por ciento (90%), que son los combustibles nucleares necesarios para armar una bomba atómica, necesita tanta pero tanta electricidad que, para obtenerla, le resulta imperativo provocar tremendos cortes de suministro de energía eléctrica. Ocurrió con todas las superpotencias misilísticas y nucleares (léase: EEUU, La Unión Soviética, Gran Bretaña, Francia, Israel, China, India, Pakistán, Corea del Norte e Irán), siendo la última novedad en la materia, El Gran Apagón Venezolano de 2011, no sé si …  
 

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