sábado, 31 de agosto de 2013

674 Historia (Argentina)

Año III – Primera Edición – Editorial: 00000674 [1]

 
El Cisne Negro [2]
El Diario Digital de la Historia y de la Geopolítica
Sábado 31 de Agosto de 2.013.




La Guerra Por La Supervivencia XXI
Por Rubén Vicente 

No fue por casualidad, sino por causalidad. En el período 1989-1994 La Argentina había superado sin cuento el default de 1989 (léase: la hiper), y el default británico de 1993 (léase: la crisis de la libra esterlina), directamente, le había pasado por un costado. 

Todas las concesiones de administración de las empesas públicas habían sido otorgadas a favor de capitales europeos, y no estadounidenses, por más que hubiéramos adherido a El Consenso de Washington, que prometía la formación de El ALCA para dentro de veinte años (2014), mientras que en ese momento, se fortecía la institucionalidad de El Mercosur que, en los hechos, impedía la incoporación al futuro bloque hemisférico estadounidense. ¿Verdad? 

Y los dos más grandes de los problemas argentinos (2), eran que La Casa Blanca recelaba del posicionamiento argentino en el mercado mundial de los armamentos, con flamantes contrabandos de exportación de material de rezago a Afganistán. 

Y encima la reforma constitucional, le garantizaba la reelección a Carlos Menem, para el período 1995-1999, gobernado diez años (10), completando lo que la oposición empezaba a llamar con el nombre de la segunda década infame. [3] 

Bajo esa comprensión, para la hiperpotencia planetaria era más que obvio que, durante su segunda presidencia, Carlos Menem vería la forma de insistir con El Proyecto Condor, que convertiría a La Argentina en la primera potencia misilística y nuclear de la historia de América Latina (léase: el patio trasero), y eso era inaceptable para El Tío San (léase: no way man). 

Y por eso, pasó lo que tenía que pasar, inmediatamente después de la conclusión de El Campeonato Mundial de Futbol de 1994, que fue en los EEUU, cuando el lunes dieciocho de julio, estalló El Caso Amia, de voladura del edificio en el que funcionada la sede de la asociación mutual israelita argentina. 

El terrorismo internacional atacaba por segunda vez en dos años (2) a La Argentina, y a toda América Latina (léase: el patio trasero), pero para que a nadie se le ocurriera la peregrina idea de que el que estabá atrás del segundo atentado terroista de la historia nacional, eran en realidad Los EEUU, más rápido que volando, su excelencia, el señor presidente masón-demócrata de los EEUU, Dr. Dn. William Jefferson Clinton (a) Bill (a) La Basura Blanca (48), salió a declarar públicamente que el gobierno de Washington consideraba a La Argentina como La Nueva Aliada Extra OTAN de los EEUU, igualándola con Israel y con Corea del Norte. Right? 

Chile quedó congelado y El Brasil estaba que trinaba con Menem por esa supuesta traición al Mercosur, pero la verdad era que para el riojano, la declaración clintoniana no era otra cosa que el abrazo del oso, que le ganaría a La Argentina la desconfianza de los socios ocultos de El Proyecto Condor, es decir, de Irán, de Irak, de Siria y de Egipto. 

Desde entonces, La Argentina Menemista (léase: la narco república recuperada), pareciendo que había alcanzado el cenit geopolíco en nuestra región latinoamericana, superando incluso al Brasil, en realidad, entraba en la nueva fase de la declinación, por obra y gracia de la impiedad del imperialismo unipolarista de los EEUU (léase: la hiperpotencia planetaria), que no estaba dispuesta a permitir que nadie ozara pretender hacerle sombra a su supremacía mundial sin cuento. 

Memen era un tipo realista y ultra pragmático, que no permitiría que nadie le arrebatara jamás el poder, ni siquiera Israel o los EEUU, y por eso, de un día para el otro, sin que nadie lo percibiera, dejó de fingir que era amigo de los yankies y de los judíos, y se hizo amigo de los yankies y de los israelíes, pero de verdad, es decir, sinceramente, posicionando a Irán como la nueva enemiga de La Argentina, calificándolo públicamente como un estado terrorista (sic). Right? 

Y a Menem, se ve que le había agarrado la chiripiorca con Irán, porque empezó a perseguir a sus aliados vernáculos (léase: Odessa), maniobrando para concretar el objetivo pro israelí y pro estadounidense de autorizar la extradición a Italia del gran maestre local, Cap. Gral. SS Dr. Dn. Erick Priebke (a) Don Erico (79). 

Pero esas muestras de sincera amistad con Israel y con los EEUU, no le sirvieron de nada,  porque La CIA era una topadora, y movilizó al El Congreso de los Trabajadores Argentinos (CTA), contra el modelo menemista, organizando nada más ni nada menos que La Marcha Federal. 

Fueron en total trescientos mil trabajadores (300.000), que ni Perón los juntó jamás en ningún lado, que arrrancaron siendo unos pocos en la localidad del noroeste andino del país de San Salvador de Jujuy, situada a mil kilómetros de Buenos Aires (1.000), y que empezaron a caminar hacia la capital federal, sumando trabajadores y líderes sindicales, y hasta pequeño empresariales del sector rural, sobre todo en las grandes ciudades de Córdoba y de Rosario, de modo tal que, cuando entraron en El Gran Buenos Aires, ya empezaban a meterle miedo a las fuerzas de seguridad duhaldistas, que los dejaron pasar. 

Y llegaron a la zona de La Plaza de Mayo, haciéndola reventar, y no dejando ni un centímetro vacío en las tres grandes avenidas que convengen en la misma, liderados por el secretario general del CTA, Agte. CIA C-3 Cro. Dn. Victor De Gennaro (a) Valentine Gilbert (a) The Pig (a) El Chancho (45), que dio un discurso memorable, que no reconoció absolutamente nada de lo bueno que hizo Menem, y que criticó agriamente todo lo que hizo Menem, bajo el lema de Menem Lo Hizo (sic). 

Generarle al gobierno menemista de la narco república recuperada que supimos conseguir, un evento del calibre de La Marcha Federal, fue un logro sin cuento, de La CIA, del CTA y hasta del el frente grande, que conmovió a la opinión pública nacional, haciéndola darse cuenta de que el modelo estaba ré bueno, pero la verdad, era que dejaba a mucha gente afuera (léase: arafue), sobre todo (supra tutto), a los dos millones de negros de los países límítrofes (1.000), y los obreros argentinos de las pymes industriales quebradas durante el menemismo, que no estaban en capacidad de sumarse a la nueva economía de servicios de La Argentina (léase: los que vivían a costillas de los subsidios estatales del alfonsinismo = los inútiles todo servicio = Los ITS´s). 

Y para colmo de males, en el seno de la iglesia catolica apostólica romana de la nación argentina, tomaron mucha fuerza los sacerdotes de las villas miseria, que querían reeditar la ya antigua teología de la liberación (léase: el marxismo cristiano = el cristianismo marxista = la opción preferencial por los pobres = la liberación nacional), poniéndose en contra abiertamente del menemismo eclesiástico, y dejando claro que había no uno sino dos justicialismos (2), que eran el de derecha (el menemismo) y el de izquierda (el frente grandismo). 

En este país, la extrema derecha gorila (10%) y la extrema izquierda trasnochada (10%) no existen, y sólo cuentan la centro derecha radical (30%) y la centro izquierda justicialista (40%). Bajo esa comprensión, las novedades políticas eran dos (2). La primera, era que el electorado justialista estaría dividido en las elecciones de 1995, que serían las primeras llevadas a cabo bajo la reforma constitucional de 1994. Y la segunda, era que esas futuras elecciones las definiría el electorado independiente, que nunca se sabe qué corno va a votar (10%). 

Siendo así, la situación estratégica seguía siendo excecente para el oficialismo menemista, pero la situación táctica, luego de La Marcha Federal de 1994, era inequívocamente incómoda, para decir lo menos. ¿Verdad? 

Pero de incómoda, pasó a jodida, porque en noviembre, la crisis del oro de 1982, que había sido la causa del default mexicano (1983), del default brasileño (1987), del default argentino (1989) y del default británico (1993), también causaba el segundo default mexicano de 1994 (léase: el efecto tequila), que amenzaba extenderse rapidamente a toda América Latina (léase: el patio trasero), incluyendo obviamente a La Argentina. ¿Otra vez?  

Y si me dijeran que estoy muy equivocado, respondería que veremos, veremos y pronto lo sabremos.


[1] La libre expresión y la segura circulación de la información contenida en el presente documento se halla jurídicamente garantizada por la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 (Art. 19), la Constitución Nacional de la República Argentina de 1995 (Art. 14),  la Ley Nacional N° 26.032 de 2005 y el Código Penal de la Nación (Arts. 153 y 155).
 
[2] Para uno de Los Siete Grandes Sabios de Grecia (Solón) El Cisne Negro es un hecho teóricamente posible que todos creen que es prácticamente improbable, pues si ocurriera sería castastrófico.
 
[3] La Década Infame (1930-1943) es el nombre del periódo de la historia argentina que se caracterizó por la trampa electoral (léase: el fraude patriotico), que no existía en la república recuperada (1983-1994).

viernes, 30 de agosto de 2013

673 Historia (Argentina)

Año III – Primera Edición – Editorial: 00000673 [1]

 
El Cisne Negro [2]
El Diario Digital de la Historia y de la Geopolítica
Viernes 30 de Agosto de 2.013.



La Guerra Por La Supervivencia XX
Por Rubén Vicente 

El primero de enero de 1994, La Argentina exhibía una situación económica, social, cultural, institucional, diplomática y militar sustancialmente mejor que la derivada del default de 1989 (léase: la hiper).

Todo el año estaría dominado por el tema político de la reforma constitucional según el pacto de olivos de 1993; empezando por las elecciones a convencionales constituyentes;  y concluyendo con la reunión de la asamblea general constituyente en la ciudad de Paraná, capital de la provincia de Entre Ríos, que en siglo dicienueve (el siglo de la industria), fue la capital de La Confederación Argentina, cuando comenzaba la etapa histórica de la organización nacional (1853-1916). 

Y en la segunda mitad del año, la agenda establecía que toda la nueva institucionalidad de la república recuperada que supimos conseguir, se empezaría a adecuar gradualmente a La Reforma Constitucional de 1994.   

En ese contexto, en el mes de abril, su excelencia, el señor gobernador francmasón-justicialista de la provincia de Santa Cruz, Agte. O Dr. Dn. Néstor Carlos Kirchner Koenig y Ostoic Dragnic (a) Néstor Kirchner (a) Norbert Klaussen (a) Lupín (a) Lupo (a) El Pingüino (a) El Boludo (44), viajó a la capital federal (Buenos Aires), para negociar personalmente con su excelencia, el señor ministro masón-liberal de economía de la nación, Agte. CIA C-3 Dr. Dn. Domingo Felipe Cavallo (a) David Carwright (a) El Mingo (48), el tema de las regalías hidrocarburíferas que La Argentina le debía a Santa Cruz, por un monto de mil millones de dólares (1 MMD´s). [3] 

Paralelamente, su mujer, es decir, la diputada provincial francmasónica-justicialista santacruceña, y a la vez, flamante convencional nacional constituyente, es decir, la Agte. O C-3 Dra. Dña. Cristina Freude (a) Cristina Wilhelm (a) (a) Cristina Elisabeth Fernandez Wilheim de Kirchner (a) Cristina Fernandez de Kirchner (a) Cristina Kirchner (a) Chloris Waas (a) Cris (a) La Reina (41), se radicaba temporariamente en la ciudad de Paraná, capital de la provincia de Entre Ríos, para cumplir su misión histórica de participar de la asamblea constituyente que reformaría la ley fundamental de la nación.

Fueron tres meses (3), en los cuales Kirchner y su mujer se desplazarían continuamente de Buenos Aires a Paraná, y viceversa, mientras Kirchner se rompía los cuernos con Cavallo, que no quería aflojar ni un mango, obvio 

Fue entonces, cuando el presidente Menem lo invitó al gobernador Kirchner a La Residencia Presidencial de Olivos, proponiéndole un pacto de caballeros (léase: the gentlement agreement), que en realidad, era un auténtica inmundicia, que era que le entregara a la nena (sic). ¿Cómo? 

Bien no se sabe dónde fue ni cómo fue, pero lo cierto fue que, según los círculos mejor informados del país, Cristina volvió de ese finde degenerado completamente as-que-a-da, de haber tenido que hacer cosas directamente humillantes en la cama presidencial, como si fuera la más pobre puta barata del barrio de las casitas de Río Gallegos. 

No era que Cristina le hiciera asco al sexo extramarital. De hecho, tenía a su marido, que de fulero lo tenía todo, pero que de sex simbol no tenía nada, porque no me hagas hablar de lo que me contaron que hacía en su provincia, que no quiero ir en cana, y que te baste con saber que me decían que Cristina se entendía con su excelencia, el señor intendente municipal del departamento santacruceño de Pico Truncado, Dr. Dn. Sergio Acevedo (a) El Lobizón (37), pero también, con su dama de compañía (léase: Cuca), siendo la clásica y popular recepcionista que atiende por los dos teléfonos, no sé si … [4] 

Y la exteriorización pública de la inmundicia de El Pacto Menem – Kirchner quedó en todavía velada evidencia, cuando durante una visita oficial a Río Gallegos, el gobernador Kirchner declaró públicamente que Menem era “ … el presidente más grande que ha tenido La Argentina en toda su historia, desde El Descubrimiento de América hasta la fecha …” (sic), bajo el lema de que por la plata baila el mono. ¿Verdad? 

La corrupción moral de la república recuperada que supimos conseguir estaba alcanzando rápidamente el nivel del paroxismo, pero nada, porque Santa Cruz obtuvo el reconocimiento de su crédito contra La Argentina, pero a cobrar a los premios, es decir, dentro de diez años (2004). Right? 

Es-ta-fa-dos. Los Kirchner se sintieron estafados, material y espiritualmente, y por eso, desde entonces, además de motorizar un juicio de cobro de pesos contra La Argentina, le juraron odio eterno a Carlos Menem y a todo lo que él representaba. 

Los Kirchner tenían ganas de descubrir la cara siniestra del jefe de estado, pero se tuvieron que tragar el zapo, porque ellos integraban la lista de los beneficiarios directos de el modelo del narco estado inaugurado por La Argentina Menemista, y a su debido tiempo, te voy a contar todo como fue, pero con lujo de detalles. ¿Sabes?. 

Quizás por ello haya sido que meses más tarde, Néstor Kirchner fue elegido como el primer presidente de El Consejo Petrolero de Las Provincias Patagónicas. 

Y si me dijeran que estoy muy equivocado, respondería que veremos, veremos y pronto lo sabremos.


[1] La libre expresión y la segura circulación de la información contenida en el presente documento se halla jurídicamente garantizada por la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 (Art. 19), la Constitución Nacional de la República Argentina de 1995 (Art. 14),  la Ley Nacional N° 26.032 de 2005 y el Código Penal de la Nación (Arts. 153 y 155).
 
[2] Para uno de Los Siete Grandes Sabios de Grecia (Solón) El Cisne Negro es un hecho teóricamente posible que todos creen que es prácticamente improbable, pues si ocurriera sería castastrófico.
 
[3] O es la inicial de Odessa. Y C-3 es el escalafón de revista de los agentes secretos de casi todos los servicios de inteligencia del mundo entero (orbis). Para examinar los orígenes nazis de Néstor Kirchner, véase El Cisne Negro (Editoriales 549 a 552). Conste.
 
[4] Juro por Dios, por Nuestro Señor Jesucristo, por La Virgen María y por la memoria de mis padres que, todo esto lo contó ante cinco comenzales (5) reunidos al mediodía en un restaurante al paso situado en la intersección de La Avenida Santa Fé y La Calle Libertad de esta capital federal en 1999, un oficial de alta graduación militar retirado, que había cumplido servicios años antes en el sur, y del que obviamente, no quiero dar más precisiones que no hacen falta. Es más, agregó que, una vez, él fue con una puta del barrio de las casitas a una fiesta swinger de la que participaron La Reina y El Lobizón. Había que meter las llaves de los autos en una frutera vacía, y las damas sacaban una llave y se llevaban con ellas al propietario del vehículo, con tan mala suerte, que mi amigo no pudo concretar con La Reina, que había extraído las llaves de su chata, porque lo miró a los ojos y le dijo: “Si en vez de una puta de las casitas hubieras traído a tu mujer, yo no te exigiría que te las arregles para que te den el traslado inmediato fuera de mi provincia… A mi no me pasa nadie... Sos un infeliz.” (sic)

jueves, 29 de agosto de 2013

672 Historia (Argentina)

Año III – Primera Edición – Editorial: 00000672 [1]

 
El Cisne Negro [2]
El Diario Digital de la Historia y de la Geopolítica
Jueves 29 de Agosto de 2.013.



La Guerra Por La Supervivencia XIX
Por Rubén Vicente 

Al iniciarse el mes de enero del año 1994, todo el periodismo argentino concluía que lo determinante en los doce meses que se avecinaban sería la reforma constitucional, pero poniendo el acento, casi exclusivamente, en la reelección del presidente Menem. 

Desde entonces, La CIA de Clinton siguió trabajando a destajo, para armarle al menemismo una oposición real, que no fuera sólo la formal del alfonsinismo. 

Había que dividir al peronismo, creándole un peronismo disidente, como ya lo habían hecho en los sesenta, con el invento de El Peronismo Sin Perón. Había que dividir al radicalismo, creándole un alfoninismo disidente. Había que sumar a toda la derecha gorila y a toda la izquierda comunista, para conformar el frente de el gorilaje comunista, liderado por ese engendro de la agencia, que se llamó con el nombre de El Frente Grande (FG), que estuvo en contra de la reforma constitucional y en contra de la reelección del menemismo, pero a través de la explotación del descontento de los excluídos (léase: los inútiles todo servicio), a los que se le sumaban casi dos millones de negros paraguayos, bolivianos, peruanos y sus descendientes argentinos lactantes descastados (2.000.000), que dejaban claro que el justicialismo de mercado era tan bueno, que era mejor dejar de vivir en sus paises de origen, para venir a tratar de vivir, trabajar y educarse en el primer mundo argentino. ¿Verdad? 

El idiota de Eduardo Duhalde, siempre indeciso y dubitativo, como buen librano con los astros mal aspectados, se sumaba a la campaña de la agencia, administrada por el frente grande, pero sin animarse a romper la unidad del justicialismo, dándose cuenta que lo principal era posicionarse como un justicialista ortodoxo, es decir, como el auténtico peronista, y a la vez, ir restándole poder al menemismo, pero no en el gobierno, que no se podía, sino más bien, en el partido, a través de las elecciones internas del oficialismo. 

Y en su lugar, se empezaron a perfilar los tres cabezas de turco de La CIA (3), que eran los justicialistas disidentes, que eran José Octavio Bordón (a) Pilo, Fernando Solanas (a) Pino y Carlos Alvarez (a) El Chacho. 

Parecían como tres payasos (Gabi, Fofó y Miliki = Pilo, Chacho y Pino), y la agencia reconocía sus esfuerzos por hacer lo que podían, pero la verdad es que no era suficiente, y a Menem había que bajarlo a como diera lugar, porque si fuera reelecto, seguro que volvería a la carga con lo de El Proyecto Condor, porque su obsesión era la misma que la de todos los presidentes bien nacidos de esta gloriosa nación, que era convertir a La Argentina en la primera superpotencia misilística y nuclear de la historia de América Latina (léase: el patio trasero), y nada más, claro está. 

Y por eso, exactamente el miércoles veinte de abril, mientras se cumplía el primer aniversario del fallecimiento de Adolf Hitler en Austria, en Buenos Aires, la agencia decidió trabajar también por izquierda, revolviendo el avispero menemista, a través el armado de un bruto quilombete al presidente Menem, mediante el sencillo expediente de proceder a la eliminación física del jefe de la noche porteña menemista, aprovechando que él había dejado embarazada a Zulemita, haciéndolo morir de celos al padre, ya se sabe por qué, no jodamos (léase: Guillermo Armentano (a) Poli). 

Desde entonces, estalló la guerra de los cabarutes, por el control exclusivo y excluyente de las putas, de la merca, de las armas robadas, de las barras bravas del futbol, de la farándula y del lavado de dinero, protagonizada en el nivel operativo por el Agte. CIA C-3 Dn. Guillermo Coppola (a) Wilbour Coster (a) Guille (a) Guillote (45) y por el Agte. Side Bach. Dn. Raúl Mantins (a) Ramón Martinez (a) La Comadreja (45). 

En pocos años, La Argentina Menemista (léase: la república recuperada) se convertiría en la narco república bananera, pero del primer mundo, off course, no sé si … 

Cuenta la historia que la bomba atómica, antes de Hiroshima y de Nagasaki, fue probada en El Álamo, y una variante de la agencia, en su guerra secreta contra La Argentina Menemista, fue probarla en un lugar que fuera como en casa, planificando y ejecutando una operación de seguiridad nacional de la hiperpotencia planetaria, como fue El Atentado Contra La Amia. 

Hoy sabemos que fueron los mujaidines del pueblo (léase: mohajeddín al kuods = El MEK), que son unos supuestos separatistas de El Irán Oriental, es decir, de El Beluchistán (léase: los beluches), que profesan la religión de el mazdeismo y no la del islamismo, y que están contra el gobierno musulmán de Teherán, y por eso, reciben información, dinero y armamentos de El Mossad y de La CIA, haciendo el trabajo extra de mandar gente a Buenos Aires, que la va de musulmana, para que procedieran a la voladura de la mutual judía de Buenos Aires, permitiéndole a Issac Rabín, sólo una hora después de el atentado (1), salir a decirle al mundo entero (orbis), que “… fueron los iraníes” (sic), pero sin aclarar que trabajaban para el instituto y para la agencia. ¿Verdad? 

Cuando a mi me dicen que Menem era un olfa a los yankies, me causan hilaridad, porque no se dan cuenta de que El Turco, lo único que quería, era quedar en la historia como el tipo que sacó a La Argentina de La Hiper del 89´, y que después la convirtió en la primera superpotencia misilística y nuclear de la historia de América Latina (léase: el patio trasero), y nada más, claro estaba. 

Es cierto. Menem había tenido que fingir que renunciaba a El Proyecto Cóndor, pero no lo era menos, que por una parte, La Argentina empezó a fabricar la versión de corto alcance del vector (léase: El Misil Alacrán), y que por la otra, los planos del misil de mediano alcance (léase: El Condor II), estaban en poder de los gobiernos de Irán, de Irak, de Siria y de Egipto, y eso, a la corta o a la larga, a los ojos de La Casa Blanca, la seguiría colocando a La Argentina en el bando antimperialista de la post guerra fría (léase: la paz caliente), no jodamos, que ya somos grandes y no nos chupamos más del dedo. 

Bajo esa comprensión, me pregunto: ¿Qué razones coherentes y legítimas tendría Irán para organizar El Atentado Contra La Amia? Mi respuesta es nin-gu-na. Entonces, mi conclusión es que fueron los iraníes, como dijo Isaac Rabin, pero los iraníes de El MEK, que trabajan para La CIA y para El Mossad, que no quieren que La Argentina sea una amenaza para nadie, y que les importa un rábano que se haya ochenta y cinco familias yavistas argentinas que hayan sido hechas moco (85). Total … 

Desde entonces, la guerra en El Cercano Oriente se extendió a América Latina (léase: el patio trasero), y La Argentina Menemista quedó posicionada en el bando anti imperialista de la post guerra fría (léase: la paz caliente). 

Vos podrás decir lo que quieras de Menem, menos que comía vidrio, y por eso, más rápido que volando se fue a Washington DC, para participar de la conferencia de jefes estado y de gobierno del hemisfério occidental, que adhirieron a El Consenso de Washington, porque vos sabés perfectamente lo que es el minué, que son dos pasos para adelante y otro para atrás. ¿Verdad? 

Los EEUU se habían fagocitado a El Canadá y a México en 1985, mediante la creación de una zona de libre comercio (léase: the north america free trade agrement = El NAFTA), y pretendía extenderlo hasta El Cabo de Hornos, con la zona de libre comercio de las américas (léase: El ALCA), y El Consenso de Washington de 1994, no fue más que el gran si buana latinoamericano, y nada más, claro está, pero bajo la impronta de los trescientos años de la burocracia española colonial, cuyo lema era que se acata, pero no se cumple (sic). Right? 

Todos lo sabían, pero a los cipayos de la agencia, les sirvió para darle aire a el frente grande, que salió a decirle vende patria a Carlos Menen, acusándolo de ser el agente local del neo liberalismo de Los Chicaco Boys de Milton Friedmann, olvidándose de que El Turco la metió a La Argentina en El Mercosur, y que eso de El ALCA, era sólo una promesa para dentro de veinte años (2014), y nada más, claro está. 

No hay nada que hacerle ni vueltas que darle. El que nace barrigón es añudo que lo fajen, o si preferís, el que nace para pito nunca llega a corneta.  ¿Verdad? 

Y si me dijeran que estoy muy equivocado, respondería que veremos, veremos y pronto lo sabremos.

[1] La libre expresión y la segura circulación de la información contenida en el presente documento se halla jurídicamente garantizada por la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 (Art. 19), la Constitución Nacional de la República Argentina de 1995 (Art. 14),  la Ley Nacional N° 26.032 de 2005 y el Código Penal de la Nación (Arts. 153 y 155).
 
[2] Para uno de Los Siete Grandes Sabios de Grecia (Solón) El Cisne Negro es un hecho teóricamente posible que todos creen que es prácticamente improbable, pues si ocurriera sería castastrófico.
 

miércoles, 28 de agosto de 2013

671 Historia (Argentina)

Año III – Primera Edición – Editorial: 000000671 [1]

 
El Cisne Negro [2]
El Diario Digital de la Historia y de la Geopolítica
Miércoles 28 de Agosto de 2.013.




La Guerra Por La Supervivencia XVIII
Por Rubén Vicente 

Nadie sabía absolutamente nada ni se lo imaginaba, pero lo cierto era que en el mes de julio de 1993, su excelencia, el señor ex ministro masón-radical de la nación, Dr. Dn. Enrique Nosiglia (a) El Coti (44), y su excelencia, el señor ministro francmasón-justicialista de la nación, Dr. Dn. Carlos Federico Ruckauf (a) Rucucu (49), se empezaron a juntar a tomar café y a pensar juntos. 

Era como que se juntaban el hambre con las ganas de comer, porque los dos no daban puntada sin hilo, y eran perfectamente capaces de fumar abajo del agua, porque entre ellos, el que no corre vuela, no se sí … 

Y acordaron en que sería bueno que el presidente, Menem o el que fuera, descargara todas las responsabilidades de menor cuantía, derivadas de la jefatura de estado de la nación, en el jefe de gabinete (léase: el jefe del gobierno = el primer ministro), dejándole al jefe del estado todo lo vinculado con puertas afuera (léase: extramuros) y al primer ministro todo lo relacionado con puertas adentro (léase: intramuros). 

Todo el gabinete nacional dependería orgánicamente del jefe de gabinete, que dependería del jefe del estado, haciendo que el presidente de la nación reine pero no gobierne, es decir, sin asumir las responsabilidades por las decisiones que tomara, porque el que pondría la cara ante el parlamento y ante la justicia sería el primer ministro, y nada más (léase: el sistema francés). 

Bajo esa comprensión, los sucesores naturales del presidente serían el vicepresidente o el primer ministro. Right? 

Otra cosa en la que se pusieron de acuerdo Nosiglia y Ruckauf fue que la legislatura cada provincia argentina tendría que nombrar  el tercer senador, de modo tal que las elecciones le otorgaran dos senadores al partido que ganara (2) y un senador al partido que perdiera (1), porque fuera del justicialismo y del radicalismo, el resto no existía, obvio. 

Bajo esa comprensión, la aplanadora menemista no dejaría afuera del sistema del bipartidismo argentino al radicalismo, a quien era más que obvio que el pueblo argentino no perdonaría jámás el default de mil novecientos ochenta y nueve (léase: la hiper), aunque estuviera claro que los radicales no tuvieron absolutamente nada que ver con esa desgracia. ¿Verdad? [3] 

Otra cosa en la que se pusieron de acuerdo Nosiglia y Ruckauf era que resultaba imperativo terminar con la corrupción y con la inseguridad, que ya eran sistémicas, y para ello, nada mejor que terminar con el anarquismo jurídico (léase: el garantismo = el pedorrismo judicial), haciendo cuatro cosas (4). 

La primera era proceder a la reforma judicial, mediante la creación de el consejo de la magistratura, que sería el que le pone el cascabel al gato, porque la idea era que ese nuevo ente seleccionara a los magistrados antes de que el poder ejecutivo los nombrara y el parlamento los convalidara, o que los destituyera si hacían demasiadas cagadas, administrando el procedimiento del juicio político. 

Y la segunda era incorporar al texto de la ley fundamental, nada más ni nada menos, que El Pacto de San José de Costa Rica, es decir, la carta hemisférica de los derechos humanos, que reforzaría las garantías estatutarias de nuestra constitución nacional, pero sin permitir la sinrazón hermeneútica de los fallos judiciales, del entra por una puerta y sale por la otra (léase: el garantismo). Righ? 

La tercera era declarar la definitiva victoria del hombre blanco (léase: el huinca) en el proceso de conquista, colonización, evangelización e institucionalización del nuevo mundo (léase: la redención), pero reconociéndole derechos a las comunidades todavía existentes de los pueblos originarios (léase: los aborígenes = los indios = las tribus), pero sólo en tanto y en cuanto mantuvieran la identidad telúrica, racial, lingüística y religiosa (léase: la pureza étnica), y no si se mezclaran con gentes de otras razas, o si dejaran de vivir en sus comunidades ancestrales. ¿Stá klarren? 

Y la cuarta era llevar la cantidad de ministros integrantes de la corte suprema de justicia de la nación (5), a nueve miembros (9). 

Finalmente, Nosiglia y Ruckauf se pusieron de acuerdo en acortar el mandato presidencial, llevándolo de seis años (6) a cuatro años (4), con una reelección (1), sin dejar que el presidente reelecto planteara luego su candidatura a la vicepresidencia de la república recuperada (léase: cuatro años más de menemisno y no se estira). Right? 

Y mientras Nosiglia y Ruckauf terminaban de negociar esas cosas, llegaron las elecciones parlamentarias de 1993, donde la victoria del justicialismo fue, directamente, a-bru-ma-do-ra, convalidando la gestión menemista por segunda vez, y dejando claro que el justicalismo de mercado era una verdad sin cuento, igual que el justicialismo ortodoxo (léase: el peronismo). 

No. Digo esto porque hay gente que dice que el menemisno no es justicialismo, sino neoliberalismo, sin darse cuenta de que el menenmismo, es el justicialismo de derecha, y que el peronismo, es el justicialismo de izquierda. [4] 

Y el catorce de noviembre de 1993, Menem y Alfonsín firmaron El Pacto de Olivos, dejando a todos, pero a todos, con el traste mirando hacia el polo boreal. 

Pero nada, porque ya los dos presidentes de la república recuperada lo tenían todo decidido, y aunque los radicales se enfrascaran en tan cesudos como pedorros debates intrapartidarios, tuvieron que apoyar el pacto con el peronismo, y el justicialismo, siempre más disciplinado tras el liderazgo del jefe (léase: el fuhrer), le dijo si a Menem y al justicialismo de mercado (léase: el menemismo). ¿Verdad? 

Y en diciembre, mediante un plebiscito, en pueblo argentino convalidó el pacto de olivos (léase: la reforma constitucional), y nada más, claro está. 

Y si me dijeran que estoy muy equivocado, respondería que veremos, veremos y pronto lo sabremos.

[1] La libre expresión y la segura circulación de la información contenida en el presente documento se halla jurídicamente garantizada por la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 (Art. 19), la Constitución Nacional de la República Argentina de 1995 (Art. 14),  la Ley Nacional N° 26.032 de 2005 y el Código Penal de la Nación (Arts. 153 y 155).
 
[2] Para uno de Los Siete Grandes Sabios de Grecia (Solón) El Cisne Negro es un hecho teóricamente posible que todos creen que es prácticamente improbable, pues si ocurriera sería castastrófico.
 
[3] Véase El Cisne Negro – Editoriales 628 a 649).
 
[4] Después, el peronismo quedaría ubicado en el centro del espectro político del justicialismo, con el surgimiento del justicialismo de izquierda (léase: el kirchnerismo), pero para eso, faltaba bastante. ¿Verdad?