Sábado 7 de Diciembre de 2.013.
Al Mahdí XII
Por Rubén Vicente
Desde el principio del año 1990, su excelencia, el señor presidente de la comisión directiva de La Base (léase: El Fundamento = El Cimiento = Al Qaeda), y a la vez, gobernador masón-salafista de la provincia afgana meridional de Khandajar, es decir, el Agte. CIA C-3 Dr. Dn. Ossama Ben Laden (a) Omar Laffytte (a) El Redentor (a) Al Mahdi (33), se propuso concretar dos objetivos tácticos (2).
El primero fue comenzar a captar adeptos de
toda la provincia, para su conversión desde el islamismo de la sangre mártir (léase:
la shiia = el shiismo), en su versión moderada (léase: el alawismo), hacia la
nueva doctrina, superadora y unificadora, de el islamismo marxista
(léase: el marxismo islámico = el fundamentalismo = el salafismo = la
revolución islámica), que es espiritualmente islámica, pero que es
materialmente marxista, obvio.
Y el segundo, fue empezar a suministrarles a
los nuevos partidarios de la revolución islámica khandajarí, nada más ni nada
menos, que la instrucción paramilitar, para convertirlos en los guerrilleros
rurales y en los terroristas urbanos de la fe musulmana (léase: los muhaidines).
[3]
La idea del Dr. Ben Laden era contar con su propia
fuerza de choque, necesaria para vencer la eventual resistencia armada, que
probablemente le plantearían los grandes propietarios de la tierra provincial,
es decir, los señores feudales alawitas khandajaríes.
Para mediados de ese año (1990), Ben Laden ya tenía su propia milicia fanática de tres mil
mujaidines afganos (3.000), que
fueron enviados a la república árabe de Irak, para reunirse con las tropas de
las passdarán iraníes, formándose entonces El Ejército Islámico
de Irak (EII), que le
plantearía la resistencia armada en la retaguardia a Saddam Hussein, por
entonces bastante ocupado con el asunto de La Invasión a Kuwait.
Para cuando la coalición occidental, liderada por
Los EEUU y por Gran Bretaña, se lanzó a La Guerra del Golfo
(1991), los muhaidines fanáticos de
Ben Laden ya tenían, no sólo su bautismo de fuego, sino también, bastante
experiencia de combate (léase: los veteranos de la guerra), siendo conocidos en
Irak como los afganos (sic).
Concluída la contienda, la mayoría de los afganos
regresaron a Khandajar, para empezar a suministrarle instrucción paramilitar a
los nuevos conversos al salafismo de la revolución islámica, pero la minoría se
quedó en Irak, junto a la minoría de las passadarán iraníes, tratando de desestabilizar
a las fuerzas armadas y a las fuerzas de seguridad de Saddam Hussein, mientras
intentaban ganar adeptos en el estudiantado universitario irakí.
Fue entonces cuando Ben Laden entendió que estaban
dadas las condiciones políticas, para decretar la confiscación de todas
las tierras khandajaríes (sic), que pasaron a ser de la provincia afgana, y que
cayeron bajo el control teopolítico, exclusivo y excluyente, de la revolución
islámica afgana, convirtiendo a Al Qaeda en la narco guerrilla musulmana
de Khandajar. ¿Cómo?
Sobre el final de 1991, Al Qaeda había logrado
concretar la hazaña sin cuento de tener
completamente fanatizados y perfectamente entrenados, nada más ni nada menos,
que a diez mil efectivos (10.000),
el diez por ciento de los cuales fueron seleccionados para integrar el comando
suicida de los hombres bomba (10%),
pensados para inmolarse en donde fuera.
¡Ah! ¿Será por eso que los yankis inventaron el
jueguito electrónico del bomber man? ¡No! ¡Fue por el ruso Theodore Kasinsky! ¿Por
quién? ¡No importa! ¡Después te hablo de eso! ¡Sigo!
Era tal la mística religiosa y paramilitar de los
mujaidines de Al Qaeda, que la inmensa mayoría de la población de Khandajar
empezó a creer que, de verdad, hacía nacido a la faz de la tierra un nuevo y
glorioso profeta de la guerra santa musulamana (Ben Laden), que liberaría a Afganistán, a
El Cercano Oriente, a El Lejano Oriente, a El Occidente y al mundo entero
(orbis), de las cadenas del pecado musulmán del laicismo, y de la opresión del
imperialismo judeo-cristiano, claro está.
En otras palabras, empezaron a ver en Ben Laden,
nada más ni nada menos, que la figura esperada por siglos, de El Redentor
Islámico (léase: Al Mahdí).
Y si me dijeran que estoy muy equivocado, respondería
que veremos,
veremos y pronto lo sabremos.
[1] La libre
expresión y la segura circulación de la información contenida en el presente
documento se halla jurídicamente garantizada por la Declaración Universal de
los Derechos Humanos de 1948 (Art. 19), la Constitución Nacional de la
República Argentina de 1995 (Art. 14),
la Ley Nacional N° 26.032 de 2005 y el Código Penal de la Nación (Arts.
153 y 155).
[2] Para uno de Los Siete Grandes Sabios de Grecia
(Solón) El Cisne Negro es la
alegoría de un hechoque es teóricamente posible, pero que todos creen que es
prácticamente improbable, pues si ocurriera sería castastrófico.
[3] Acordate
de que, habitualmente, muhaidín está escrito en inglés, y que la ache, se
pronuncia jota (léase: mujaidín). ¿Si?
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