El Diario Digital de la Historia y de la Geopolítica
Domingo 1° de Septiembre de 2.013.
La Guerra Por La Supervivencia XXII
Por Rubén Vicente
El miércoles cuatro de enero de 1995, estalló La
Guerra del Cóndor, entre Ecuador y Perú, por un conflicto limítrofe, que
empezaba a dejar claro, no solo que el narcotráfico y que el terrorismo ya eran
las nuevas monedas reales que circulaban en Amércia Latina (léase: el patio
trasero), sino que también, que a las mismas se les venía a sumar la guerra,
pero no en El Cercano Oriente, sino más bien acá, en la casa chica de la
patria grande.
Pero en La Argentina Menemista (léase: la narco
república recuperada), el año comenzaba con la expectativa popular del
lanzamiento de las campañas para las elecciones generales ajustadas a la nueva
constitución nacional.
El canditado natural del oficialismo era su
excelencia, el señor presidente francmasón-peronista de mercado, Agte. CIA C-3 Dr. Dn.
Carlos Saúl Menem Akil (a) Carlos Menem (a) Calvin Morton (a) Carlitos (a) El
Cálo (a) Facundo Quiroga (a) El Riojano (a) El Turco (a) El Patilludo (a) El
Innombrable (a) Mendez (a) El Mesías (a) La Salamandra (65).
Y el candidato de la oposición, es decir, de La CIA y de El Frente Grande (FG), era su
excelencia, el señor gobernador masón-justicialista
disidente de la provincia de Mendoza, Agte. MI-6 C-3 Dr. Dn. José Octavio
Bordón (a) John Brown (a) Pilo (50).
Bajo esa comprensión La CIA ya tenía su
candidato presidencial, pero lo cierto era que en Israel había gente
verdaderamente bien intencionada, que clamaba por la justa venganza de los
atentados terroristas de Buenos Aires de 1992 y de 1994, responsabilizando
inocente e incautamente a Irán; mientras que en la intimidad del gobierno
sionista de izquierda (léase: laborista) de Tel Aviv (Isaac Rabin), reinaba la
obsesión de destruir hasta los cimientos el poder de Odessa en La Argentina y
en América Latina (léase: el patio trasero), provocando la extinción de El
Proyecto América Alemana, pero de una vez y para siempre, para reemplazarlo por
El Plan Andinia, de anexión de nuestra región al estado de Israel, o
algo por el estilo, aprovechando la debilidad momentánea que le causaba a la
hermandad nazi la extradición a Italia de Erick Priebke. [3]
Y en el área de operaciones de El Mossad la locura
era galopante, y aunque Menem se había vuelto amigo de Israel, lo culpaban psicóticamente
por los atentados terroristas supuestamente musulmanes, y decidieron hacer lo
que sabían hacer de memoria, que no es otra cosa que el terrorismo de estado
sionista, y nada más, claro está.
Y yo digo que por eso, exactamente el miércoles quince
de marzo de 1995, en una zona rural del partido bonaerense de Ramallo,
sobrevino el homicidio calificado del Bach. Carlos Saúl Facundo Menem
Yoma (a) Carlos Menem Junior (27).
Junior era un pibe excelente, absolutamente dedicado
a su profesión, que era el automovilismo, y no tenía nada que ver con nada,
pero lo hicieron cagar para destruir al padre, y aunque no fuera su hijo
carnal, fue criado y educado como tal, y la verdad era que el presidente Menem
lo amaba como si hubiera sido su propio hijo.
Pero salió la madre (Zulema Yoma - 53), a acusar a
su ex marido de ser el autor intelectual del asesinato,
responsabilizando como instigador del crimen de estado al director general francmasón-justicialista
de La Side, Dr. Dn. Hugo Anzorreguy (a) El Gordo (57), armando tan bruto
quilombo político, que todo el mundo empezó a decir de todo, incluyendo que
Menem había matado a su hijo, para que no denunciara a su padre, por mantener
una relación sexual incestuosa con su hija, es decir, con la Bach. Zulema Menem
Yoma (a) Zulemita (a) La Primera Dama Sustituta (25).
Semejante campaña de desprestigio orquestada por
Zulema, en vez lograr el efecto racional de hacerle perder votos a Menem,
provocó que las elecciones generales del mes de mayo de 1995, le otorgaran la
victoria, con una diferencia de votos a su favor del veinte por
ciento (20%). ¡Fahjj!
En realidad, nadie perdió, obviamente porque el
menemismo ganó, porque el radicalismo, que salió tercero cómodo, tenía una
reforma constitucional que lo seguía posicionando como el segundo partido
político de La Argentina Menemista (léase: la narco república recuperada), en
términos de control territorial de intendencias municipales, conservando el
poder en seis provincias (6).
Y El Frente Grande (FG) ya era un hecho, real y concreto, perfilándose como la
alternativa del cambio de rumbo en 1999, porque el pacto de olivos obstaba
al cumplimiento de las ambiciones menemistas de la segunda reelección (léase:
el tercer período presidencial = la ré ré = la yé yé).
Y al asumir la presidencia de la nación por segunda
vez, Carlos Menem envió al congreso, que en ambas cámaras tenía mayoría
justicialista, el proyecto de ley de la reforma judicial, que implicó llevar el
número de magistrados de la corte suprema de justicia de la nación de cinco
(5) a nueve (9), siendo los nuevos miembros
menemistas, obvio, liderados por el nuevo presidente del máximo tribunal de la
narco república recuparada, el Dr. Dn. Julio Nazareno (59).
No era la suma del poder público, como en la época
de Rosas, pero era la suma del poder público, que prohibía la constitución
nacional post rosista, dejando claro que, con el control de los tres poderes,
Carlos Menem era como una especie de el emperador argentino, o algo por
el estilo, haciendo que la oposición lo empezara a llamar con el nombre de Carlos
Saúl I, ja ja já.
Y la verdad, es que así era la cosa en realidad,
porque desde entonces, Menem empezó a reinar casi sin gobernar, desde la hamaca
paraguaya del glamour del poder del primer mundo, concentrándose en las
relaciones internacionales de La Argentina, mientras el desgaste del día a día
lo empezaba a padecer el primer jefe del gabinete masón-menemista
(léase: el primer ministro), es decir, el Agte. CIA C-3 Dr. Dn. Eduardo Bauzá
(a) Engelbert Browning (a) Fideo (66).
Y empezó su gestión con el pie derecho, porque le
tocó presidir el acto inaugural del servicio argentino de La Internet, sólo dos
años menos antiguo que el estadounidense (2),
y que igual que allá, revolucionaría toda la manera de comunicarse, de
divertirse, de aprender, de hacer negocios y de hacer política, haciéndole
sentir a todos los argentinos que, efectivamente, Menem Lo Hizo (sic),
como rezaba la propaganda opositora vencida, y que tanto joder con los
radicales y con el frente grande, si sólo eran dos malditas bolsas de gatos
pedorros (2), y nada más, claro
estaba.
Si, pero tenían razón, porque justo entonces,
empezaron las bombas, de El Caso IBM y de El Caso Armas. ¿Qué?
En efecto, salió a la luz del día que la IBM de los
EEUU había sobornado a la administración menemista, para ganar la licitación
pública internacional destinada a la informatización de todos los registros
públicos y para el tendido de los primeros cables de fibra óptica de la
historia nacional.
Y también, los contrabandos de estado, de venta
armas argentinas de rezago a Palestina, a Croacia, a Ecuador y a Afganistán,
con denuncias interpuestas por el Agte. MI-6 C-3 Dr. Dn. Ricardo Moner Sanz (a)
Roger Rickman (a) Denunciator (a) El Fiscal de la República (59).
Pero nada, porque en el peor de los casos, la corte
suprema del Dr. Nazareno tenía garantizada la mayoría automática, que
exculparía a todo el menemismo de culpa y cargo, en el delito que fuera. Right?
Sin embargo, la libertad de prensa total y sin
cuento de La Argentina Menemista (léase: la narco república recuperada),
empezaría oradar gradualmente la imagen presidencial, hallando los medios
masivos de comunicación social al hombre que estaría llamado a reemplazar a
Carlos Menem en La Casa Rosada, que no sería otro que su excelencia, el señor
ex senador nacional francmasón-radical por la capital federal, y la vez, primer
jefe de gobierno de la flamante ciudad autónoma de Buenos Aires, Dr. Dn.
Fernando De La Rúa Bruno (a) Chupete (a) El Heredero Político de Ricardo Balbín
(58).
Chupete era cordobés, pero se hizo políticamente en
Buenos Aires, al lado de El Chino Balbín, y por eso, dentro del radicalismo, él
era el ícono del anti alfonsismo, que había ganado las elecciones porteñas con
el apoyo externo del gorilaje comunista del frente grande.
En otras palabras, Fernando De La Rúa era el hombre
(léase: he is the man), no sólo para el peronismo disidente, sino también, del
alfonsinismo avergonzado por fracaso de la experiencia social demócrata de los
ochenta, que no
era su culpa, pero no importaba, porque la cosa era que en el radicalismo todos
los sentían así, y no había tu tía.
Consecuentemente, aunque nadie se animara a decirlo
ni en voz baja, lo cierto era que ya al final del año de 1995, cuando el efecto
tequila ya causaba un brote de desempleo vernáculo momentáneo de casi el veinte
por ciento (20%), el iconciente
colectivo de los argeninos ya intuía que dentro de cuatro años (4), la cosa sería entre Menem, Duhalde
o De La Rúa, y entre nadie más, claro estaba.
Y si me dijeran que estoy muy equivocado,
respondería que veremos, veremos y pronto lo sabremos.
[1] La libre expresión y la segura circulación de la información contenida en
el presente documento se halla jurídicamente garantizada por la Declaración
Universal de los Derechos Humanos de 1948 (Art. 19), la Constitución Nacional
de la República Argentina de 1995 (Art. 14),
la Ley Nacional N° 26.032 de 2005 y el Código Penal de la Nación (Arts.
153 y 155).
[2]
Para uno de Los
Siete Grandes Sabios de Grecia (Solón) El
Cisne Negro es un hecho teóricamente posible que todos creen que es
prácticamente improbable, pues si ocurriera sería castastrófico.
[3] Para examinar las ambiciones
geopolíiticas de los israelitas sobre La Araucania Chilena y sobre La Patagonia
Argentina (léase: El Plan Andinia), véase El Cisne Negro (Editoriales 292 a
303).
No hay comentarios:
Publicar un comentario