miércoles, 29 de febrero de 2012

174 Geopolítica (Argentina)

Año I – Primera Edición – Editorial: 00000174 [1]

El Cisne Negro [2]
El Diario Digital de la Historia y de la Geopolítica
Miércoles 29 de Febrero de 2.012.




La Experiencia En Carne Propia
Es La Maestra de los Tontos
Por Rubén Vicente 

Voy a decir lo que realmente creo. Nadie que sea un bocho usa mal la astucia que Dios le haya dado, además de la inteligencia y de la posbilidad de cultivarse. 

Juan Perón no era la excepción a esta regla mía. Un hombre con una inteligencia evidentemente prodigiosa, que le permitió alcanzar un grado de cultura, sobre todo geopolítica, que fue superlativa, y una ignata astucia ultra refinada, que le permitió vencer todos los obstáculos, no sólo para alcanzar o recuperar y mantenerse en el poder hasta el fin, sino también, para gobernar con sabiduría, dirigiendo a la Argentina hacia su natural destino de grandeza.

Sin embargo, hasta los grandes estadistas de rango mundial tienen sus defectos, tanto personales como políticos, obvio, y en este sentido, Perón no fue la excepción, claro está.  

Él tenía más que claro qué son las fuerzas armadas y qué es el gobierno de la nación, como así también, cuál es el rumbo que la misma debe seguir para proyectar su poder nacional en el mundo entero (orbis). 

No obstante, creo que Perón falló en dos cosas. La primera es que un presidente no puede jugarse las reservas monetarias de la nación en el financiamiento de la infraestructura básica y en el desarrollo social, porque pueden venirle malas cosechas, no ingresar dólares, dejar las arcas del banco central vacías y quedar obligado a devaluar la moneda nacional, con todo lo que ello implica, en términos de inflación y de carestía, como así también, de pérdida de posiciones del país en el contexto internacional. 

Y la segunda fue no haber entendido profundamente la escencia de la personalidad bolichera de los empresarios privados vernáculos, ni siquiera en su tercera presidencia (1973-1974), cuando dijo que era hora de concederles a los señores empresarios privados argentinos la administración de las empresas del estado prestarias de los servicios públicos de minería, energía, transportes y comunicaciones. Claro, como se murió, no tuvo oportunidad de ganar experiencia al respecto. 

Esa idea rectora de Perón fue tomada por Carlos Menem, que fue el gran concesionador  de los servicios públicos argentinos a favor de empresas privadas extranjeras (alemanas, francesas, británicas y estadounidenses), en el marco de lo que errónea y maliciosamente fue llamado con el nombre de las privatizaciones, que no son tales, para nada. [3] 

En general, puede decirse que no existen problemas estructurales que sean insolubles con las empresas de minería, de energía y de comunicaciones, ni tampoco con las de transporte marítimo. Los colapsos se han suscitado respecto de las empresas de transporte aéreo y ferrovial, donde el gobierno kirchnerista, se empeñó en hostigar al capital extranjero, para hacerle ganar posiciones al empresariado privado nacional. 

No está mal haber intentado que toda la plata que siempre se llevaron afuera nuestros queridos bolicheros, fueran empezando a repatriarse y a invertirse en la compra de conseciones de administración de empresas públicas prestatarias de servicios públicos.  

Lo malo fueron los resultados, de los que está visto que el pueblo y el gobierno deben aprender, y es que no se puede tener un país en serio con esta gente tan pdr, que se ve que tiene el cerebro de mosquito, y que figuran como empresarios, cuando en realidad no son más que bolicheros, que en vez de atender una pulpería están manejando, nada más ni nada menos, que las grandes empresas de la nación. 

En otras palabras, hay que exigirles a los empresarios privados argentinos, los mismos standares de eficiencia, solvencia y liquidez que en la década del noventa del siglo pasado le exigimos al capital extranjero; para que reine un auténtico y verdadero capitalismo privado nacional, que es el modelo peronista de la postmodernidad de la globalización de principios del siglo veintiuno, cuyo nombre es el de el peronismo de mercado, o si se prefiere, el menemismo, para que la experiencia en carne propia deje de ser la maestra de los tontos, y nada más, claro está. 

Y si me dijeran que estoy muy equivocado, respondería que veremos, veremos y pronto lo sabremos.









[1] La libre expresión y la segura circulación de la información contenida en el presente documento se halla jurídicamente garantizada por la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 (Art. 19), la Constitución Nacional de la República Argentina de 1995 (Art. 14),  la Ley Nacional N° 26.032 de 2005 y el Código Penal de la Nación (Arts. 153 y 155).

[2] Para uno de Los Siete Grandes Sabios de Grecia (Solón) El Cisne Negro es la alegoría de un hecho que es teóricamente posible, pero que todos creen que es prácticamente improbable, pues si ocurriera sería catastrófico.

[3] Tomemos el ejemplo de Gas del Estado. Después de las concesiones, el capital, los yacimientos, los gasoductos, las plantas, las redes troncales, las sucursales y todo el patrimonio de la empresa sigue siendo del estado, y lo único que detentan las concesionarias es su administración, percibiendo las ganancias empresariales, pero abonando los cánones correspondientes al estado, y quedando su actividad económica sujeta al régimen jurídico de los servicios públicos, y al control del ente público regulador correspondiente, es decir, al Enargas. Y lo mismo pasa con todas las empresas del estado que fueron concesionadas. Conste.

173 Geopolítica (Argentina)

Año I – Primera Edición – Editorial: 00000173 [1]

El Cisne Negro [2]
El Diario Digital de la Historia y de la Geopolítica
Martes 28 de Febrero de 2.012.















Es Un Dislate Ingeniero
Por Rubén Vicente

Aunque ya lo dije en La Nota de Prsentación del Blog de El Cisne Negro, vuelvo a decir que yo soy primer premio en derecho constitucional aduanero, otorgado por La Fundación Coca Cola en las Artes y las Ciencias (1986); que fui ayudante de cátedra de derecho administrativo en la UBA,  dando clases sobre poder de policía y sobre el contrato administrativo de concesión de servicio público (1989-1992); que soy especialista en derecho criminal diplomado por La Fundación Barceló (1993-1994) y que enseñé la materia criminalidad financiera, en la escuela nacional de inteligencia (ENI) entre 1996 y 2000. Digo, algo entiendo de esto del derecho público. ¿Verdad?

Por eso digo que hay veces que los jueces no admiten que vos seas tenido como parte en un proceso judicial criminal, por la sencilla razón de que vos no tenés absolutamente nada que ver en el asunto en que el magistrado debe conocer y decidir.

Lo único que vos podés hacer es presentarte a la policía, formular una denuncia que será girada al fiscal de turno, y listo, porque ahí se terminó lo tuyo. Sin embargo, la ley te suministra una posibilidad más, que es completamente excepcional, y es que vos podés presentarte ante el juez de la causa solicitándole que te tenga como querellante en el proceso.
Así concebida, la institución procesal del querellante, permite al damnificado eventual por el delito que se investiga, actuar como una especie de ayudante particular de la fiscalía interviniente en la causa. En otras palabras, en principio, vos no tenés nada que ver con el asunto, pero el juez igual te autoriza a colaborar con la fiscalía, reconociéndose como la parte querellante.
Dicho de otro modo, en los juicios civiles hay actores y demandados, pero en los juicios penales hay querellantes (el denunciante) y querellados (el denunciado). ¿Me explico? 

Bueno, suponiendo que se entiende lo que digo, agrego que eso es así porque el encargado de buscar la manera de incriminar a los querellados, colectando las pruebas de cargo, es el fiscal que, si él considera que el crimen está por lo menos semi probado, puede formular la acusación formal, para que el caso pase de sumario a plenario, iniciándose entonces el juicio oral, donde el querellante ya no tendrá arte ni parte. 

Bajo esa comprensión, la idea es que la intervención en la etapa sumarial del proceso judicial criminal de el querellante, tiene el propósito de darle la oportunidad a él, que es un particular gobernado, de expresar públicamente los daños, los perjuicios o los agravios que él sienta que le ha causado el crimen que se investiga, aunque él no tenga absolutamente nada que ver con la cuestión.  

Por eso, concluída la etapa sumarial, el querellante deja de tener razón de existir en la etapa plenaria (el juicio oral), aunque por razones de pura cortesía procesal, el juez pueda autorizar, si se le canta, la presencia en el estrado del querellante que, por su puesto, es de palo durante el debate en el que sólo son partes legítimadas para actuar la fiscalía y la defensa, claro está. 

Y digo; los fiscales son los representantes legítimos y legales del poder ejecutivo en el proceso judicial, motivo por el cual, que un ministerio pretenda ser tenido como parte querellante en una causa en la cual actúa el fiscal es, sencillamente, una suerte de fiscalía doble comando que, en la práctica, es un auténtico dislate jurídico, acá y en la China. Right? 

Por eso la oposición y los medios contreras tienen toda la razón cuando dicen que están politizando la causa de La Masacre del Sarmiento. Y por eso, como admirador de su persona, de su trayectoria y, me digan lo que me digan, de su actual gestión, yo me permito opinar, obvio, salvo mejor opinión en contrario, que solicitarle al juez ser tenido como parte querellante, sencillamente, es un dislate ingeniero 

Y si me dijeran que estoy muy equivocado, respondería que veremos, veremos y pronto lo sabremos.

















[1] La libre expresión y la segura circulación de la información contenida en el presente documento se halla jurídicamente garantizada por la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 (Art. 19), la Constitución Nacional de la República Argentina de 1995 (Art. 14),  la Ley Nacional N° 26.032 de 2005 y el Código Penal de la Nación (Arts. 153 y 155).

[2] Para uno de Los Siete Grandes Sabios de Grecia (Solón) El Cisne Negro es la alegoría de un hecho que es teóricamente posible, pero que todos creen que es prácticamente improbable, pues si ocurriera sería catastrófico.

lunes, 27 de febrero de 2012

172 Geopolítica (Argentina)

Año I – Primera Edición – Editorial: 00000172 [1]


El Cisne Negro [2]
El Diario Digital de la Historia y de la Geopolítica
Lunes 27 de Febrero de 2.012.





El Valle de Buenos Aires
Por Rubén Vicente

Exactamente en 1717, las ramas francesa y española de la dinastía de Los Borbón firmaron El Pacto de Familia. Aunque del texto no surja en forma evidente, lo cierto es que la práctica histórica posterior demuestra que ese fue un tratado de anexión del imperio ibérico por parte del imperio galo, incluyendo sus posesiones, colonias y dominios ultramarinos de Las Indias Occidentales.

Desde entonces, la política económica, diplomática y militar, es decir, la geopolítica de Madrid se empezó a decidir en París, y bajo esa comprensión, cada vez más funcionarios indianos eran nacidos y criados en los dominios franceses de los cinco continentes (Oceanía, Asia, Africa, Europa y América), y muchos españoles adoptaron sus virtudes y sus vicios (los afrancesados).

Sólo trece años más tarde, esos afrancesados firmaron El Tratado de Asiento, en cuya virtud autorizaron el amarre de buques de bandera británica en los puertos indianos, como así también, el otorgamiento de licencias a sus comerciantes para que organicen la importación y venta en subasta al mejor postor de esclavos africanos (los emporios).

Desde entonces, vía contrabando, los negreros británicos de Buenos Aires comenzaron a ingresar maderas y herramientas que emplearon para instalar los primeros establecimientos de faenamiento de vacunos (los corrales, los mataderos, los saladeros, las graserías, las jabonerías y las curtiembres), comenzando entonces el desarrollo de las agroartesanías, a vista y paciencia de los funcionarios ibéricos virreynales (los godos). [3]
Cuarteles y templos liderados por oficiales y por sacerdotes godos; estancias pertenecientes a los criollos; esclavos y establecimientos agroartesanales cuyos propietarios eran británicos, y oficinas públicas que estaban a cargo de funcionarios franchutes o afrancesados. Esto era El Virreinato del Río de la Plata del último cuarto del siglo dieciocho (el siglo de las luces).

Por eso, nada debe extrañar que durante la primera revolución francesa (1789-1793), el francés, naturalizado español, Santiago de Liniers y Bremond, haya sido elegido para ser el primer maestre de La Hermandad de Los Hijos de Hirán; ni tampoco que, durante la segunda revolución francesa (1793-1799), el irlandés James Florence Burke (a) El Paraguero fuera elegido para ser el primer maestre de La Hermandad del Infierno. [4]
Desde entonces, azules y colorados se entreveraron en la guerra esotérica rioplatense, comenzando ganar influencia política progresiva y, para principios del siglo diecinueve, ya controlaban a voluntad el proceso de toma de decisiones de los estamentos virreinales, tanto eclesiásticos como militares y seculares (léase: gubernamentales), teniendo ambas facciones esotéricas mucho que ver en Las Invasiones Inglesas (1806-1807) y en La Revolución de Mayo (1810).

Luego, La Hermandad del Infierno se convirtió en La Hermandad de la Libertad, liderada por Carlos María de Alvear (a) El Cipayo, y La Hermandad de los Hijos de Irán se transformaría en La Hermandad de Lautaro, liderada por José Francisco de San Martín (a) El Libertador.
De ambas hermandades esotéricas rioplatenses surgirían las facciones políticas visibles de los unitarios y los federales, que bregaron juntos por la declaración de independencia de Las Provincias Unidas de Sudamérica (1816), pero de ahí en más, mientras los colorados lautaristas federalistas de San Martín marchaban a conquistar la libertad de América del Sur, los azules infernales unitarios de Alvear se quedaban con el control económico, diplomático y militar de Las Provincias Unidas del Río de Sudamérica, que cayó en la anarquía y en la desintegración (1820-1826).

Los caudillos provinciales del interior del país eran azules, infernales y unitarios en sus propios feudos, y por eso, no aceptaron que San Martín fuera director supremo (léase: el presidente de la nación), y combatieron a Bernardino Rivadavia que, me digan lo que me digan, para mí, era un francmasón colorado lautarista sanmartiniano de aquellos, que se sobrepuso a todo y fue el primer presidente de la Argentina, claro que debiéndole hacer concesiones a los redactores unitarios azules de la carta magna de 1826 pues, de lo contrario, sencillamente, no habría Argentina.
Y vino Rosas, y San Martín le entregó a él y sólo a él el sable corvo, y La Hermandad de Lautaro se convirtió en El Gran Oriente Federal Argentino (GOFA), que destrozó el poder localista de La Liga Unitaria Argentina (LUA) del Gral. Paz y forjó la unidad nacional argentina a palos, porque estaba visto que de otra forma no se podía con los salvajes unitarios azules de La Hermandad de la Libertad, convertida en La Hermandad del Plata, liderada por Juan Lavalle  y exhiliada en Montevideo, que empezó a recibir apoyo anglo-francés; mientras la Argentina se debatía en la guerra civil entre unitarios y federales, mientras se aliaba con Chile, para ganarle a guerra a La Confederación Peruano Boliviana, quedándose los chilenos con Arica, Antofagasta y Atacama, y nosotros con Jujuy.

Paralelamente, nos quitaron Las Malvinas y vinieron los bloqueos anglo franceses, que cesaron en 1849, cuando en París gobernaba El Nieto de Napoleón. Ganamos, y para mitad del siglo diecinueve, la Argentina se había convertido en una nación grande, unida y respetada, mientras Gran Bretaña, Francia, los EEUU y el Brasil, masticaban la rabia de no haber podido doblegarnos nunca. [5]
Pero ya se sabe, que a la sombra de los grandes árboles, crecen como parásitos los hongos que habrán se socavar sus raices. Y entonces, los federales del interior se alinearon con Urquiza contra el rosismo, provocando la escisión del GOFA, formando La Hermandad del Supremo Grado Treinta y Tres (SG-33), que era igualmente representativa, republicana, federal y presidencialista, pero que no era proteccionista, sino más bien, librecambista, y partidaria de una alianza estratégica de la Argentina con la primera potencia mundial (Gran Bretaña); a la que se incorporaron los masones vueltos del exhilio, dejando conformada una hermandad estérica federal-unitaria y conservadora-liberal a la vez, que sería la forjadora de La Organización Nacional (1852-1916). [6]

Todos los presidentes argentinos (Urquiza, Derqui, Mitre, Sarmiento, Avellaneda, Roca, Juarez Celman, Pellegrini, Saenz Peña, Uriburu, Figueroa Alcorta, Quintana, Saenz Peña (h) y De La Plaza) fueron venerables hermanos rojiazules de la SG-33; hasta que se les dividio el frente, con la aparición en la escena política nacional del nuevo gran maestre del GOFA, Dr. Hipólito Yrigoyen (a) El Pelado, que fue presidente durante La Era Radical (1916-1930).
La GS-33 se divolvió. Los conservadores pro británicos se incorporaron a La Gran Logia Unida de los Masones Argentinos (GLUMA), que ya existía desde mediados del siglo diecinueve, pero que ese año (1916), eligió como maestre al Dr. Marcelo Torcuato de Alvear (a) El Peludo, que partiría en dos a la Unión Cívica Radical (UCR); que también llegaría a ser presidente de la nación (1922-1928); y que sería el gran artífice de la alianza táctica de los radicales antipersonalistas con los conservadores, con los demócrata progresistas y con los socialistas, para forjar La Concordancia (léase: el contubernio), que instigó el golpe de estado de 1930, y sobre todo (supra tutto), que instauró el régimen de facto pseudo constitucional de el fraude patriótico (1930-1943). [7]

En el seno de la GLUMA se formó una logia estrictamente militar, que recibió el nombre de El Dragón Verde, liderada por el Gral. Rawson, pero del seno del GOFA surgió otra logia esotéricamente adversaria, conocida con el nombre de el Grupo Obra de Unificación (GOU), también conocida como el Grupo de los Oficiales Unidos, liderada por el Gral. Ramirez.
Exactamente en 1940, cuando ya había comenzado La Segunda Guerra Mundial (1939-1940), conspicuos miembros de la GLUMA que, a la vez, eran dirigentes de la Unión Cívica Radical Antipersonalista (UCRA), acordaron con conspícuos miembros del GOFA que, a la vez, eran dirigentes de la Unión Cívica Radical Personalista (UCRP) que, muertos Yrigoyen y Alvear, convenía generar la reunificación de la UCR, bajo el liderazgo nacional del Dr. Amadeo Sabatini, con el prósito de reemplazar gradualmente el fraude patriótico por el juego limpio de la democracia constitucional.

Lo demás es bastante conocido, así que ni vale la pena seguir hablando, porque desde 1945 hasta 1974, el hombre más importante del país fue el siguiente maestre del GOU, luego gran maestre del GOFA y, finalmente, prior de La Hermandad de Anael, que fue Juan Perón, y nada más, claro está. [8]
Desde que Orlando Riviere publicó sus dos tomos sobre la historia de la masonería, que debería ser un libro de texto para los estudiantes de ciencias políticas, de relaciones internacionales, de derecho y de comunicación social de toda América Latina, no tuve ni procesé más información sobre el esoterismo vernáculo, obviamente, abunda, pero es profusa, difusa y confusa, tanto sobre los azules como sobre los colorados, de acá y del mundo entero (orbis), y por eso, tengo que aplicar lo que aprendí de historia y de esoterismo a los últimos años (1974-2012), para saber si cuando estoy frente a un nuevo presidente de la nación, más allá de que sea radical o peronista, él o ella son masones azules o francmasones colorados.

Bajo esa comprensión, yo digo que fueron masones azules Videla, Viola, Bignone, Alsonfín y Duhalde; y fueron franmasones colorados Galtieri, Menem, De La Rúa, Rodriguez Saá, Néstor Kirchner y Cristina Fernandez de Kirchner.
Sin embargo, a veces, a Cristina le veo hacer tantas concesiones a la contra, es decir, a los masones azules, varios de los cuales militan en propio kirchnerismo que, realmente, se me genera una duda políticamente existencial a su respecto, por llamarla de algún modo.

Y si porque, por ejemplo, cuando veo cómo los deja a los cipayos pro británicos azules, salir a decir públicamente que la Argentina debe garantizar el derecho a la autodeterminación de los kelpers (sic), además de que me agarra la chiripiorca, yo me pregunto por  qué no los querella ipso facto, por el crimen de sedición, porque está más que claro que son subversivos disfrazados de pensadores argentinos, y andá a saber si no son agentes secretos del MI-6, o algo por el estilo, y nada más, claro está.
No sé, quiero pensar que Cristina anda ocupada con La Masacre del Sarmiento, o con algo más importante que ni me imagino qué podrá ser, porque si no, tendría que fulminarlos ante la justicia de la nación, obvio, para que El Valle de Buenos Aires no se convierta en un valle de lágrimas. [9]

Y si me dijeran que estoy muy equivocado, respoondería que veremos, veremos y pronto lo sabremos.



[1] La libre expresión y la segura circulación de la información contenida en el presente documento se halla jurídicamente garantizada por la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 (Art. 19), la Constitución Nacional de la República Argentina de 1995 (Art. 14),  la Ley Nacional N° 26.032 de 2005 y el Código Penal de la Nación (Arts. 153 y 155).
[2] Para uno de Los Siete Grandes Sabios de Grecia (Solón) El Cisne Negro es la alegoría de un hecho que es teóricamente posible, pero que todos creen que es prácticamente improbable, pues si ocurriera sería catastrófico.

[3] Ellos fueron los primeros que empezaron a verter residuos agroindustriales en las cañadas, los arroyos, los ríos y las lagunas bonaerenses, como así también en el río Uruguay, en el río Paraná y en el río de la Plata. Por ende, la contaminación ambiental en nuestro país es un invento británico, claro está. Conste.

[4] Con el correr del tiempo, La Hermandad de los Hijos de Hirán se enrolaría en el movimiento esotérico global de la francmasonería universal (la venerable hermandad roja = la masonería colorada = la masonería escocesa = la masonería francesa = la masonería franca = la franca masonería = la francmasonería = la masonería católica = la masonería papista = la masonería sagrada = la masonería divina), que brega por el éxito de El Plan Divino de Salvación. Paralelamente, La Hermandad del Infierno se enrolaría en el movimiento esotérico global de la masonería mundial (la venerable hermandad azul = la masonería inglesa = la masonería anticatólica = la masonería antipapista = la masonería diabólica = la masonería satánica), que brega por el fracaso de El Plan Divino de Salvación.

[5] Si, es cierto, Rosas fue el hombre que hizo que la Argentina fuera una nación grande, unida y respetada; pero al precio de que la misma fuera un país aislado, atrasado y tiranizado. Por ello, el futuro era forjar una nación que, además de ser grande, unida y respetada fuera, además, insertada en el mundo, moderizada y democratizada. Esos intereses nacionales se alcanzarían con La Organización Nacional (1853-1916).

[6] La minoría unitaria tradicional, que no quería saber nada de transar con los federales y que prefirió mantener su pureza esotérica y política azul, disolvieron La Hermandad del Plata del Gral. Lavalle y conformaron La Hermandad de la Gran Logia Unida de los Masones Argentinos (GLUMA), cuyo primer gran maestre fue el Dr. Roque Pérez. A pesar de que en la misma militaban distinguidísimas personalidades de la cultura y de la política, que se encumbraron aún más en los estamentos gubernamentales de los muncipios, como así también, de la legislatura, de la suprema corte de justicia y tribunales inferiores, y de los ministerios del gobierno de la provincia de Buenos Aires, lo cierto es que, a nivel nacional, tanto el GOFA ultra federal colorado como la GLUMA ultra unitaria azuel, quedaron ecliptados por la influencia de la fraternidad mixta rojiazul, unitaria-federal, conservadora-libertal, pero librecambias y pro británica de La Hermandad del Supremo Grado Treinta y Tres (SG-33), cuyo primer gran maestre fuera, justamente, el Gral. Urquiza, claro está.

[7] El alvearismo representaba los intereses de los ganaderos de la provincia de Buenos Aires, de la Sociedad Rural Argentina (SRA), de los dos grandes frigoríficos británicos (La Blanca y La Negra), de los ferrocarriles, de los bancos, de las aseguradoras y de las navieras británicas en nuestro país, a través del control de El Grupo Azul, que era el núcleo duro de la Unión Civica Radical Antipersonalista (UCRA), aliada informalmente con los conservadores, con los demócratas progresistas y con los socialistas en La Concordancia (el contubernio) que era la expresión política de la GLUMA azul masónica argentina. Tanto la GLUMA como La Concordancia se harían visibles y se organizarían formalmente como bloque parlamentario nacional en el período 1930-1943.

[8] La Hermandad de Anael es la rama latinoamericana de La Hermandad de la Segunda Propagación de la Fe (léase: La Propaganda Due = La P-2), que era la rama italiana de La Hermandad de la Santa Cruz, que es la hermana mayor de la franmasonería universal (léase: los colorados), liderada por su eminencia reverendísima, el señor arzobispo de la arquidiócesis de Venecia, cardenal del ordinariato norte de Italia y presidente de la conferencia episcopal italiana de la iglesia católica apostólica romana, Msr. Dr. Dn. Albino Lucciani (a) Risita, que luego gobernaría la iglesia bajo el nombre eclesiástico de Juan Pablo I (1978); sucedido por otro francmasón colorado, como fue Juan Pablo II (1978-2005); sucedido por el prior de La Hermandad de la Gracia Plena, que es la rama vatiana de la masonería mundial (léase: los azules), Msr. Dr. Dn. Joseph Ratzinger (a) Benedicto XVI (a) Panzer (a) Petrus Romanus).

[9] Tanto masones azules como francmasones colorados suelen llamar con el nombre de valles a las ciudades a las que envían correspondencia esotérica (ej.: El Valle de Buenos Aires).

domingo, 26 de febrero de 2012

171 Geopolítica (Argentina)

Año I – Primera Edición – Editorial: 00000171 [1]

El Cisne Negro [2]
El Diario Digital de la Historia y de la Geopolítica
Domingo 26 de Febrero de 2.012.




Por La Vida Contenta Voy…
Por Rubén Vicente

Quienes en los años sesenta del siglo pasado éramos chicos, disfrutábamos una propaganda de la televisión en blanco y negro, que era un dibujo animado del inefable García Ferré, que mostraba unos niños que viajaba en un tren, de mentirita que hacía sonar tres veces el silbato ferroviario (uh, uh, uh), mientras la nena rubia cantaba y el chiquitín de atrás mantenía en vilo un palo y un hilo del colgaba el turrón enmantecado más famoso de toda América Latina, elaborado, vendido y exportado por la firma Georgalos SA de Buenos Aires, de más que obvio capital greco-argentino.

El Mantecol era delicioso y mi madre me compraba uno cada vez que teníamos que ir al médico del policlínico la obra social de Gas del Estado SE, desde Castelar hasta el barrio porteño de Boedo, que hacía el trayecto hasta La Estación Once en sólo veintitrés minutos, y ni uno más, siempre igual (23).

Eran vagones de madera, que quedaban de la época de los ingleses, con pisos de pinotea, asientos de cuero, ventiladores de techo y formaciones tiradas por locomotoras diesel rojas y amarillas, porque los modernísimos trenes japoneses, pintados de plateado con una banda azul horizontal, eran eléctricos, tenían pisos de goma, paredes de fórmica, asientos de gruesa cuerina verde billar y aire acondicionado frio calor, en todos los vagones, recién llegaban al país y eran muy pocos, a punto tal que todos eran de primera clase, ah, y con coches fumadores y no fumadores. [3]

En ese entonces, la empresa completamente estatal de Ferrocarriles Argentinos, estaba a cargo de un administrador general, designado por el presidente de la nación, pero jerárquica, funcional y presupuestariamente dependiente del ministerio de obras y servicios públicos de la nación, más conocido como el MOSP, con sede en el edificio sito en la esquina de Lima y Moreno, del barrio de Monserrat.

Es decir, los ferrocarriles nacionalizados, mantenían una administración de cuño britanico, y así eran los resultados. Nadie llegaba tarde nunca. Nadie se atrevía a viajar colado. La gente viajaba cómoda y tranquila, incluso en las horas pico, según decía con orgullo mi padre.

Era otro país y otra gente. Y no me digan que todavía no había negros, porque los negros del interior habían llegado a la capital y al conurbano hacía no menos de treinta años (30), y vivían en los conventillos todavía no saturados, o en ranchitos perdidos en el medio de la nada, y no en las villas que La Libertadora jamás urbanizó, y por eso estamos como estamos, incluso con los ferrocarriles que nunca fueron renovados, claro está.

No vienen nunca, y cuando vienen, tienen que viajar como ganado, sin que les quede más remedio que trabar las puertas, porque no existe más el aire acondicionado, ni ventiladores si quiera, porque se los afanan y rompen todo, porque ya no hay más policía ferroviaria y por los vángalos a sueldo de los cuatro sindicatos del gremio (la unión ferroviaria, la fraternidad, señaleros y guardabarreras). ¿Y para qué cuatro?

En otras palabras, viajar en tren después de mil novecientos ochenta y tres no es más un paseo agradable, ni tampoco una tarea riesgosa, sino más bien, una misión muy peligrosa, porque siempre sabés cuándo salís, pero nunca sabés cuándo llegás, si es que llegás, claro está.

Eso sí, el MOSP ahora se llama ministerio de planificación federal, inversión pública y servicios de la nación (¡guau!), del que dependen varias secretarías de estado, una de las cuales es la de transportes (Schiavi), de la que dependen tres subsecretarías de estado referidas al transporte (ferroviario, automotor, puertos y vías navegables). Y de la susecretaría de estado de transportes ferroviarios dependen cuatro direcciones nacionales (la de planificación, la de operaciones y control, la coordinación y la de transporte).

Pero si querés quejarte por el servicio público que no te prestan en forma regular y normal, ni ellos ni las concesionarias privadas, ahí no te van a atender, sino que tenés que presentarte ante la comisión nacional de regulación del transporte (¿cómo?), que tiene un presidente, un vice y cinco directores, pero te aviso que mucha bola no te van a dar, porque está intervenida desde 2007. ¡Ah bueno!

Entonces, yo digo que no importa que hayan incendiado los vagones del Sarmiento, o que un colectivero haya cruzado la barrera levantada en Flores, o que ahora un pibe motorman no haya frenado antes del parante del andén en Once, provocando casi cincuenta  y un muertos (51) y seiscientos setenta heridos (670), que reite de La Masacre de Atocha, porque ni TBA ni la bucrocracia paquidérmica dependiente de Plin Caja De Vido, nos devolverán las pérdidas materiales y humanas. [4]

No, no, no. Yo sólo digo que lo que tenemos que comprender de una buena vez  que ha llegado un momento de la historia nacional en el cual ya no resulta viable seguir teniendo el sistema ferroviario que tenemos, porque es financieramente caro, administrativamente burocrático, técnicamente obsoleto y criminológicamente peligroso.

En otras palabras, no se puede seguir cantando por la vida contenta voy. ¿Verdad?

Y si me dijeran que estoy muy equivocado, respondería que veremos, veremos y pronto lo sabremos.







[1] La libre expresión y la segura circulación de la información contenida en el presente documento se halla jurídicamente garantizada por la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 (Art. 19), la Constitución Nacional de la República Argentina de 1995 (Art. 14),  la Ley Nacional N° 26.032 de 2005 y el Código Penal de la Nación (Arts. 153 y 155).
[2] Para uno de Los Siete Grandes Sabios de Grecia (Solón) El Cisne Negro es la alegoría de un hecho que es teóricamente posible, pero que todos creen que es prácticamente improbable, pues si ocurriera sería catastrófico.

[3] También se podia viajar parado en segunda clase y sin ventilador, con un boleto que costaba la mitad que el de primera, que lo pagaban hasta los jubilados, pero sin ningún problema. Conste.

[4] No se enoje Don Julio, si aunque nadie se atreva a escribirlo, usted sabe que todo el mundo lo llama así, pero por lo bajo, porque el miedo no es zonzo, claro está, ja ja já.

sábado, 25 de febrero de 2012

170 Geopolítia (EEUU)

Año I – Primera Edición – Editorial: 00000170 [1]

El Cisne Negro [2]
El Diario Digital de la Historia y de la Geopolítica
Sábado 25 de Febrero de 2.012.


Ay Mamita Querida…
Por Rubén Vicente

Durante La Crisis Mundial (1929-1935), el sistema financiero de los EEUU estaba conformado por casi diez mil bancos (10.000), de los cuales, al final del período habían quebrado unos seiscientos (600), es decir, exactamente el seis por ciento (6%), y no hubo salvataje financiero.
Bajo la influencia de La Segunda Crisis Mundial (2008-2012), sobre un total de diez mil bancos en operaciones (10.000), unos ocho mil quinientos estaán en riesgo de insolvencia y/o en peligro de caer en iliquidez (8.500), representando que el ochenta y cinco por ciento del sistema amenaza ruina (85%).
Bajo esa comprensión, sólo en el primer bienio (2008 y 2009), salvataje financiero mediante quebraron, no ostante, cien entidades (100), que representan el diez por ciento del sistema (10%). Ups
Pero en 2011, quebraron otros ciento cincuenta y siete bancos (157), es decir, algo así como otro quince coma siete por ciento del sistema (15,7%). Y en 2011 quebraron otros noventa y dos bancos (92), implicando otro cero coma noventa por ciento del sistema (0,92%); totalizando enconces trescientos cuarenta y nueve entidades (349), equivalentes al treinta y cuatro coma nueve por ciento del sistema bancario nacional (34,9%).
Pero en el primer mes y medio de 2012, quebraron otras tres entidades (3), que son el Belleview Bank Ltd. de Miami (Estado de La Florida), el Stockbridge Bank Inc. de Savannah (Estado de Georgia) y el Boothwing Bank Corporation NV de Filadelfia (Estado de Pensylvania), totalizando un quebranto para los clientes de más de seiscientos millones de dólares (600 MD´s), que deberán ser abonados sin intereses por la Corporación Federal de Depósitos (CFD).
Resumiendo, sin salvateje quebraron el 600 y con salvataje quebraron 352.
Al respecto, el presidente del directorio de la junta de gobernadores del sistema de reserva federal de los EEUU (La Fed), Dr. Benajamin Bernanke (a) Ben (a) El Peladito, declaró que: "Estos guarismos indican que han quebrado menos bancos en dos mil once y que serán todavía menos en dos mil doce; porque el sistema financiero nacional se está saneando y refortaleciendo" (sic).

Si lo hubiéran dicho Boudou o Marcó del Pont, hubieramos pedido un ambulancia para ambos, pues sería obvio que están locos mal, pero si lo dice Bernanke, ah mi hijito, debe ser como dice él, porque por algo ocupa el cargo que ocupa. ¿O no?

Más de un tercio del sistema bancario de la hiperpotencia planetaria quebrado no obstante el salvataje financiero (34%). Verdaderamente, hay que estar muy mal divorciado de la realidad (léase: la demencia) para sostener que se trata de un período de saneamiento y fortalecimiento del sistema (sic).

Entonces, perdoname Benny, pero te tengo que dejar. Acabo de darme cuenta de que perdí el GPS y tengo que ver a Marrone… Vos quedate tranquilo que yo te llamo, eh?.. Chau Chau… Ay mamita querida. Yo a este lo rajo. ¡Chéeee…!

Y si me dijeran que estoy muy equivocado, respondería que veremos, veremos y pronto lo sabremos.





[1] La libre expresión y la segura circulación de la información contenida en el presente documento se halla jurídicamente garantizada por la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 (Art. 19), la Constitución Nacional de la República Argentina de 1995 (Art. 14),  la Ley Nacional N° 26.032 de 2005 y el Código Penal de la Nación (Arts. 153 y 155).
[2] Para uno de Los Siete Grandes Sabios de Grecia (Solón) El Cisne Negro es la alegoría de un hecho que es teóricamente posible, pero que todos creen que es prácticamente improbable, pues si ocurriera sería catastrófico.